lunes, 30 de junio de 2008

Sesión 28-06-08


Driving with the Top Down
"Iron Man" - Ramin Djawadi

ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
"Perro Loco" Washington: ¡Sin el prisma, ésto no es más que una simple furgoneta!
Danny Dalton (sujetándose la herida del cuello, provocada por una vampiresa): Joder… Es una Volkswagen T3, un jodido clásico, ¿vale? Me he jugado el cuello por recuperarla… ¡trátala con algo de respeto!

CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL…
Marcus Vanister: La prioridad es reparar la "Alfombra Mágica" y regresar a nuestro mundo, procurando no alterar aún más el curso de los acontecimientos de esta realidad paralela…

UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS…
Leonard Powell: Un Neverfield con vampiros. Vale. Un Neverfield controlado por militares. De acuerdo. Pero... ¿un Neverfield donde Friki-Fess está liado con la segunda tía más buena del condado?

UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES…
Marcus Vanister (WF): Nuevo Springfield es un lugar donde conviene no mencionar nada relacionado con lo "sobrenatural".

ENTRE ELLOS Y SU HOGAR.

Episodio 16.- WITCHFIELD (Parte 2)

Doce años atrás. En el Neverfield original.
Cae la noche en la zona de "Woods Hill": el haz de las linternas rasga la oscuridad mientras los equipos de búsqueda comandados por el sheriff "Rayo" Thompson llegan a los alrededores de la mina abandonada. Entre los recovecos de la misma, uno de los ayudantes del sheriff encuentra a quien andaban buscando. Un joven Danny Dalton, acurrucado entre las rocas de la mina, permanece en silencio, con los ojos apagados y la cara llena de tierra.

Más tarde, en la oficina del sheriff, "Rayo" Thompson intentará que el chico le cuente lo que ha ocurrido. Es inútil: Danny jamás dirá nunca una palabra. No es un chivato. Quizá porque no quiere que le odien más de lo que ya le odian en ese pueblo. O quizá porque ya todo le da igual.

Tiene 11 años y sus compañeros de clase han intentado enterrarlo vivo.

Su tío Charlie acude a recogerle: pide disculpas al sheriff "por las molestias que el crío haya podido ocasionarle". Danny sabe que el tío Charlie esperará hasta que lleguen a la chatarrería para castigarlo. Y así lo hace: propinándole una fuerte bofetada, las palabras de Charlie Dalton duelen aun más que el propio golpe...

Charlie Dalton: Por culpa de tu padre ahora estamos jodidos. ¿Y que haces tú? Seguir jodiendo... Joder. Eres igual de mierda que él...
Las palabras de Charlie rebotan en las paredes de los recuerdos de Danny Dalton...

Otro Neverfield. En la actualidad.

Danny Dalton despierta súbitamente. A su lado, comprobando sus heridas, encuentra a un sobresaltado profesor Vanister. Danny necesita un par de segundos para recordar que, pese a su idéntico aspecto y modales, éste profesor no es el mismo que los metió en este lío (y, paradojicamente, si que lo es)

Abriendo la compuerta lateral de la furgoneta, Danny y el profesor descubren la cámara subterránea en la que se encuentran: no hay ni rastro del resto de sus compañeros y, a juzgar por los golpes en el chasis y la transmisión estropeada, la llegada a este mundo tuvo que ser movidita.

Apenas si han tenido tiempo de inspeccionar la caverna y descubrir la presencia del prisma clavado en la pared, cuando escuchan pasos procedentes del tunel (aparentemente, la única salida de esa cámara subterránea) Es así como Danny y el profesor Vanister se topan con Ben Braddock, a quien el resto de sus amigos dejaron montando guardia. Ben no tarda en poner al día a sus dos compañeros de viaje dimensional.

Ben Braddock: ... después de salvar a ese chico Wakane, ese tal "Perro Loco", Fred y Leonard se marcharon con Billy Whitehouse. O al menos su versión de éste mundo. Hace ya casi seis horas que se fueron.
Danny Dalton: Espera, Capi. Rebobina hasta la parte en la que dices que eso de ahí es un dragón petrificado...

ENTRE TANTO...

Fred "Fess" Fesster y Leonard Powell aun permanecen atónitos ante las pintadas cabalísticas que cubren los muros desnudos del sótano de Marcus Vanister. El Marcus Vanister de esta realidad, claro: un Springfield donde las prácticas pseudomágicas están perseguidas... y se castigan con la hoguera.

Marcus Vanister (WF): Como les decía, hay una forma de devolverles a su hogar... Pero no tenemos mucho tiempo: el sheriff Dalton viene para acá (les entrega las llaves de su furgoneta) Llévense a "Margaret": quizá no salte entre dimensiones como la suya, pero podrán volver con sus amigos y permanecer ocultos hasta que pase el temporal...

Fred y Leonard salen del garaje de Marcus Vanister justo a tiempo: una pareja de coches patrulla se detiene en ese momento ante las puertas de su casa. Mientras Vanister hace el papel de "víctima de robo", corriendo y vociferando tras su furgoneta; Fred y Leonard dan esquinazo a las autoridades y consiguen llegar hasta las inmediaciones de la mina Dalton.

Sin embargo, una vez allí, deben internarse en el bosque para evitar a la pareja de agentes que el sheriff Dalton ha dejado vigilando el acceso a la mina abandonada. Sin saberlo, y pese a sus intentos por ser sigilosos, nuestros héroes acaban siendo descubiertos por los ayudantes del sheriff Dalton.

Una vez de vuelta a la mina, el grupo vuelve a estar reunido: Danny y Fred se dan un fuerte abrazo mientras Leonard deja las provisiones que saquearon de la nevera del profesor Vanister. Mientras reponen fuerzas, los dos recién llegados ponen sobre aviso a sus compañeros acerca del mundo que hay ahí afuera.

Leonard Powell: ...Así que el profesor Vanister de este mundo es una especie de brujo y nos puede enviar de vuelta a casa.
Danny Dalton: Porque si usamos ese prisma, el dragón se despertará ¿no?
Ben Braddock (NE): ¿Ves? A ti también te parece una chorrada, ¿verdad, Daniel?
Danny Dalton: Capi... (le muestra la marca de dientes de vampiro en su cuello) He aprendido a tomarme muy en serio algunas "chorradas".

Antes de que puedan tomar una decisión, Leonard escucha un ruido extraño procedente de la boca del tunel: ¡alguien esta quitando los tablones que bloquean la entrada! Se trata de los ayudantes del sheriff Dalton. Éstos han llegado a las inmediaciones de la mina y acorralan a nuestros protagonistas, quienes los mantienen a raya con un par de disparos.

Finalmente, y tras unos minutos de incertidumbre, Danny Dalton es el primero en salir al exterior... entregándose con las manos en la nuca y un cigarrillo en los labios. Leonard no tarda en seguir su ejemplo.

Ben Braddock (NE) (apartando a Fred): No voy a dejarles solos, ¡voy con ellos!
Fred "Fess" Fesster: Pero, ¡¿estas loco?!
Ben Braddock (NE): Fred, yo...

