miércoles, 6 de mayo de 2009

Sesión 02-05-09

ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD...
Marcus Vanister: Creo que nuestra prioridad es reparar la "Alfombra Mágica" y regresar a nuestro mundo, procurando no alterar aún más el curso de los acontecimientos de esta realidad paralela…

ARROJADOS A UNA ODISEA ENTRE DIMENSIONES ALTERNATIVAS…
Profesor Vanister (NE): Es la tanqueta. Lo que ha construido tu padre no es una máquina de salto dimensional. Es una máquina de guerra.

ENGAÑADOS POR EL LIBRO DE LAS SOMBRAS…
Marcus Vanister (WF): Está vivo, señor Dalton. El Libro de las Sombras es un ente extraordinariamente poderoso.
***
Libro de las Sombras (en Ben Braddock): SOMOS UNO. SOMOS MUCHOS… ¡¡SOMOS LIBRES!!

CAPTURADOS POR WOLFRAM & HART…
James Roth (ND): El señor Manners tiene el Corazón de Krahan... aunque ustedes lo conocen mejor como “el prisma”.
Ben Braddock (NE): Pero no tenemos la máquina de salto dimensional... así que no nos vale para nada.

CONDENADOS A ENMENDAR SUS PROPIOS ERRORES…
Ben Braddock (NE): ¿Qué ocurre, Danny? ¿De quién es esa carta?
Danny Dalton (leyendo): Leonard…es de Leonard.
Ben Braddock (NE): ¿Quieres decir que ellos le tienen? ¿Que está ... vivo?

… O A MORIR EN EL INTENTO.

Episodio 3x07.-
WOLFRAM & HART contra MASSARA

Bar “RaveNant”. Polígono Industrial Eisenhower.
Afueras de Los Ángeles.
15:12 P.M.

Profesor Marcus Vanister (NE): ¿Qué?

Incluso a esa hora, aquel local de siniestra decoración tenía la música a todo volumen. Quizá por eso, pensó, lo habían traído hasta aquí. Ni el mejor de los micrófonos podría captar ni una triste palabra de todo lo que le habían contado.

El señor Braddock suspiró y se preparó para contar toda aquella historia de nuevo. Por su parte, el señor Roth miró hacia arriba, con cierta desesperación. Como si ya supiese que aquello iba a ocurrir...

Ben Braddock (NE): Profesor, se lo vuelvo a repetir...
Profesor Marcus Vanister (NE): No es necesario, señor Braddock. Es sólo que... Wolfram y Hart me ha mantenido tan ocupado en sus laboratorios que... bueno, cuesta creer que hayan descubierto tantas cosas en tan poco tiempo.
James Roth (ND): Mire, profesor... Danny Dalton tampoco cree esta historia, ¿vale?
Profesor Marcus Vanister (NE): El señor Dalton se encuentra ahora mismo bajo la observación del personal de I+D, señor Roth... Pero no se preocupe. Creo su historia. A fin de cuentas, siempre he sospechado que Leonard había conseguido escapar de aquel...

Vanister lucha por no definirlo con una sola palabra. Pero por desgracia no encuentra nada con lo que referirse a ese estado entre la vida y la muerte...

James Roth (ND): Aquel tren, ¿verdad?
Profesor Vanister (NE): Si... De alguna manera usted consiguió escapar. Lo que significa que Wolfram y Hart tienen el alma de Leonard en alguna parte.
James Roth (ND): Si Holland Manners lo sabe, no me lo ha dicho... Y si lo sabe Sarah Kauffmann...
Ben Braddock (NE): Si lo sabe Kauffmann ya es otra cosa que tenemos que averiguar. Lo único que nos ha garantizado su auténtico jefe, el señor Manners, es el prisma, ¿no, señor Roth?
James Roth (ND): Aja.
Profesor Vanister (NE): Aun necesitaremos saber donde está la tanqueta. Nadie en I+D tiene idea de donde la han llevado... tan sólo que la desmantelaron pieza a pieza y la llevaron en cajas a alguna parte.
James Roth (ND): Normal, teniendo en cuenta que intentaron atentar contra el convoy que la transportaba por primera vez... Eso me recuerda que podríamos hacerle unas cuantas preguntas al respecto al señor Park. Cuando vuelva de su viaje de negocios...
Ben Braddock (NE): La ausencia del señor Park al menos nos deja un día libre de cualquier encargo de Wolfram & Hart... y tenemos demasiadas incógnitas aun.
Profesor Vanister (NE): ¿Dónde esconden a Margaret 2.0?
James Roth (ND): ¿En qué consiste el plan apocalíptico de Kauffmann y qué papel juega Danny en él?
Ben Braddock (NE): Y el paradero de Leonard... Demasiadas preguntas.

