jueves, 8 de enero de 2009

Sesión 04-01-2009

ANTERIORMENTE, EN "NEVERFIELD"...
Marcus Vanister (WF): Está vivo, señor Dalton. El Libro de las Sombras es un ente extraordinariamente poderoso.
***
Libro de las Sombras (en Ben Braddock): SOMOS UNO. SOMOS MUCHOS… ¡¡SOMOS LIBRES!!

ATRAPADOS EN UNA ODISEA DIMENSIONAL…
Danny Dalton: Vale. Ahora el Libro es un libro y las Sombras... Se han ido.
Profesor Vanister (NE) ¿Y si han ido a otros Springfield?
Leonard Powell: ¿Y si han ido…? (mira Danny) ¿Y si han ido al nuestro?

UN VIAJE A TRAVÉS DE REALIDADES ALTERNATIVAS...
Ben Braddock (NE) (mostrando un pergamino): Este es el ritual que Lord Powell quería usar para terminar de dar forma física a Garius Voldan... ¿Crees que podrías darle la vuelta? ¿Invertirlo para encerrarlo de nuevo en el Libro?

TODOS BUSCAN EL CAMINO DE VUELTA A CASA...
Profesor Vanister (NE): Muy bien, coordenadas para el salto al paralelo Neverend establecidas. Caballeros… abróchense los cinturones.

PERO NO TODOS VIVIRÁN PARA ENCONTRARLO.
Margaret 2.0: SISTEMA DE SALTO ACTIVADO. INTEGRIDAD MOLECULAR 99%, 98%, 97%...
Ben Braddock (NE): ¡¡Profesor!! (señala el Libro de las Sombras... que ha comenzado a brillar) ¡Mire!

Episodio 2x13.- NEVERDALE (Parte 2)

Universo Neverend
Aula 102. Facultad de Ciencias Avanzadas, Universidad de Berkeley.
Hace aproximadamente 6 años.

Profesor Marcus Vanister (NE): … tres coma cinco. Y así conseguimos una resolución óptima sin apenas coeficiente de rozamiento.

La voz de Marcus resuena contra las paredes de aquel aula vacía. En las dos semanas que lleva dando clases, siempre repite el mismo ritual de recitar la clase a un montón de bancas vacías. No es lo suyo, se repite: debería estar metido en un laboratorio o sentado ante su escritorio y su ordenador. Pero dar cuatro horas de clases semanales es uno de los pequeños precios que le obliga a pagar la Universidad de Berkley a cambio de poder entrar en sus programas de investigación.

Evan Foster (tocando a la puerta): ¿Profesor Vanister?

Marcus aun limpia sus gafas cuando ve al joven apoyado en la puerta. No supera los treinta pero el traje gris que lleva le infunde una cierta madurez prematura. Estrecha su mano, sonriente como un vendedor de coches. Y por un momento, Marcus no puede evitar pensar en que habla como si lo fuese.

Evan Foster: Foster, Evan Foster, del Comité de Estudios de la Universidad (estrechando su mano) Es un placer conocerle, profesor. Lamento no haber podido presentarme antes pero ya sabe como son las primeras semanas del curso…

No. Marcus no lo sabe. Y no quiere saberlo. Si aguanta la cháchara del señor Foster es, primero por cortesía. Y después porque Foster es uno de los cinco miembros del Consejo de Estudios que supervisan y apruebas los programas de investigación que financia la Facultad. El propio Foster es quien saca el tema y le recuerda que tiene de plazo hasta el final de la semana para entregar un documento explicando la naturaleza e su proyecto.

Evan Foster (ante el umbral del aula): Bueno, profesor Vanister: ha sido un placer y… oh, vaya. Casi lo olvido… (sale al pasillo y llama a una tercera persona que aguarda sentada al fondo) ¿Rayna?

Marcus acaba de colocarse sus recién limpiadas gafas cuando la ve aparecer por la puerta. La joven es una chica negra, de pelo rizado y vestida con una cazadora vaquera. Se abraza a una carpeta que, a juzgar por las fotografías que la forran, no hace mucho que ha visto las aulas de un instituto.