El disparo de uno de los ayudantes del sheriff Dalton alcanza de refilón a Ben, quien pierde el conocimiento con una herida en la cabeza. Colocándose uno de los cascos de guardia de seguridad que se trajeron del anterior mundo, el profesor Vanister se hace el inconsciente. Junto a Fred, los cuerpos de Ben y el profesor son sacados al exterior.

Ayudante del Sheriff #1 (WF): Joooder... (descubriendo a "Margaret" dentro de la cámara subterránea) Sheriff, no va a creerse lo que hay aquí dentro.

En el exterior, mientras, el sheriff Dalton pasea junto a sus prisioneros. Apenas si presta atención a Fred o a Danny (a quien, sin embargo, mira como si su cara le resultase familiar...): el sheriff Dalton camina hasta colocarse a la altura de Leonard Powell. Y tres golpes dejan al chico de rodillas, al borde de la inconsciencia... pero aun con el suficiente aliento como para decir una última palabra.

Leonard Powell (haciendo acopio de sus últimas fuerzas): Te... Te las verás con mi padre. Devon Powell.

Antes de que vuelva a propinarle un golpe más, los ayudantes del sheriff llaman su atención: han quitado el casco al profesor Vanister y, por supuesto, le han identificado como tal. El sheriff lo despierta...

Sheriff Charlie Dalton (WF): ¿Director Vanister? ¿Qué está haciendo aquí?
Profesor Marcus Vanister (NE): Yo, er... (imita acento alemán) Yo serr herrmano de Marcus Vanisterr, ¿ja?
Los ayudantes del sheriff Dalton ríen el comentario como si fuese un chiste: Charlie Dalton, no.
Sheriff Charlie Dalton (WF): Señor Vanister, más vale que me vaya diciendo que está haciendo con estos o de lo contrario...
Ayudante del Sheriff #2 (WF): Señor... (con el walkie en la mano) Es la central. Dicen... Dicen que el director Dalton está allí esperandolo, señor.

La evidencia de que algo muy extraño está ocurriendo lleva al sheriff a tomar una decisión: hace una señal a sus hombres y éstos llevan a nuestros esposados protagonistas a los coches patrulla. Y una vez dentro de ellos... ¡los amordazan y les colocan sacos en la cabeza!

Por supuesto, la comitiva del sheriff Dalton no tiene la comisaria como destino: en su lugar, nuestros protagonistas son trasladados a uno de los sótanos del matadero industrial Powell & Wayne. Con el sonido de maquinaria de fondo, nuestros héroes se encuentran encerrados en una de las salas de matanza, con paredes de azulejo y sumideros en el suelo. Fred y el profesor consiguen abrir las esposas del primero con la hebilla de su cinturón. Pero a pesar de los muchos intentos por librarse de sus esposas, las de Fred son las únicas que caen.

Fred "Fess" Fesster (tras romper los cinturones del profesor y de Danny Dalton): Bueno... Intentémoslo otra vez. Leonard, tu cinturón.
Leonard Powell: ¿Estas de coña? Es Armani, Friki Fess.

Pasan un par de horas y, tras escuchar la sirena que pone fin a la jornada laboral, el silencio se apodera de la fábrica. Es entonces cuando vienen a por nuestros protagonistas: un tropel de lugareños (todos ellos luciendo inquietantes capuchas rojas) los sacan a empujones de la sala de matanza y los llevan hasta uno de los rediles de la factoría.

Allí, rodeados por una docena de encapuchados, nuestros protagonistas son observados desde lo alto de unas pasarelas metálicas por tres inquietantes personajes: los tres van vestidos con túnicas y capirotes, al estilo Ku-Kux-Klan, pero de color rojo.

Cabecilla #1 (WF): "Nuevo Springfield" es un buen pueblo. Un pueblo de gente honesta, decente... Un pueblo de buenos cristianos. Y queremos que siga siendo así. Pero vosotros... Vosotros habéis agredido a nuestros hijos. Os habéis burlado de nuestra autoridad. Habéis alzado vuestra mano... contra nuestra gente.

Mientras los demás "capuchas rojas" sujetan a Danny, Fred y Leonard, forzándolos a extender las manos; un nuevo encapuchado hace acto de presencia: caminando sobre el suelo encharcado de sangre... y portando una motosierra.

Cabecilla #1: Ya lo dice el buen libro: pagaréis vuestras faltas. Ojo por ojo. Diente por Diente... Mano por mano.
Fred "Fess" Fesster: ¿Mano? ¡Pero si nosotros no hemos cortado ninguna!

En ese instante, y llevado por el miedo, Fred deja al descubierto que sus esposas no están cerradas. Durante un instante, los encapuchados apenas si pueden reaccionar... momento que aprovecha Fred para lanzarse contra uno de los que sujeta a Danny. Éste no desperdicia la ocasión y forcejea como un jabato por librarse de sus captores. Pero son demasiados: no tardan en acorralarlos mientras el tipo de la motosierra camina lentamente hacia ellos.

Y es entonces cuando un desesperado Leonard Powell juega su última baza.

Leonard Powell: ¡Jacob Dalton! ¿Dejarás que tus pecados sean limpiados... (señalando a Danny) ...por la sangre de tu propio hijo?

Al escuchar eso, el segundo de los tres líderes encapuchados grita un "¡alto!" ante la mirada de sorpresa de los capuchas rojas y la propia cabecilla número uno. Antes de que ésta pueda decir nada, el tercero de los líderes parece interceder a favor de detener la "ceremonia". Entonces, la cabecilla número uno se da la vuelta ante nuestros protagonistas y se despoja de su capucha.

Alcaldesa Lucille Wayne (WF): En el nombre de Dios... ¿Quiénes sois?

CONTINUARÁ...

Estilo - CÓDIGOS de MUNDO de ORIGEN

Una pequeña chorrada.

A lo largo de sus viajes, nuestros aventureros se han ido encontrando con versiones alternativas de los habitantes del Springfield original.

Para hacer más comprensibles los resúmenes, he pensado en introducir un código de dos letras junto a los diálogo de cada "versión alternativa" de esos personajes.

A medida que vayan visitando nuevos mundos, iremos colocando aquí sus correspondientes códigos.

Códigos:
SF- Shadowfield
PS - Psifield
NE - Neverend
WF - Witchfield
TW - Twinfield
DF - Dragonsfield
ND - Neverdale
NW - Neverwood

Y así, sucesivamente. Por supuesto, aquellos personajes procedentes del Springfield original no tendrán necesidad de llevar código de procedencia.

Espero que sea de ayuda...

lunes, 23 de junio de 2008

Sesión 21-06-08

Driving with the Top Down
"Iron Man" – Ramin Djawadi
ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
- "Perro Loco" Washington: ¡Sin el prisma, ésto no es más que una simple furgoneta!
- Danny Dalton (sujetándose la herida del cuello, provocada por una vampiresa): Joder… Es una Volkswagen T3, un jodido clásico, ¿vale? Me he jugado el cuello por recuperarla… ¡trátala con algo de respeto!

CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL…
- Marcus Vanister: La prioridad es reparar la "Alfombra Mágica" y regresar a nuestro mundo, procurando no alterar aún más el curso de los acontecimientos de esta realidad paralela…

UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS…
- Leonard Powell: Un Neverfield con vampiros. Vale. Un Neverfield controlado por militares. De acuerdo. Pero... ¿un Neverfield donde Friki-Fess está liado con la segunda tía más buena del condado?

UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES…
- Danny Dalton: Pijo, ¿te dará tiempo de saltar?
- Leonard Powell (sonríe): ¿Lo dudas?

ENTRE ELLOS Y SU HOGAR.

Episodio 15.- WITCHFIELD (Parte 1)

El interior de la cámara subterránea, excavada en roca viva, ve rasgada su oscuridad con el destello característico de "Margaret": la energía eléctrica chisporrotea y rasga el tejido mismo de la realidad, creando un vórtice entre mundos. Poco a poco, las moléculas de la furgoneta y de sus ocupantes recuperan su forma original. Y nuestro intrépido grupo de viajeros dimensionales hacen su entrada en un nuevo mundo.

Por desgracia, "Margaret" se materializa conservando la misma velocidad que llevaba en el momento de abandonar su último mundo. Y en éste, nuestros amigos han aparecido en un entorno cerrado: el interior de una gruta natural, posiblemente el vientre de una montaña o formación rocosa. La furgoneta destroza sus amortiguadores contra el suelo pedregoso y acaba dando una estrepitosa vuelta de campana. Boca abajo y con sus faros como única fuente de iluminación, Leonard Powell, Ben Braddock y Fred "Fess" Fesster salen lentamente del vehículo.

Ben Braddock: ¿Estáis bien…?
Fred "Fess" Fesster: Danny tiene un buen golpe en la cabeza… Y el profesor parece haberse desmayado…
Leonard Powell (mirando la cámara subterránea en donde han aparecido): Genial… Eh, ¿teneis idea de donde estamos?
Fred "Fess" Fesster (señalando un tunel: aparentemente la única salida de la cámara): A juzgar por los refuerzos de ese túnel, yo diría que tiene el aspecto que tendría la mina Dalton… si la hubiesen dejado de explotar en el diecinueve.
Leonard Powell: Tios… (señala a un punto en una de las paredes).. ¿Habéis visto eso?
Roof Intruder
"Signs" – James Newton Howard
Los tres miran y apenas si pueden creer lo que ven sus ojos: incrustado a diez metros del suelo, en una de las abruptas y escabrosas paredes de la cámara, resalta el brillo cristalino de un prisma. Es el prisma. Casi sin dudarlo (y habiendo deducido por el aspecto viejo de la mina que éste no es su mundo), Ben Braddock se dispone a trepar para apoderarse del prisma. Mientras sube peñasco a peñasco, Leonard y Fred siguen su ascenso… percatándose de un pequeño detalle sin importancia.

Ben Braddock (a punto de arrancar el prisma): Ya… casi… lo tengo…
Leonard y Fred (al mismo tiempo): ¡¡Ben, no!! ¡¡No lo arranques!!
Ben Braddock: Pero ¿a vosotros, qué os pasa ahora?

Una vez abajo, Ben contempla la pared en su conjunto y se percata entonces de lo mismo que han visto Fred y Leonard: lo que ellos creían caprichosas formas rocosas en la pared, son en realidad los rasgos en piedra de una gigantesca estatua en forma de dragón. Una colosal escultura en la cual el prisma se encuentra incrustado justo entre sus ojos.

Ben Braddock: A ver si lo he entendido: creeis que si sacamos el prisma de ahí, esa estatua cobrará vida y…
Fred "Fess" Fesster: Y nos matará a todos. Y posiblemente a todos los que estén fuera de esta gruta.
Ben Braddock: Imagino que no tienes ninguna prueba al respecto.
Fred "Fess" Fesster: Bueno… Así suele funcionar en las partidas de D&D.

Finalmente, Ben acepta esperar antes de arrancar el prisma: la condición es que Leonard y Fred salgan de la mina y exploren el exterior, en busca de medicamentos y provisiones para sus compañeros heridos. Y de paso, averiguar algunas cosas más sobre este nuevo mundo en el que han aterrizado.

Leonard y Fred siguen el túnel y destrozan los tablones que bloquean la salida. En el exterior, lejos de encontrar las instalaciones (aunque fuesen abandonadas) de la mina Dalton, lo único que hay es un pequeño claro de un bosque que se extiende alrededor de la vieja entrada a la mina. Está anocheciendo y con las últimas luces del día, nuestros aventureros descubren tres postes de madera colocados como si fuesen piras incendiarias.

Brazilian Video
"Signs" – James Newton Howard

Fred "Fess" Fesster: Esto me recuerda a la inquisición española…
Leonard Powell: ¿La qué?
Fred "Fess" Fesster: Ya sabes. La quema de brujos y herejes… Parece que aquí lo hicieron hace tiempo.
Leonard Powell: ¿Has visto los carteles que tienen en lo alto? (leyendo) "Braddock" y "Grant"… Vaya. El tercero es el que no me suena de nada… ¿"Connor"?
Fred "Fess" Fesster: A mi si que me suena… (mortalmente serio) Es el apellido de soltera de mi madre.
Graveside
"Stoploss" – John Powell

El ruido de motores alerta a nuestros protagonistas que se ocultan en la boca de la mina. A los pocos minutos, una docena de jóvenes encapuchados aparecen arrastrando a un pobre diablo a quien retienen con un saco en la cabeza. Visten como chicos de instituto aunque llevan pasamontañas rojos. La víctima del linchamiento resulta ser "Perro Loco" Washington. Y el cabecilla de los matones, que se quita el pasamontañas para intimidar aún más a su presa, es Samuel Wayne.

Antes de que los matones prendan fuego a "Perro Loco", una voz entre los arbustos desvía la atención de los matones. Leonard y Fred reconocen la voz: es Billy Whitehouse. Sin embargo…

Sam Wayne (acercándose a él junto a dos de sus matones) : Billy Vanister…
Leonard y Fred (mirándose incrédulos, aun ocultos): ¿Billy Vanister?
Billy Vanister (retenido por dos de los matones de Sam): Déjalo marchar, Sam. Antes de que hagas una tontería…

Aprovechando la confusión, "Perro Loco" consigue librarse de sus captores y escapa bosque a través. La mayor parte de los matones de Sam van tras él. En ese momento, cuando tan solo quedan tres matones junto a Billy, Sam saca una pistola y lo encañona…

Sam Wayne: Estas jodido, Vanister.
Leonard Powell (saliendo de su escondrijo y apuntándole con una pistola): ¡Ni se te ocurra, cabrón! ¡Sueltalo… YA!
Sam Wayne (atónito): No sé quien coño eres, tío… Pero te acabas de meter en un lío muy gordo.

La aparición de Leonard y Fred deja claro que Sam y los demás parecen no reconocerlos. Por fortuna basta para ponerlos en fuga: Sam y sus matones se marchan en sus respectivos vehículos, dejando a nuestros dos viajeros dimensionales cara a cara con la versión de Billy Whitehouse en este universo…

Billy Vanister: Gracias por la ayuda… Pero, esta zona está cerrada al público por el ayuntamiento. ¿Qué hacéis aquí? ¿Y quiénes sois?
Leonard Powell: Somos investigadores de cosas… "extrañas". Venimos de Los Ángeles. Hemos oído hablar de las cosas que suceden en este… en este pueblo.
Billy Vanister: ¿Nuevo Springifield? En fin, no sé que os habrán contado pero este pueblo no tiene nada de especial.
Fred "Fess" Fesster (señalando el acceso a la mina): ¿Y que me dices del dragón que guardáis allí dentro?
Billy Vanister: Espera… ¿dragón?