Entre los tres se forma un molesto silencio. Molesto porque deja en evidencia el callejón sin salida al que han llegado sus indagaciones.

Profesor Vanister (NE): Caballeros... a la hora de plantar cara a Wolfram & Hart vamos a necesitar aliados.
Ben Braddock (NE): Lo más parecido a un aliado que hemos tenido... (mira su mano enguantada)
James Roth (ND): ¿No pensarás en tu primo Bradley? ¿Olvidas que trabaja para Wolfram...
Ben Braddock (NE): No pensaba en él... pero tiene relación con estos malditos anillos.

Ben Braddock se incorpora con decisión y guia sus pasos hasta el teléfono público que hay junto a la barra.

James Roth (ND): Pero... ¿a quien cojones vas a llamar?
Ben Braddock (NE): ¿Operadora? Quisiera un número particular de Queens...

Antes de que pueda pronunciar el nombre de la capilla, los muros del pub comienzan a transformarse ante la mirada incrédula del profesor Vanister. Éste se incorpora y se quita las gafas, como si su miopia galopante pudiera arrojar algo de luz a aquello que estaban viendo sus ojos.

Para cuando quieren darse cuenta, ya no están en el pub RaveNant. Ni siquiera estan en Los Ángeles.

Bajo la luz que se filtra a través de las vidrieras, Braddock, Roth y el profesor Vanister contemplan la figura monacal del padre Vincent Layton.

Ben Braddock (NE): ¿Profesor Vanister? Le presento al padre Layton...

Pozos de Brea.
Los Ángeles.
20:09 p.m.

Arthur Craig (ND): Así que os envía Layton...

Craig saca dos cabezas a Ben Braddock. Aquello no deja lugar a dudas de que es, posiblemente, el tipo más corpulento al que se han enfrentado en este universo. Ha bajado de su moto, una impresionante Harley Davidson. Lo único que resalta en su conjunto de tipo duro es el emblema que lleva en la solapa de su cazadora de cuero. Un emblema de una orden vaticana.

Ben Braddock (NE): Si lo hemos citado aquí... no es para buscar problemas, señor Craig.
Arthur Craig (ND): Si Layton os deja entrar en su capilla privada, eso es asunto suyo. No tengo por qué...
James Roth (ND): Vamos a ayudarte. Como favor a Layton.
Ben Braddock (NE): Busca anillos, ¿verdad? (se quita el guante) Como este.

Arthur Craig abre los ojos, sorprendido. Hace un gesto, como si intentase cogerlo. Ben da un par de pasos hacia atrás.

Ben Braddock (NE): No tan deprisa. Este anillo no va a ninguna parte...
James Roth (ND): Pero vamos a ayudarte a recuperar otro que andas buscando. Y que está aquí, en Los Ángeles.

El profesor Vanister escucha a Roth y a Braddock poner en antecedentes a Craig. Los dos jóvenes repiten, casi palabra por palabra, lo mismo que ya les dijese aquel fantasmagórico personaje, el padre Layton, en aquella experiencia psíquica compartida. Para cuando acaban de contarlo, Arthur Craig permanece en silencio. Segundos después, sin mediar palabra, se acerca a las alforjas de su Harley y rebusca en ellas.

Ben Braddock (NE): Sigo sin fiarme de alguien que intentó matarnos en Nueva York...
James Roth (ND): Recuerda lo que dijo el profesor. Aquello ocurrió en un pasado que dejó de existir cuando nosotros lo alteramos... Craig no recuerda nada de todo aquello.
Ben Braddock (NE): Entonces, ¿por qué Layton si nos recurda?
James Roth (ND): Quizá por el mismo motivo por el cual asegura que puede decirnos donde tienen los de Wolfram y Hart a Leonard... aunque personalmente lo dudo.
Ben Braddock (NE): También dijo que podía decirnos donde tenían guardada la tanque...
Arthur Craig (ND): Eh.