Rayna St.Johns (nerviosa): Es un honor conocerle, profesor Vanister… (le estrecha la mano) Su artículo sobre las partículas inestables me pareció… increíble.

Tan nerviosa está la joven que su carpeta resbala de entre sus brazos, estrellándose contra el suelo y desperdigando por él un sin fin de apuntes y anotaciones matemáticas. Mientras la ayuda a recogerlas, Marcus no puede evitar fijarse en ellas. Le basta un fugaz vistazo para reconocer en esos cálculos la obra de un cerebro privilegiado. Sus planteamientos son osados, casi ilusos…
Pero Marcus no tiene duda alguna: esa chica tiene algo. Tiene "la magia".
Mientras la ve marcharse, Marcus apenas si escucha las palabras de Foster.

Evan Foster: Si, señor. La joven Rayna es una de las jóvenes promesas de esta Facultad. Y usted, profesor, será su guía… (poniendo la mano en el hombro de Marcus) Su vigilante.

Universo Neverdale
Estación de Servicio TEXACO. A treinta kilómetros de Sunnydale, California.
Ahora.

Leonard Powell: Profesor, ¿no cree que Danny y Ben tardan demasiado?

La voz del señor Powell saca al profesor Vanister de sus pensamientos. Sentado en el asiento del copiloto de esa elegante berlina negra, enfundado en ese traje de chaqueta y con esa revista de televisión entre manos; el profesor recuerda donde se encuentra. Está en un universo en el que su vida y la de sus peculiares compañeros de viaje no es más que una serie de televisión.

Leonard Powell (señalando la portada de la revista en la que sale el elenco protagonista de la serie NEVERFIELD): Habría que hacer una visita a esos estudios de televisión, profesor. El tipo que hace de mí no se me parece en nada. Y el de Fred… joder, profesor, ¡el actor que hace de Fred es blanco!

El profesor sigue mirando en silencio la revista: tienen problemas mucho más importantes que un mal casting. Si no encuentran al agente de Wolfram & Hart desaparecido es muy posible que sus nuevos socios dejen de considerarlos útiles… y dejen de proporcionarles ese misterioso suero. La sustancia que impide que la presión dimensional destroce sus cuerpos.

Leonard Powell (mira el reloj): Joder, ¿Cuánto se tarda en vomitar? Voy a buscar a esos dos, profe. Usted compre algo de beber para el camino, ¿vale?

Mientras Leonard da la vuelta al edificio de la estación de servicio, en busca de los servicios; el profesor Vanister entra en el pequeño supermercado y busca bebidas isotónicas. El suero parece haber causado un desagradable efecto secundario en los organismos de Danny y Ben. Quizá se trate de un rechazo a nivel genético. Teniendo en cuenta que son…

Antes de que sus pensamientos lleguen a una conclusión, el profesor escucha las voces de Leonard. Para cuando sale al exterior, puede ver al joven entrando a toda velocidad en el coche y señalando a un todoterreno que sale a toda velocidad del área de servicio.

Leonard Powell: ¡Son Danny y Ben, profesor! ¡Los han secuestrado!

La persecución por carretera apenas si dura unos segundos: de inmediato, el todoterreno se adentra en el desierto. Leonard trata de seguir el juego de su presa… sin darse cuenta de que ha caído en su trampa: un inesperado desnivel en las dunas hace que la persecución acabe con la berlina hundida en la arena… y su presa perdiéndose a lo lejos, oculta su trayectoria por la columna de humo que levanta tras de sí.

Leonard Powell: Joder, no sé quien es… pero el hijo de puta es bueno.
Profesor Vanister (NE): Y si mis cálculos son exactos… se dirige a Sunnydale, señor Powell.

Los Ben Braddock y Danny Dalton de este universo eran miembros de una fraternidad universitaria y residían en Sunnydale. Sin embargo, los dos jóvenes fallecieron en un accidente de coche… hace aproximadamente un mes. Casi al mismo tiempo en que un agente de Wolfram & Hart, Goodwin Steele, desaparecía sin dejar rastro. Y ahora alguien había secuestrado a los Ben y Danny de otra dimensión. ¿Por qué?