Mientras se adentran en las entrañas de la mina, Billy Vanister aclara algunos aspectos de esta versión de Neverfield: por ejemplo, que en este universo la mina Dalton lleva en desuso desde el siglo diecinueve y que el desastre que asoló el pueblo veinte años atrás fue un pavoroso incendio. Un incendio del que se responsabilizó a tres mujeres: tres reconocidas practicantes de la wicca (brujería como religión oficial)

Una vez dentro de la cámara subterránea, y tras asombrarse como el que más de la existencia de esa estatua draconiana; es Billy Vanister (hijastro de Marcus Vanister en esta realidad) quien debe enfrentarse a la historia de nuestros viajeros dimensionales…

Billy Vanister: Y habéis venido de otra dimensión… ¿en esa furgoneta?
Leonard Powell: Bueno, si no crees esa explicación dime una cosa: ¿Cómo la hemos metido aquí dentro?
Billy Vanister (descubriendo a un inconsciente Marcus Vanister dentro de la furgoneta): ¿¿Papá??
Ben Braddock: No, Billy… Me temo que no es tu padre.
Fred "Fess" Fesster: Prueba a llamarlo si no nos crees.

Una vez en el exterior, y tras haber hablado con su padre por el móvil, Billy se dispone a ayudar a sus recién encontrados amigos. Sin embargo, el motor de un coche deja claro que, de nuevo, tienen visita. En este caso, resulta ser el sheriff Charlie Dalton, quien ha acudido a inspeccionar la zona (probablemente tras el conveniente aviso dado por Sam Wayne y sus colegas)
Aunque tratan de esconderse, nuestros héroes llaman la atención del sheriff, quien intenta apresarlos: Dalton consigue inmovilizar a Fred, pero la intervención conjunta de Billy y Leonard impide que la cosa vaya a mayores.

Sheriff Charlie Dalton (de rodillas y luciendo sus propias esposas): No sé quien eres ni tu ni tu amigo el negrito. Pero tú, Vanister… Estas de mierda hasta…
(Leonard lo deja inconsciente de un golpe)
Billy Vanister (sujetándose la herida del brazo): ¡Genial! ¡Me habéis metido en un lio de cojones! ¡Me habéis jodido la vida!
Leonard Powell (arrastrando el cuerpo de Charlie Dalton entre la espesura): Es ya una costumbre…
Michelle´s House
"Stoploss" – John Powell
Buscando algo de cobijo, y habiendo conseguido mantener a la policía lejos de la mina Dalton (gracias a que Leonard imitó la voz de Charlie Dalton por la radio de su coche patrulla); nuestros tres protagonistas atraviesan el bosque en dirección sur, llegando hasta las vías del tren. Desde allí, contemplan al otro lado del río la planta de procesamiento cárnico de Powell y la inmensidad del Rancho Wayne, propiedad de la alcaldesa de la localidad, Lucille Wayne. A medida que van camino de un posible refugio, nuestros amigos descubren otro de los edificios que han cambiado…

Fred "Fess" Fesster: Oye… ¿qué es eso?
Billy Vanister: Es la Iglesia de San Daniel. La construyeron sobre las ruinas del ayuntamiento. La lleva el Diácono Dalton.
Leonard Powell: Jake Dalton… ¿cura?
Billy Vanister: Jacob. Jacob Dalton.

Finalmente, y con las primeras luces del alba, los tres llegan a la casa de Vanister, en algún punto de Outsprings. Mientras Leonard asalta la cocina y Fred constata que éste Marcus Vanister no tiene ni un solo libro de física avanzada entre su biblioteca; Billy pone en antecedentes a su padrastro quien, poco a poco, va digiriendo la información…
Throwing a Stone
"Signs" – James Newton Howard

Tras recibir una inquietante llamada por parte del sheriff Charlie Dalton, Marcus pide a Billy que se marche cuanto antes y que se refugie con Tyler Crow (a quien parecen conocer) Una vez se ha marchado, Marcus se queda con Leonard y Fred.

Marcus Vanister (asumiendolo): Son viajeros dimensionales. Viajan a bordo de una máquina que yo, en otra dimensión, he construido.
Fred "Fess" Fesster: Y que necesita un prisma para funcionar.
Leonard Powell: Prisma que en su mundo, profesor, está clavado en la frente de la inquietante estatua de un dragón. Y puede que dicho así suene alucinante… pero debe creernos.
Marcus Vanister: Oh… Y les creo, les creo. Sin embargo… (se limpia las gafas) Nuevo Springfield es un lugar donde conviene no mencionar nada relacionado con lo "sobrenatural".
Leonard Powell: Lo sabemos: hemos visto las piras.

El profesor permanece en silencio unos segundos, pensativo. Y finalmente…

Marcus Vanister: Creo que puedo ayudarlos. Síganme.

Leonard y Fred acompañan al profesor hasta el garaje anexo de la casa. Allí, pasando junto a una "Margaret" idéntica pero desprovista de maquinaria dimensional, el profesor los lleva escaleras abajo hasta un sótano cerrado con una puerta de hierro y cerradura electrónica de seguridad. Mientras los neones del sótano parpadean y van dejando ver el recinto, Leonard y Fred contemplan una estancia de paredes de granito, totalmente cubiertas de extraños grabados. Grabados similares a los que pudieron ver en el mundo de Shadowfield.

Marcus Vanister: Como ven, no puede decirse que sea un científico. Pero creo que puedo llevarlos de vuelta a su mundo, caballeros.

Leonard y Fred, atónitos, contemplan la estancia. Y descubren que bajo sus pies, cubriendo todo el suelo del sótano, hay un enorme pentagrama.

Marcus Vanister: Aunque para conseguirlo, necesitaremos algo más… (mirando a Leonard) Necesitaremos a su padre.
Leonard Powell (incrédulo): ¿Qué?

CONTINUARÁ

martes, 10 de junio de 2008

Sesión 07-06-08

ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
Fred "Fess" Fesster (mira la cámara del prisma: sólo hay cenizas): ¡Definitivamente hemos dejado atrás el Neverfield según N´Goth! ¡Pero está claro que éste tampoco es nuestro mundo!

CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL
Danny Dalton: ¡Joder, Profe! Dimos el salto donde usted dijo. ¿Qué cojones ha salido mal?
Profesor Vanister (justo antes de morir acribillado): Un momento… ¡Claro! ¡Eso es! ¡Ya sé cómo regresar!

UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS
Danny Dalton: Así que en esta dimensión, Leonard, tú y yo volvimos sanos y salvos.

Leonard Powell II: No sé como sería en vuestro mundo, Danny. Pero aquí "Perro Loco" es el nuevo líder de los Wakane... y quiere la furgoneta.

UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES...
Leonard Powell: En nuestro mundo eres una especia de héroe...
Ben Braddock (mortalmente serio): No en éste mundo.