Los dos jóvenes apenas reaccionan a tiempo para coger al vuelo los diminutos frascos que les arroja Craig.

Ben Braddock (NE): ¿Qué se supone que...
Arthur Craig (ND): Agua Bendita. La necesitaremos si queremos dar caza a Massara.
James Roth (ND): ¿Ma...?
Arthur Craig (ND): Massara... (carga su escopeta) Príncipe demonio de la tentación.

Discoteca de Moda “Paradise”.
High Road, Beverly Hills. Los Ángeles.
2.30 a.m.

Ben Braddock (NE): No... ¿Nora?

Antes de entrar en aquel reservado, las cosas tenían algo de lógica. O al menos toda la lógica que puedan tener cuando vas tras la pista de un príncipe demonio de la tentación. Buscar a alguien así en una ciudad como Los Ángeles era como buscar una aguja en un pajar. A fin de cuentas, ¿qué mejor lugar para pescar almas ansiosas de sueños y ambición que Hollywood?

Ben recordó lo fácil que había sido conseguir una lista de los actores y actrices con más éxito del momento. Y de ellos, quedarse con los que triunfaron de la noche a la mañana. Literalmente. Dos de esos tres nombres que resonaban como sospechosos trabajaban para una misma productora. “ShortMovie”.

Las cosas parecían ir de fácil a mejor: trabajar para un bufete como Wolfram y Hart hizo que la amenaza de una falsa demanda por plagio soltase la lengua del jefe de la productora. Y así fue como llegaron a esa discoteca, donde se celebraba la fiesta de inauguración de la nueva temporada de Neverfield.

Para Ben resultaba doloroso caminar entre todas aquellas sonrientes personalidades del mundo del espectáculo. Para ellos, en el fondo, solo era una serie de televisión. Un negocio.

Para Ben y sus amigos, “Neverfield” era el sinónimo de una vida a la que parecía que jamás podrían volver.

Con ese pensamiento flotando en su cabeza, Ben siguió los pasos de James en dirección a la zona VIP de la discoteca. Aquello había sido apenas dos minutos atrás. Y, sin embargo, parecía tan lejano…

El hecho de ver a la chica que amas meterse en uno de los reservados es la clase de estímulo que te llevan a hacer alguna tontería.

Ben Braddock no dudó ni un instante en que se trataba de una trampa. Porque Nora le estaba esperando allí dentro. Le sonreía, radiante, hermosa… y viva.
Y por eso mismo, aquello no podía ser real.

Ben Braddock (NE): Vas a lamentar haber hecho esto…
Nora Thompson: ¿Qué…?

Uno de los diminutos frascos de agua bendita salió disparado del bolsillo de Ben. Con un chasquido se hizo añicos contra el lugar en el que, un instante antes, se encontraba Nora.

Ahora, por supuesto, no quedaba nada de aquella ilusión. Ni siquiera aquella vocecita que le susurraba en lo más profundo de su mente… “Puede ser tuya, Ben. Sólo tienes que decir las palabras mágicas.”

Ben se incorporó, aferrando con fuerza el segundo frasco de agua bendita.

Ben Braddock (NE): Lo vas a lamentar…

Entre la gente que iba de un lado a otro del área VIP, James pudo ver pasar a Ben. Sus pasos firmes y su mirada segura no dejaba lugar a dudas: el Capi se dirigía directo a la zona privada. Desde allí, se podía ver toda la planta inferior de la glamorosa discoteca: a casi siete metros por debajo, la multitud bailaba sobre una pista de baile levantada sobre un gigantesco acuario.

James Roth (ND): Muchachos… (acercándose a los dos matones que custodiaban el acceso a la zona privada) Venimos a ver a la señorita…
Matón 1 (ND): Lárgate, tío.
James Roth (ND): Verás, tenemos que hablar con…
Ben Braddock (NE): Al infierno.

El golpe sorpresa de Ben hace que la mandíbula del primero de los matones se quiebre como el cristal. El tipo cae a plomo sobre la planta baja del local, provocando un susto de muerte a la veintena de personas que danzaban justo por debajo.