Sólo había una forma de averiguarlo: yendo a Sunnydale. En el fondo, y pese a que su nombre era distinto, tanto a Leonard como al profesor les resultaba extraño descubrir lo similar que ese Sunnydale era a su Springfield original. Tan distinto y a la vez tan parecido como algunas otras versiones que ya habían conocido de ese condenado pueblo.

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde cuando llegaron a Sunnydale. El profesor Vanister había intentado ponerse en contacto con Wolfram & Hart. Sin embargo…

Sarah Kauffmann (ND) (por teléfono): Profesor Vanister, me aseguraré de que nuestro departamento de documentación y archivo tome nota de su petición. Sin embargo, permítame un consejo: si empiezan a dar más problemas a Wolfram & Hart de los que resuelven, comenzaremos a pensar que no nos son de utilidad… ¿comprende lo que le digo?

Sin el apoyo de sus nuevos patrones, había que iniciar indagaciones al viejo estilo: preguntando. Mientras el profesor Vanister buscaba unas gafas de sol y otros complementos con los que nadie pudiese notar su parecido con un habitante local llamado Rupert Giles; Leonard por su parte decidió comenzar su ronda de preguntas por un lugar que conocía bien. El Golden… o, como lo llamaban en Sunnydale, "el Bronze".

Si el Golden parecía un local sacado de los años cincuenta, este "Bronze" era una nave industrial reconvertida en pub-discoteca. Muy similar al que habían conocido en el universo natal del profesor y Ben. Leonard sonrió al comprobar que, como en ese mundo, la encargada de abrir el local era la misma: Nora Thompson.

Nora Thompson (ND): Lo siento, amigo… (mientras abre el "Bronze") Pero aun tardaremos un par de horas en abrir al público… Por cierto, bonito traje.

Aprovechando que Nora no parecía reconocerle, Leonard decidió emplear un poco de encanto "made in Powell" junto al efecto que causaba su elegante traje. Por desgracia, Nora no resultó de demasiada ayuda: no sabía nada de ningún abogado llamado Goodwin Steele. Sin embargo, las indicaciones oportunas sobre los dos estudiantes fallecidos en accidente de tráfico si dieron resultado…

Nora Thompson (ND): Si, fue horrible. Dos chicos de la universidad, creo. No solían venir mucho por aquí, la verdad… Ya sabéis: los tíos cuando entran en una fraternidad, convierten sus sedes en fiestas perpétuas.

Las palabras de Nora aun resonaban en los oídos de Leonard cuando él y el profesor entraban por las puertas de la sede de la fraternidad "Delta Kappa Epsilon". Era media tarde pero a juzgar por el desenfreno y la fiesta que bullía en el enorme salón de la fraternidad, bien parecía una rave a altas horas de la madrugada. Entrar en el recinto de las fraternidades no había sido difícil (al menos, no teniendo esos trajes y los maravillosos "documentos de impronta psíquica" que Wolfram & Hart les habia proporcionado)

Sin embargo, dos tipos trajeados llamaban mucho la atención en aquella fiesta de fraternidad. Y casi de inmediato, su presencia se hizo notar más de lo deseable. Bastó una leve provocación por parte de uno de los matones de fútbol americano allí presentes para que Leonard comenzara una pelea. Por supuesto, fue el profesor Vanister quien se llevó el primer golpe de una pelea que acabó tan pronto como lo confundieron con el profesor Rupert Giles.

Y así, mientras Leonard calmaba los ánimos con una sonrisa y el profesor Vanister se veía rodeado de jóvenes que aseguraban ser antiguas alumnas suyas en el Instituto; una voz llamó la atención de los dos viajeros dimensionales.

Riley Finn (ND): Disculpen lo ocurrido… Soy Riley, de la Delta Kappa Epsilon. Profesor Giles, si me acompaña quizá podamos hacer algo con esas manchas…

Dejando atrás el bullicio de la fiesta y al amparo de una habitación algo más discreta, el joven Riley Finn encañona con una pequeña pistola a Leonard y el profesor. Éstos, más que acostumbrados a verse ya ante el cañón de un arma, optan por seguirle el juego al señor Finn… al menos de momento.