ENTRE ELLOS Y SU HOGAR

Episodio 14.- NEVEREND (Parte 4 de 4)

De todos los mundos que han visitado, éste es el más parecido a casa. Y, al mismo tiempo, es quizá el peor de todos. Danny Dalton piensa en ello mientras abandona la reserva de los Wakane. Friki Fesster no deja de repetirle que eso no era lo que habían planeado con sus (únicos) aliados de esta realidad. Por supuesto, Fred se refiere al profesor Vanister y el Ben Braddock de esta versión de Neverfield. Danny sabe que el cerebrín tiene razón... pero también sabe que Leonard Powell está en manos de su padre. Y Danny no es de la clase de tíos que dejan tirado a un colega.

Por supuesto, la suerte no está de parte de nuestros protagonistas: Danny y Fred no tardan en ser capturados por mercenarios a sueldo de Devon Powell. Éstos lo llevan ante su presencia y en la fría comodidad de su salón, Devon les ofrece un trato: su libertad y la del propio Leonard Powell... a cambio de la furgoneta y el prisma. Es fácil: solo tendrán que traicionar a sus aliados en este mundo, quienes ya tienen la furgoneta y el prisma en su poder.

Ante las honorables negativas de nuestros protagonistas, Devon Powell recurre a todo un clásico: un disparo en pleno abdomen de Fred Fesster ayuda a que Danny y Leonard vean las cosas de otra forma. Y, finalmente, Leonard acepta el trato.

Eso sucedió hace aproximadamente cinco horas.

Ahora, Leonard recuerda la imagen de Fred desangrándose mientras viaja a bordo de la furgoneta, junto al profesor Vanister y Ben Braddock. Éstos no sospechan que Leonard los conduce directamente a una trampa. Sin saberlo pues, el profesor y Ben trazan un plan de intrusión. Un plan que no tarda en venirse abajo apenas han conseguido entrar en la mansión: acorralados por los mercenarios de Devon Powell; el profesor y Ben son llevados a punta de pistola hasta el despacho en el que los espera el propio Devon, junto a Danny y un moribundo Fred Fesster.

Ben Braddock (con desprecio, a Leonard): Debí imaginarlo...
Leonard Powell: Tuvimos que negociar, Ben. Fred está...
Ben Braddock: Pudiste decirlo, Leonard. ¡Te hubiésemos ayudado!
Leonard Powell: No iba a poner en peligro la vida de Friki Fess.
Ben Braddock: No sé por qué me fié de ti. No dejas de ser un Powell.

Y como buen Powell, el propio Devon es el primero que no cumple su acuerdo. Con la furgoneta en su poder, reclama el prisma. Y para presionar a nuestros amigos, decide negar toda atención médica a Fred hasta que opten por darle lo que quiere. Mientras Devon abandona las instalaciones rumbo a su complejo industrial, por la ventana nuestros héroes ven un pesado camión de remolque en el que los mercenarios de Devon Powell cargan a "Margaret": si no quieren perder su única vía de escape de este mundo ¡no hay tiempo para trazar un complicado plan de fuga!

Así, Ben y Leonard simulan una pelea para distraer a los mercenarios que Devon les ha dejado como custodios. Y, sin previo aviso y cuan maniobra de fútbol americano, Ben utiliza el cuerpo de Leonard Powell para abrirse paso a través de la lujosa cristalera del despacho de su padre. Mientras, el profesor Vanister y Danny Dalton se encargan de sus custodios. Al mismo tiempo, Ben corre tras el camión consiguiendo aferrarse a él antes de que salga de la mansión Powell.

Mientras el camión gana velocidad y abandona la propiedad de los Powell, Danny y el profesor Vanister deben hacerse cargo de los mercenarios que comienzan a disparar contra el camión (habiendo quedado patente que hay un "polizón" subido a bordo) Incapaz de desenganchar a "Margaret" del remolque, Ben decide apropiarse del propio camión, encaramándose al techo del mismo y colándose en la cabina del conductor. Un par de golpes certeros y una agónica frenada a tiempo evitan que el camión caiga por una pendiente.

Por otro lado, Danny Dalton y el profesor Vanister consiguen sacar de la mansión a un inconsciente y malherido Fred Fesster, quien sigue perdiendo sangre a una preocupante velocidad. Aunque consiguen neutralizar a los guardias que hay a las puertas de la mansión, los refuerzos no tardan en aparecer. Por suerte, Ben Braddock también llega a tiempo... y a los mandos del camión remolque, el cual emplea para dar cobertura a sus compañeros. Éstos suben a bordo de "Margaret" y la comitiva sale de allí a toda velocidad, perseguidos por un helicóptero de industrias Powell al que no tardan en dar esquinazo (dejando atrás el camión y metiéndose campo a través con "Margaret") Amparados por una de las arboledas que hay entre la propiedad de los Powell y la mina Dalton, nuestros protagonistas disfrutan de un breve descanso.

Lamentablemente, no hay mucho tiempo para ello: la vida de Fred Fesster se apaga por momentos. Necesitan ayuda médica. Y la necesitan ya. Sin embargo...

Marcus Vanister: ¿Estan seguros, caballeros, de que este es su Fred Fesster?
Danny Dalton: No tengo ni idea, profe.
Leonard Powell: Desde luego es idéntico al nuestro...
Marcus Vanister (registrando a Fred y sacando su móvil): Lo que imaginaba. Caballeros les han dado el cambiazo, como suele decirse. Éste es mi ayudante, Fred Fesster. Ahora la pregunta es... ¿dónde habrá encerrado Devon Powell a su auténtico Fred?
Danny Dalton: Solo hay una persona tan retorcida como Devon Powell... y está entre nosotros.
Ben Braddock (captando la idea): Leonard, ¿qué harías si estuvieras en la situación de tu padre?
Leonard Powell: Me llevaría a Fred a las minas. Es el sitio más fácil de defender. Y también el más solitario de Springfield.

Habiendo conseguido frenar la hemorragia del "falso" Fred; nuestros héroes comienzan a planificar su asalto a las minas. Sin embargo, no solo se trata de una misión de rescate: en el capítulo anterior, nuestros héroes ya conocían el plan de Devon Powell de crear un pequeño ejército de blindados que, con la tecnología de salto dimensional, emplearía para saquear todos los mundos posibles. Y, a juzgar por lo que les dijo su hijo en esta dimensión, extraería de esas minas los prismas necesarios para poner en marcha ese ejército de blindados. Por eso, no basta con rescatar a Fred... ¡deben pensar también en un plan para volar las minas y dejar a Devon Powell sin suministro de mineral!

Ben Braddock (como si estuviese en un partido): Bien, Rojo 47, Azul 13: es nuestra última oportunidad de conseguir un Touchdown. El profesor Marcus, Danny y yo, iremos a las minas, rescataremos a Fred Fesster. Si hace falta, amenazaremos con volar la mina y, si llegase el momento, me quedaría allí para cumplir con la amenaza.
Danny Dalton: ¿Algo más, "Capitán América"?
Ben Braddock: Si. El pijo se queda aquí con Fred Fesster.
Leonard Powell: Que sorpresa. El capitán me deja en el banquillo...

Entre Leonard y Ben estalla una fuerte discusión, incluso llegando a las manos: Leonard evita los golpes de Ben, manteniendo (a duras penas) su pose de prepotencia.