James Roth (ND): ¡Joder, Capi!
Ben Braddock (NE): Roth... ¡Mira!

James gira la cabeza, esquivando un torpe golpe del segundo matón. Lo hace lo bastante rápido como para poder ver la atractiva pelirroja que asiste, divertida, al espectáculo que ha provocado el impetuoso Ben Braddock.

Roth la mira de arriba abajo. Dejando el hecho de que es posiblemente la mujer más atractiva que ha podido ver en los últimos meses, no parece gran cosa. James Roth se permite el lujo de sacar uno de sus dos frascos de agua bendita al tiempo que piensa…

Vamos. Hemos cazado a un tío que veía el futuro… Esta piba no puede ser mucho más difícil.”

Apenas dos minutos después, las cosas no pueden estar peor. Las buenas noticias fueron que, en efecto, el agua bendita parecía dañarla (tal y como les advirtió Craig que pasaría si el demonio del anillo había tomado ya posesión de la mujer que le servía de huésped) Las malas noticias, sin embargo, eran mucho peores: Ben no estaba dándolo todo en esta pelea… y se notaba. Si aquella mujer estaba empleando alguna clase de truco psíquico, no parecía afectar a James… pero sí a Ben.

La segunda mala noticia, en cambio, era aun peor. No podían acercarse demasiado a ella porque, al tacto, aquella perra era capaz de transmitirles cualquier daño que le hubiesen provocado. A Ben lo había aferrado por el cuello durante un instante… y ahora sus viejas heridas se habían abierto. En concreto, la que estuvo a punto de levantarle la tapa de los sesos. Delgados ríos carmesíes manaban por su frente, cegándolo casi por completo.

Y como no había dos sin tres, la tercera y última de las malas noticias era quizá la peor. Aquella pelirroja de infarto no sólo era fuerte como un toro, sino que además parecía ser invulnerable a cualquier daño que no fuese el agua bendita. Y tanto Ben como James habían terminado con sus dosis. Las últimas gotas eran las que empapaban el pelo y parte de la cara de aquella perra.

Ben Braddock (NE): James… (mirando al suelo) ¿Piensas lo mismo que yo?

James bajó la vista. A través del suelo de cristal de la zona VIP pudo ver el suelo de la planta baja. El acuario. Litros y litros y litros de agua… a la espera de ser consagrados.

James sonrió y asintió. Ben miró a Massara. Y luego miró más allá de ella. A la barandilla del balcón.

Ben Braddock (NE): ¡Ahora!

Los que estaban en el piso de abajo hacia ya un par de minutos que habían despejado los alrededores de la zona privada. Sobre todo en previsión de que siguieran lloviendo guardias de seguridad sobre la pista.

Todos levantaron la vista cuando escucharon la barandilla ceder. Y tres figuras se precipitaron contra el suelo de cristal reforzado, reventándolo en el impacto y sumergiéndose en las aguas del acuario. Entonces, el agua comenzó a bullir, como si algo estuviese cociéndose en su interior. Un par de chicas gritaron aterrorizadas al captar el olor a carne quemada procedente del agua.

Chica aterrorizada (ND): Oh, Dios… ¡Estan muertos!
Arthur Craig (ND): No… Aun no.

Enfundado en su cazadora de cuero y bajo sus atónitas miradas, Arthur Craig atravesó la multitud y se dispuso a esperar con su escopeta al pie de la improvisada piscina.

Arthur Craig (ND): Veamos si sois tan duros como deci…

Antes de acabar la frase, dos figuras enfundadas en trajes de chaqueta salieron a la superficie, entre toses y jadeos. Una tercera apareció a sus espaldas, profiriendo un grito gutural e inhumano. La escopeta de Craig tosió una. Dos. Tres veces.

Y el cuerpo de aquella mujer, antaño hermoso y deseable, se convulsionó por última vez.

Ben Braddock (NE): Ja… (medio ahogado) ¿James?
James Roth (ND): Estoy… (tos) estoy bien… (tos)
Arthur Craig (ND): Buena jugada, lo reconozco… (sacando unas tenazas de su chaqueta)… y ahora...