A punta de pistola, el joven Riley Finn los lleva hasta una camioneta, aparcada en la parte posterior de la casa de la fraternidad. Entre los otros vehículos que permanecen allí aparcados, Leonard reconoce uno en concreto: el todoterreno azul en el que se llevaron a Danny y Ben.

Siguiendo las indicaciones de Riley, Leonard conduce hasta el Motel Gates: el viejo negocio regentado por la señora Wayne. En una de las habitaciones del mismo, lejos de miradas indiscretas, Riley entrega unas esposas a sus dos prisioneros y se dispone a ponerse en contacto con alguien a quien llama "su superior". Está demasiado ocupado recibiendo ordenes, como un buen soldadito, cuando Leonard y el profesor saltan sobre él. Consiguen arrebatarle la pistola y obligarle a esposarse en una de las dos camas de la habitación.

Riley Finn (ND): Estáis cometiendo un error… Trabajo para el gobierno de los Estados Unidos.
Leonard Powell: Si, claro. Y ahora me dirás que trabajas para una unidad militar especial que tiene un complejo subterráneo oculto bajo este pueblo de mierda.
Riley Finn (ND): ¿Cómo…? (sorprendido) ¿Conoces "La Iniciativa"?
Leonard Powell: Espera un segundo… ¿¿Otro Springfield con una base secreta del gobierno bajo tierra?? Jooooder…

Antes de que puedan sacar más información de Riley, dos comandos encapuchados asaltan la habitación, subfusiles en ristre. El profesor, sin embargo, ha tomado a Riley como rehén y, colocándole la pistola en la sien, lo usa como baza para dejarse escuchar. Paradójicamente, y amenazas a parte, el gesto de devolverle el arma a Riley es el que finalmente hace que el joven soldado comience a confiar en esos dos misteriosos individuos.

Una vez los comandos regresan al furgón que aguarda frente al motel; Riley pasa los siguientes quince minutos escuchando la historia de Leonard y el profesor sobre universos paralelos, viajes entre dimensiones y la existencia de otras versiones de sí mismos.

Profesor Vanister (NE): Ahora buscamos a Goodwin Steele, un abogado de Wolfram & Hart.
Leonard Powell: Bueno, más bien son "abogados del Diablo"… en el sentido más literal de la expresión. Y buscar al tal Steele era nuestra misión… al menos hasta que un cabrón secuestró a nuestros colegas… Danny Dalton y Ben Braddock. Imagino que los conocías: eran de tu fraternidad…
Riley Finn (ND): ¿Ben? Ben era algo más que un miembro de la fraternidad. Tanto él como Danny eran miembros de "La Iniciativa". Y Ben… Ben era mi amigo.
Profesor Vanister (NE): Pero murieron en un accidente de tráfico…
Riley Finn (ND): Aquello sólo fue una tapadera orquestada por "La Iniciativa". Tanto Danny como Ben fueron considerados "desaparecidos en combate" tras una misión clasificada como alto secreto.

La explicación de Riley acerca de "La Iniciativa" explica en gran parte la cantidad de crímenes y desapariciones sin resolver que salpican Sunnydale: la presencia de un importante foco de organismos sobrenaturales, llevó al gobierno a crear una rama especializada en su lucha y erradicación.

Leonard Powell: Así que Spring… quiero decir, Sunnydale está plagado de seres extraños y nocturnos, ¿no? (mira a Vanister) ¿Le suena de algo, profesor?
Profesor Vanister (NE): Puede carecer de sentido, por supuesto. Como lo es para el señor Finn las teorías de mundos paralelos…
Riley Finn (ND): En realidad, profesor Vanister, tiene mucho sentido. Eso explicaría… (mira a Leonard) por qué el hijo de Devon Powell sigue vivo.
Leonard Powell: Espera… ¿conoces a mi padre?
Riley Finn (ND): ¿Conocerle? Devon Powell es una de las tres personas que conforman el Triunvirato: el organismo que controla y dirige las actividades de "La Iniciativa" en Sunnydale. (mira a Leonard) Te reconocí porque había visto tu ficha en los archivos personales… por eso te reconocí en la fiesta.
Profesor Vanister (NE): Un momento… Has dicho un Triunvirato. ¿Quiénes son los otros dos miembros?
Riley Finn (ND): La doctora Margaret Walsh y el coronel Morgan Kyle.
Leonard Powell: Jooooder.