Leonard Powell: ¿Quieres perder el tiempo pegándonos entre nosotros?
Danny Dalton: Pijo, déjalo ya...
Ben Braddock (apartándose de la pelea): No, tiene razón Daniel. No podemos perder el tiempo en disputas (poniéndose en pie) En marcha.

Dejando atrás a Leonard al cargo de la versión de este mundo de Fred; Danny Dalton, el profesor Vanister y Ben Braddock llegan con las últimas luces del día a las minas Dalton. Allí, dos disparos certeros acaban con las cámaras de seguridad de la entrada. Sabiendo que llamarán la atención de los mercenarios que custodian el lugar, nuestros protagonistas se esconden entre las vagonetas y el viejo material de extracción que hay acumulado a las puertas de la mina. Para cuando hace acto de presencia una pareja de vigilantes, éstos no tardan en caer bajo la emboscada de nuestros héroes.

Siguiendo con el plan, Danny y el profesor se visten con el uniforme de los guardias (los cuales disponen de casco integral) y se adentran en la mina llevando a Ben como su prisionero. Finalmente, en el interior de una de las cámaras subterráneas los tres descubren una réplica exacta de "Margaret": a todas luces, una primera réplica que sirvió de modelo a los blindados que pudieron ver en los sótanos de industrias Powell.

Pero esa no es la única sorpresa: acompañado de dos guardias no es Devon Powell quien hace acto de presencia... sino Jake Dalton.

Jake Dalton ha estado al tanto de lo que ha ocurrido los últimos dos días, incluyendo la muerte de su propio hijo. Sabiendo que la situación se le ha ido de las manos a su "socio", Devon Powell; Jake se dispone a interrogar a Ben sobre todo cuanto ha pasado.

Jake Dalton: ¿Dónde está el prisma?
Ben Braddock: No, Señor Dalton... ¿Usted? ¿Usted también...?
Jake Dalton: No lo repetiré... ¿Dónde está el prisma?
Ben Braddock: Señor Dalton, hay algo más importante que ese prisma... Su hijo, Daniel...
Jake Dalton: Está muerto. Lo sé... Fuiste tú, ¿verdad?
Ben Braddock: ¡Se equivoca! ¡Fue Morgan Kyle! ¡Puede mirar las cintas de seguridad de la torre Powell si no me cree!

Ben intenta resumir todo lo ocurrido sin saber que el propio Jake Dalton ya conoce una versión de los hechos bastante similar: la que ha conseguido de boca del auténtico Friki Fesster, el cual se encuentra retenido en la mina. Ben consigue convencer a Jake para que traigan a Fesster ante ellos.

Ben Braddock (despertando a Friki Fesster): Eh... Fred... Soy yo, Ben. Fred, es importante. Tienes que decirme dónde dejaste el prisma...
Fred "Fess" Fesster: ¿Qué...? Pues... En el coche que cogimos prestado, ¿no?
Ben Braddock : Si. En efecto... (incorporándose) Es vuestro Fred Fesster.

Y dicho eso, como si de una señal se tratase, Danny y el profesor acaban con la farsa... ¡disparando a los guardias que escoltaban a Jake Dalton!

El propio Ben forcejea con Jake aunque enseguida queda claro que no será necesaria más violencia. Tras las debidas explicaciones, Jake Dalton se rinde ante la evidencia: Devon Powell se ha convertido en una amenaza multidimensional si llega a poner las manos en el prisma.

Ben Braddock: Pero... Leonard nos dijo que ya tenían otros prismas. Que ya habían enviado otras avanzadillas militares a otros mundos. ¿Para qué necesita el prisma entonces? ¿Por qué es tan importante?
Jake Dalton: Porque nada de eso es verdad, Ben. No han conseguido ningún otro prisma. El único que queda es el que tu madre te dejó...
Danny Dalton: ¿Y ahora?
Jake Dalton: Fred Fesster y yo sabíamos desde el principio que Devon Powell no era de fiar. Por eso el chico me ayudó a preparar un sistema de seguridad, un mecanismo de autodestrucción en las Torres Powell. Por si todo este asunto se desmadraba...

De esta forma, reuniéndose con Leonard y el malherido Fred originario de esta dimensión; nuestros héroes se disponen a partir... a bordo de la réplica intacta de "Margaret".

Danny Dalton (a Jake Dalton): Así que Leonard te saco de la cárcel. Bueno, espero que te vaya bien a partir de ahora... (entregándole su vieja petaca) Mi padre nunca me ha defraudado.
Jake Dalton: Muchas gracias... ¿Hijo?
Danny Dalton: No hay de qué. Pero ésto... (enciende su zippo) Esto me lo quedo yo.

Y así, Leonard Powell, Fred Fesster y Danny Dalton vuelven a subir a bordo de "Margaret" (otra "Margaret" en este caso), con dos nuevas incorporaciones en su peculiar equipo.

Leonard Powell: Y si llegamos a casa esta vez, ¿qué será de ti, Capi?
Ben Braddock: Si llegamos a vuestro hogar, me alegraré por vosotros. Os quedaréis en casa... y yo seguiré mi camino. Buscando un mundo que valga la pena.
Profesor Vanister: Y lo encontraremos, señor Braddock.

Saliendo de la mina Dalton, el motor de "Margaret" ronronea, el prisma comienza a calentarse y todo parece listo para marchar. Y es justo en ese momento, cuando todo parece complicarse... ¡con la súbita aparición de un helicóptero de Industrias Powell!

Profesor Vanister: ¡Saltamos en menos diez segundos...!
Ben Braddock: ¡Ese helicóptero...!
Danny Dalton: Lo sé, lo sé, Capi... Pijo, ¿te dará tiempo de saltar?
Leonard Powell (al volante, sonríe): ¿Lo dudas?

A modo de respuesta, un par de jeeps militares bloquean la salida de la mina Dalton. Antes de que nadie pueda ni tan siquiera gritar, la energía del prisma comienza a envolver la furgoneta. Y "Margaret" se desintegra un segundo antes de estamparse contra los dos jeeps.

EPILOGO
Amanece sobre la pequeña ciudad de Springfield. Las dos torres de industrias Powell arden en la lejanía, mientras el coche de Jake Dalton entra en la chatarrería de su hermano Charlie. Éste le espera a las puertas de la misma.

Charlie Dalton: Me dijiste que te avisase si encontraba algo aprovechable de todo este desastre, ¿no? (sacando un chamuscadísimo disco duro de entre los restos de la "Margaret" original) Pues mira esto...
Jake Dalton: Parece que hecho polvo...
Charlie Dalton: Estos trastos son más duros de lo que parecen, hermanito... (lo conecta a la PDA de su hermano Jake)... ¿Lo ves?

Ante la mirada de Jake, en la PDA comienzan a pasar todo tipo de datos técnicos y diagramas. Finalmente, se ve un mapa tridimensional del Neverfield original. Y un punto de salto con unas coordenadas dimensionales.

Jake Dalton: Charlie... acabas de encontrar la caja de pandora.


CONTINUARÁ...

jueves, 5 de junio de 2008

Sesión 31-05-08

ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
Fred "Fess" Fesster (mira la cámara del prisma: sólo hay cenizas): ¡Definitivamente hemos dejado atrás el Neverfield según N´Goth! ¡Pero está claro que éste tampoco es nuestro mundo!

CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL
Danny Dalton: ¡Joder, Profe! Dimos el salto donde usted dijo. ¿Qué cojones ha salido mal?
Profesor Vanister (justo antes de morir acribillado): Un momento… ¡Claro! ¡Eso es! ¡Ya sé cómo regresar!

UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS
Leonard Powell II: No sé como sería en vuestro mundo, Danny. Pero aquí "Perro Loco" es el nuevo líder de los Wakane... y quiere la furgoneta.

UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES...
Danny Dalton: Así que en esta dimensión, Leonard, tú y yo volvimos sanos y salvos.

ENTRE ELLOS Y SU HOGAR

Episodio 13.- NEVEREND (Parte 3)

Los llamaban "la santísima trinidad". Sam Wayne, Billy Whitehouse y Ben Braddock: los tres ases de los "Springfield Raiders". De eso hace poco más de un año. Ahora, Sam Wayne no es más que un lisiado alcohólico, con una carrera deportiva tan destrozada como sus rodillas. Billy Whitehouse se marchó a Nueva York, con una beca de estudios. Y Ben Braddock era la joven promesa del que ahora era el equipo de fútbol de una prometedora ciudad.

Sin embargo, en estas últimas 48 horas Ben ha descubierto que su mundo no es como él creía que era.

Ha descubierto que bajo las industrias Powell se esconde un complejo militar. Ha descubierto que su madre fue asesinada por el sicario de Devon Powell, Morgan Kyle. Y que los Wakane, al mando de "Perro Loco" Washington, llevan mucho tiempo organizando ataques terroristas contra el proyecto en el que trabajan los militares.

Y para que Ben descubra todo eso, han tenido que llegar ellos. Ellos son Danny Dalton, Leonard Powell y Fred Fesster... o al menos sus versiones de otro mundo. Un Springfield alternativo en el que las cosas eran diferentes.

Ahora, con la ciudad bajo la ley marcial tras los ataques de los Wakane y con nuestros protagonistas en manos de los militares... la inesperada llegada de los dos Danny Dalton (el de ésta y el de la "otra" Neverfield) da un giro a los acontecimientos.

Sin embargo, no es el último: tras los dos Danny Dalton, una figura surge entre la espesura que flanquea ambos lados del camino. Vestido únicamente con una bata de médico, un desorientado Billy Whitehouse encañona a todos los presentes.

Ben Braddock (sorpresa absoluta): ¿Bi...? ¿Billy? ¿Qué haces aquí?
Billy Whitehouse (encañonando a Danny Dalton II): Pregunta a este hijo de puta...

De nuevo, y mientras escucha las increíbles revelaciones de Danny Dalton II, Ben descubre una nueva faceta de éste que consideraba su mundo. Su hogar.

Danny Dalton II: En uno de esos mundos que visitamos había gente... con habilidades "especiales".
Danny Dalton: Nosotros también los conocimos. Y allí Billy...
Danny Dalton II: Billy era uno de esos "psíquicos", si. Lo cierto es que nos salvó la vida y vino con nosotros...
Marcus Vanister: Y nosotros... Oh. Dios. Mío. Ya lo entiendo...
Ben Braddock: Espere, profesor... ¿dice que éste Billy es de otra...?
Marcus Vanister: No, señor Braddock. Éste es nuestro Billy. Solo que le han implantado el ADN del otro Billy. Compatibilidad genética perfecta, claro...

Teniendo en cuenta que Morgan Kyle no tardará en descubrir lo que ha sido del convoy militar, nuestros protagonistas buscan cobijo en un lugar apartado: la vieja gasolinera del Viejo Peabbody, abandonada desde hace más de cinco años (desde el momento en que ésta versión de Springfield comenzó a prosperar)

Allí tiene lugar la primera separación: mientras Danny Dalton y Fred Fesster se marchan camino de la reserva Wakane (en busca del tercer viajero dimensional: Leonard Powell); Ben Braddock y Marcus Vanister se disponen a regresar a la boca del Lobo.

Y buscando redimir sus errores tras verse reflejado en el otro Danny venido del otro Neverfield; Danny Dalton II decide ayudar a nuestros protagonistas.

Danny Dalton II: La furgoneta está en los sótanos de la segunda Torre Powell, en el complejo industrial.
Ben Braddock: Y el prisma sigue dentro del coche que usted y Fred robaron, ¿no?
Marcus Vanister: El cual, con un poco de suerte, seguirá aparcado entre los almacenes de Industrias Powell.
Ben Braddock: Entraremos, cogeremos el prisma... y, con la ayuda de Danny, también la furgoneta.
Billy Whitehouse: Y a Leonard Powell.
Ben Braddock: ¿Qué?
Billy Whitehouse: Ben, ese año y pico que llevas pensando que yo estaba en Nueva York... ha sido un año y pico en el que me han hecho ni se sabe cuantos experimentos y mierdas médicas. Y alguien tiene que pagar por ello.
Ben Braddock: Si fueses el Billy que yo conocí, no buscarías venganza.
Billy Whitehouse: ¿Y qué buscaría, Ben?
Ben Braddock: Buscarías a Rachel.

Nuestros protagonistas tienen uniformes militares para hacerse pasar por soldados (y entrar en Industrias Powell escoltando a Danny Dalton II) Sin embargo necesitan un vehículo. Por eso, Ben llama a su viejo amigo Sam. Poco menos de una hora después, aparece Sam... a bordo del coche del padre de Ben. Y el propio "Big Ed" Braddock baja del vehículo. A pesar de las buenas intenciones de su padre, Ben Braddock sabe que él no puede hacer nada para ayudarles.

Por otro lado, también sabe que NUNCA se puede discutir con él... así que lo deja inconsciente de un culatazo.

Sam Wayne: Tío, Ben... ¡Es tu padre!
Ben Braddock: Llévale dentro. Mejor inconsciente que muerto.
Marcus Vanister: Tiene razón señor Wayne. A fin de cuentas, ya usted mejor que nadie sabe como las gasta Morgan Kyle.

Con un coche y los uniformes, nuestros protagonistas consiguen adentrarse en el corazón de Industrias Powell, el cual sigue tomada por los militares tras el reciente atentado Wakane. Sin embargo, y pese a recuperar con éxito el prisma, no tardan en ser descubiertos. Saltan las alarmas y Marcus Vanister pone en marcha un "sutil" plan de distracción... ¡empotrar un coche contra el acceso peatonal de la torre Powell!

Mientras Danny Dalton II lleva a Ben Braddock hasta los sótanos donde se encuentra "Margaret"; Billy Whitehouse sube hasta el ático. Allí se encuentra cara a cara con aquel al que considera responsable de su último año de infierno médico... Leonard Powell II. Empleándolo como escudo humano, Billy sale del edificio con su rehén ¡sólo para descubrir que Ben Braddock y Marcus Vanister se encuentran a bordo de "Margaret" y acorralados por todo un escuadrón de militares.

Billy "Whitehouse" (encañonando a Leonard): Di que nos dejen marchar o te vuelo la cabeza.
Leonard Powell II: Corre
Billy "Whitehouse: DI QUE BAJEN LAS ARMAS
Leonard Powell II: CORRE O MUERE

Y Billy corre.
A una velocidad sobrehumana.
Habiéndoles conseguido una ruta de escape, Ben Braddock y Marcus Vanister dejan atrás el complejo industrial a bordo de "Margaret".