Con un chasquido, las tenazas amputan un dedo de manicura perfecta. Arthur Craig sostiene el anillo y lo deja caer en un frasco de agua bendita. Acto seguido sonríe a Ben y James. O al menos, esboza lo que en su universo privado él debe entender por una sonrisa.

Arthur Craig (ND): Bien jugado, amigos. Bien jugado.

Capilla de St.Patrick. Queens.
En algún punto entre las dimensiones posibles.
4:51 a.m.

Ben Braddock (NE): Y después, se marchó.

A pocos metros del banco que ocupaban Ben, James y el profesor Vanister, se encontraba el padre Vincent Layton, enfundado en su hábito monacal, bajo la luz que se filtraba a través de las vidrieras. Permaneció en silencio durante un largo rato, a pesar de que sus invitados aguardaban su recompensa. Fue el joven e impaciente Braddock quien rompió dicho silencio.

Ben Braddock (NE): Padre Layton… Hemos cumplido con nuestro cometido…
Padre Vincent Layton (ND): Y ahora queréis vuestro pago… (se da la vuelta y los mira, sonriente) Es justo.
James Roth (ND): Vuelvo a repetirlo… Si tenéis que elegir entre saber donde están las piezas de la tanqueta o saber donde tiene Wolfram y Hart encerrado a Leonard…
Ben Braddock (NE): No es una elección, James. No se elige entre una persona y un objeto. Elegimos a…
Padre Vincent Layton (ND): Aguarda, joven Braddock… pues hay una tercera opción.

Los tres miraron al espectro de Layton con inquietud.

Padre Vincent Layton (ND): Hay otro. Otro viejo amigo al que también, en lo más profundo de vuestros corazones, ansiáis ver de nuevo con vida…
James Roth (ND): ¿Otro?
Ben Braddock (NE): ¿Además de Leonard? ¿Quien…
Profesor Vanister (NE): Oh. Dios. Mio… (mira a Ben) Sé a quien se refiere, señor Braddock.

El profesor se incorpora, quitándose las gafas y aproximándose a Layton.


Profesor Vanister (NE): Es Fred. (se gira y mira a Ben y James) Sabe donde está Fred.
Ben Braddock (NE): ¿Qué…? (poniéndose en pie) Pero Fred está… Está
James Roth (ND): Muerto (tajante y frío) ¿A qué está jugando, Layton?

Layton miró por un segundo a sus tres visitantes y sonrió.

Padre Vincent Layton (ND): En efecto. Fred Fesster murió. Y como atestigua la marca espiritual que emanan sus almas, tanto usted señor… Roth como el profesor Vanister, han estado en lo que hay entre los lugares.
Profesor Vanister (NE): Fred Fesster viajó en ese tren… pero, ¿cómo…?
Padre Vincent Layton (ND): Ese “tren” como sus limitados sentidos humanos lo percibieron es un lugar similar a esta capilla… un reino más allá de los reinos… donde el tiempo y el espacio dejan de seguir reglas estrictas.
James Roth (ND): Ya lo sabemos. Pero Fred…
Padre Vincent Layton (ND): Fred Fesster recibió una visita durante su viaje en ese tren. Una visita similar a la que recibió usted, profesor Vanister. Un hombre que le ofreció un trato a cambio de volver de entre los muertos. Su nombre era… Goodwin Steele.

El nombre resuena como una lápida de mármol cayendo sobre el corazón de los presentes.

Ben Braddock (NE): No… No puede ser
Profesor Vanister (NE): Me temo que sí, señor Braddock. Si lo que dice el Padre Layton es cierto…
Padre Vincent Layton (ND): En efecto, profesor… Fred Fesster es una de las almas que deberán capturar.

CONTINUARÁ…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jur jur jur.....Fesster que vuela a la cazuela :P

Bueno, ahi ganas de ver de nuevo al señor Fred Fesster. Que pena que Leonard esta muerto...porque sino la ostia que se llevaba (Con mucho cariño eso si), por suicidarse iba a ser chica. Pero confio en el diplomatico de Danny ^___^

Preacher dijo...

Pues si. A ver cuando damos caza al bueno de Fred...

Por cierto, Agrevain... ¿cual era el nombre del Principe Demonio de la Tentación? Es que lo apunté pero perdí la fuente y lo único que recordaba era que empezaba por "M".