En ese momento, Riley recibe una llamada telefónica de su superior… que resulta ser la doctora Walsh. Tras un rato hablando, informa a sus nuevos y potenciales aliados de su situación.

Riley Finn (ND): La doctora Walsh lleva un tiempo sospechando que tanto Devon Powell como el coronel Kyle llevan a cabo misiones a espaldas de los intereses gubernamentales.
Profesor Vanister (NE): Misiones como en la que desaparecieron los agentes Braddock y Dalton, ¿cierto?
Riley Finn (ND): En efecto. Y al ser "material clasificado" los únicos que saben lo que pasó realmente son Powell, el coronel Kyle… y los dos miembros supervivientes de la operación: los agentes Samuel Wayne y William Whitehouse. Y ninguno de los dos ha querido decir nada de lo ocurrido en la operación "Shadowbook".
Leonard Powell: Vale. "Libro de las Sombras". Muy sutil, papá.
Profesor Vanister (NE): Es evidente que esa operación y la desaparición de Goodwin Steele están directamente relacionadas.
Riley Finn (ND): Sin embargo, no hay constancia en los registros de "La Iniciativa" de ningún prisionero reciente que responda a la descripción de Goodwin Steele. Pero…
Leonard Powell: ¿Qué? ¿Qué pasa?
Riley Finn (ND): La doctora Walsh me ha confirmado que tampoco se ha notificado la captura de dos duplicados de los agentes Ben Braddock y Daniel Dalton.
Profesor Vanister (NE): Algo me dice que tanto nuestros compañeros de viaje como el señor Steele se encuentran en manos del señor Powell.
Leonard Powell: Y apuesto lo que quiera, profe… a que sé donde los ha llevado.

Riley Finn explica el lugar donde se encuentra la mansión de Devon Powell en ese universo: no muy lejos de su ubicación en el Springfield del que viene el propio Leonard. Sin embargo, ante la idea de tomar al asalto la mansión con la ayuda de "La Iniciativa"…

Riley Finn (ND): No.
Leonard Powell: Pero, tío… ¡Conozco a mi padre, ¿vale?! Si te digo que los tiene en su mansión es que los tiene en su mansión.
Riley Finn (ND): No se trata de eso. La doctora Walsh no puede verse involucrada en todo este asunto. Si se descubriese que ella ha colaborado de alguna forma en un golpe contra altos cargos de "La Iniciativa" como Powell o el coronel Kyle…
Profesor Vanister (NE): Y la pena por alta traición es la misma en todos los universos, señor Powell.
Riley Finn (ND): Si… La muerte.

Viendo las últimas luces del ocaso filtrarse por la ventana de la habitación del motel; el profesor hace un silencioso cálculo mental. Les quedan menos de doce horas antes de que sus organismos asimilen la última gota de suero que riegue sus venas.

Si van a hacer algo, tendrán que hacerlo deprisa.

CONTINUARÁ…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jejeje que poster mas chulo, que pena que no tengas fotos de yugu y paco. Por cierto....realmente me parezco a Leonardo di Caprio, al menos tengo el mismo cabezon que se le ve en el otro poster jajajajajaja.

Me ha sorprendido que al final no haya sido un documento de Riley como dijistes que haria.

12 horas para la cuenta atras...chicos, es hora de meter la pata y empeorar las cosas, para variar. :P

Preacher dijo...

Pues si, tio: una pena no contar con fotillos de Yugu y Paco. ¡La de Migue fue de una de las fotos que sacó Maximo en la barbacoa del carranza! ¡Y la de Gonzalo, de la única foto digital que tenia de nuestro último cumple!