Marcus Vanister: ¿Dónde está el señor Dalton?
Ben Braddock: Los hombres de Morgan lo mataron, profesor.
Marcus Vanister: ¿Y el señor Whitehouse?
Ben Braddock: No pienso regresar a por él.
Marcus Vanister (mirando por el espejo retrovisor): Creo que no será necesario.

Frenando la furgoneta, Ben y el profesor se quedan de piedra viendo a Billy detenerse justo delante de "Margaret".

Billy Whitehouse (visiblemente cansado): Y ahora, Ben... iremos a por Rachel.

De regreso a la vieja gasolinera, nuestros protagonistas descubren que alguien se les ha adelantado: no hay ni rastro ni de Sam Wayne ni de Ed Braddock. Buscando el rastro de sus captores aprovechando las últimas luces de la tarde, nuestros héroes descubren a alguien arrastrarse entre las praderas yermas que rodean la gasolinera.

Es Nora, la prometida de Ben. A juzgar por la sangre que mana de su estómago, Morgan Kyle no mentía cuando habló de ese dispositivo explosivo. La única opción de salvarla parece llevarla a un hospital a toda velocidad. Billy está dispuesto a hacerlo... como si eso fuese a servir de algo: apenas da un par de pasos en dirección al hospital más cercano. Billy es el primero en notar como la joven exhala su último aliento.

Nora Thompson muere con los últimos rayos de sol. Al caer la noche, Ben le da un funeral vikingo prendiendo fuego a la vieja gasolinera.

Ben Braddock (por teléfono): Es hora de acabar con esto, Leonard. Ven solo.

Una hora después, una lujosa berlina negra se detiene ante la (aun llameante) gasolinera. Leonard Powell hace acto de presencia y es víctima de una brutal paliza a manos de Ben Braddock. Para cuando descubre que es el Leonard que vino de otra dimensión, Leonard Powell II sale del coche empuñando un arma.

Leonard Powell II (encañonando a Ben): Como para fiarme de ti.
Ben Braddock: Y lo dice un Powell.

Y aprovechando el factor sorpresa, Billy Whitehouse noquea de un culatazo al segundo Leonard Powell.

Sabiendo que la gasolinera ya no es un lugar seguro, nuestros protagonistas deciden trasladarse al parking subterráneo del centro comercial Twin Palms. Antes, sin embargo, recogen a Rachel, la que fuese novia de Billy Whitehouse. Al menos en su caso, nuestros protagonistas se han adelantado a los militares.

Una vez en el parking de "Twin Palms", Billy aguarda dentro de "Margaret", poniéndose al día con Rachel y custodiando al (inconsciente) Leonard Powell "original". En la otra punta del parkin, dentro de la lujosa berlina negra; Ben y el profesor tienen una charla con el Leonard de éste mundo.

Ben Braddock: Escúchame Leonard. Billy te va a matar. Y si no nos ayudas a entrar en la mansión de tu padre... dejaré que lo haga.
Leonard Powell II: ¿Billy Whitehouse? A ese le faltan cojones para hacerlo...
Marcus Vanister: Sabe lo que le hizo a la señorita Wayne, señor Powell.
Ben Braddock (con desprecio): Billy sabe que violaste a Rachel, Leonard.

La mirada de temor que aparece en la cara de Leonard Powell II se ve interrumpida por la súbita aparición de Morgan Kyle y dos comandos completos de militares. El primero de ellos entra al asalto en el centro comercial. Por su parte, Morgan Kyle utiliza su jeep para bloquear la salida del parking, impidiendo la huida de nuestros protagonistas.

Morgan Kyle (parapetado tras su jeep y encañonando a Ed Braddock): Se acabó, chico. Si aprecias a tu padre... ríndete.

Ben sabe que no tiene opción... y pese a todo, intenta disparar contra Morgan. Consigue herirle en el hombro. Por desgracia, no basta: con un movimiento letal, Morgan rompe el cuello de Ed Braddock. Justo un segundo antes de que Billy Whitehouse acribille a tiros al propio Morgan.

De rodillas, con el cuerpo de su padre entre los brazos, Ben comienza a comprender que ha perdido a las dos personas que más le importaban. En menos de dos horas.

Mientras, a unos metros de distancia, los soldados disparan contra Billy y rodean la furgoneta. Por suerte, el profesor Vanister decide jugarse el todo por el todo...

Marcus Vanister (a los soldados, sujetando a Leonard Powell II): ¡Le volaré la cabeza! ¡Si se mueven, les juro que le vuelo la cabeza!

Aunque la treta del profesor surte efecto y consiguen salir de allí a bordo de "Margaret"; nuestros protagonistas se encuentran con un nuevo problema: Billy ha sufrido varias heridas de bala. Pierde mucha sangre y morirá sin remedio si no recibe tratamiento médico.

Ben Braddock (derrotado): Coja el prisma y ponga en marcha la furgoneta, profesor. Nos vamos en busca de un mundo mejor...
Leonard Powell (recuperando la consciencia): Y una mierda. Danny, Fred y yo vinimos en esta furgoneta. Y nos iremos en esta furgoneta. Vamos a rescatar a mis amigos. Y hazme caso, tío... Es la primera vez que uso la palabra amigo en mi puta vida.
Ben Braddock: Mira, Leonard... Sé que no ha sido culpa tuya. Pero he tenido un mal día.
Leonard Powell (mirando la herida de Billy): Si salvo a tu amigo... nos iremos. Todos.

Ben Braddock acepta y, por suerte para Danny Dalton y Fred Fesster, Leonard Powell consigue salvar la vida de Billy Whitehouse. Pero aprovechando la confusión, Rachel coge un arma y dispara en la cabeza a Leonard Powell II. Y acto seguido, se dispone a disparar contra el Leonard original.

Ben Braddock (interponiéndose entre el cañón del arma y Leonard): Rachel, no... Tranquila. Tranquila...
Billy Whitehouse: No se lo reprocho. Era un hijo de puta.
Leonard Powell (aun sobresaltado, mirándose a sí mismo... y manchado por su propia sangre): Joder...

Con la muerte de Leonard Powell II, el rescate de Danny Dalton y Fred Fesster se complica. Han perdido su mejor baza para entrar en la mansión Powell.

Billy Whitehouse: Os acompaño. Si lo que has contado es cierto y están enviando máquinas de salto dimensional a saquear otros mundos... Joder, Ben. No puedo dejar que vuelvan a hacerle a alguien lo que me hicieron a mí.
Ben Braddock: No, Billy. Llévate a Rachel lejos de aquí. Créeme, es lo que yo haría... si fuese Nora.

Ben se despide de Billy, asegurándole que si todo sale bien, se verán en el primer partido que celebren los Patriots en la próxima temporada.

Ben Braddock (a bordo de "Margaret" y rumbo a la mansión Powell): Leonard, decías que de donde vienes soy una especie de héroe de instituto, ¿verdad?
Leonard Powell: Si. Una especie de héroe.
Ben Braddock (mortalmente serio): No en éste mundo.

Y con el amanecer de fondo, nuestros protagonistas se lanzan al definitivo ajuste de cuentas.

CONTINUARÁ...