martes, 30 de diciembre de 2008

NEVERFIELD - Un Año Después

Hace ya un año que comenzó esta odisea entre dimensiones. No para nuestros personajes, claro. Para ellos apenas ha pasado un mes (día arriba, día abajo: cuesta conservar la noción del tiempo cuando ni siquiera tienes noción del espacio)

Esta es la última actualización del año, así que me parecía adecuado hacer una breve mención de las cosas que han sucedido...

- En Shadowfield (Episodios 1x01-05), nuestros aventureros fueron responsables de que el demonio N´Goth, encerrado en el cuerpo del Leonard Powell de esa dimensión, matase a la "Elegida" (Jennifer Sullivan, la que en su universo fuese la insufrible jefa de animadoras) En este Springfield dominado por los vampiros, los viajeros tuvieron su primera baja: "Perro Loco" Washington.

- En Psifield (Episodios 1x06-09) , una versión de Springfield en la que el pueblo entero había sido puesto en cuarentena por el ejército estadounidense; los viajeros perdieron al profesor Marcus Vanister (y con él, cualquier vía sencilla de regresar a casa)

- En Neverend (Episodios 1x10-13), nuestros viajeros descubrieron una versión de Springfield ubicada un año por delante de su propia linea temporal: un mundo en el que ellos SI habían conseguido volver. En este universo dos nuevos miembros se unieron a su odisea dimensional: Benjamin Braddock, cuya vida se vio truncada dramáticamente por la irrupción de los viajeros en este universo; y la versión del profesor Marcus Vanister de este mundo.

- En Witchfield (Episodios 1x14-20), un mundo en el que la brujería existía y era perseguida como en los mejores tiempos de la Inquisición; los viajeros descubrieron la existencia de un objeto místico conocido como "Libro de las Sombras". Ante la imposibilidad de utilizar otros medios para dar el siguiente salto dimensional (al menos, no sin destruir ese Springfield en el proceso); los viajeros decidieron hacer un pacto con la siniestra fuerza oscura que residía en el interior del Libro.

- En Twinfield (Episodios 2x01-06), un mundo prácticamente idéntico al suyo, el Libro de las Sombras consiguió que los viajeros liberasen su peligroso contenido, permitiendo a un sin fin de almas oscuras regresar a sus dimensiones de origen. Por otro lado, al equipo se incorporó un nuevo fichaje: el Teniente Russell T. Dalton, antepasado de Danny y el primer militar que fue sometido a un experimento de salto dimensional... en 1952. Además, tuvo lugar otra gran pérdida para el grupo: la muerte de Fred "Fess" Fesster.

- En Dragonsfield (Episodios 2x07-11), nuestros viajeros se vieron atrapados en una versión de Springfield medieval y habitada por elfos, enanos y todo tipo de criaturas de leyenda... incluyendo dragones. Gracias a la magia existente en dicho mundo, pudieron encerrar a Garius Voldan, la primera de las almas fugitivas de vuelta en el Libro. Y empleando el nuevo vehículo de salto dimensional robado en Twinfield, el blindado denominado "Margaret 2.0", nuestros viajeros dieron el siguiente salto...

- En Neverdale (Episodios 2x12-16), el salto dimensional de nuestros protagonistas se ha visto interceptado por un peculiar bufete de abogados: Wolfram & Hart. Éstos, que al parecer son los auténticos dueños del Libro de las Sombras; les han salvado de perecer a causa del (ya infame) shock dimensional. A cambio de mantenerlos con vida, nuestros viajeros deben encontrar al responsable de haber robado el Libro...

Con el nuevo año volverán las nuevas aventuras de Neverfield, cuya segunda temporada aun está en curso. El poster que encabeza esta entrada es un recordatorio de lo que espera a nuestros amigos. Porque trabajar para Wolfram & Hart lo va a cambiar todo. Empezando por ellos mismos.

Espero que el año que viene tengamos tanto que contar.

Un abrazo a todos.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Sesión 20-12-2008

ANTERIORMENTE, EN "NEVERFIELD"...
Marcus Vanister (WF): Está vivo, señor Dalton. El Libro de las Sombras es un ente extraordinariamente poderoso.
***
Libro de las Sombras (en Ben Braddock): SOMOS UNO. SOMOS MUCHOS… ¡¡SOMOS LIBRES!!


ATRAPADOS EN UNA ODISEA DIMENSIONAL…
Danny Dalton: Vale. Ahora el Libro es un libro y las Sombras... Se han ido.
Profesor Vanister (NE) ¿Y si han ido a otros Springfield?
Leonard Powell: ¿Y si han ido…? (mira Danny) ¿Y si han ido al nuestro?

UN VIAJE A TRAVÉS DE REALIDADES ALTERNATIVAS...
Ben Braddock (NE) (mostrando un pergamino): Este es el ritual que Lord Powell quería usar para terminar de dar forma física a Garius Voldan... ¿Crees que podrías darle la vuelta? ¿Invertirlo para encerrarlo de nuevo en el Libro?

TODOS BUSCAN EL CAMINO DE VUELTA A CASA...
Profesor Vanister (NE): Muy bien, coordenadas para el salto al paralelo Neverend establecidas. Caballeros… abróchense los cinturones.

PERO NO TODOS VIVIRÁN PARA ENCONTRARLO.
Margaret 2.0: SISTEMA DE SALTO ACTIVADO. INTEGRIDAD MOLECULAR 99%, 98%, 97%...
Ben Braddock (NE): ¡¡Profesor!! (señala el Libro de las Sombras... que ha comenzado a brillar) ¡Mire!

Episodio 2x12.- NEVERDALE (Parte 1)

De: Sarah Kauffmann, Supervisora de campo.
Para: Consejo de Administración de Wolfram & Hart.
Asunto: Caso 235682/X - Neverfield contra Wolfram & Hart.

Estimados Socios

Hace aproximadamente treinta días humanos la sucursal de nuestra firma en el paralelo dimensional 055-h3d0n fue víctima de un infame incidente. Uno de nuestros agentes, Goodwin Steele (contable del área de Adquisiciones, ver anexo A) desapareció sin dejar rastro. Nuestros oráculos y videntes fueron incapaces de localizarlo. Y lo que fue aun peor: tampoco pudimos rastrear el paradero del recipiente de almacenaje de almas que, en el momento de su desaparición, llevaba consigo el agente Steele.

Durante las últimas semanas todos nuestros esfuerzos por encontrarlo fueron en vano. Sin embargo, hace tan solo 72 horas captamos una señal procedente de un universo paralelo más allá de nuestra jurisdicción habitual. La señal en cuestión fue una baliza mística activada automáticamente por la liberación de las almas que permanecían encerradas en el recipiente que el agente Steele llevaba consigo en el momento de su desaparición.

Siguiendo las instrucciones del Consejo de Administración, fui trasladada a la sede del paralelo 055-h3d0n para supervisar el ritual de invocación mediante el cual traeríamos de vuelta el recipiente vacío. Una vez recuperado, nuestros expertos podrían rastrear el paradero de las almas fugitivas. El ritual se inició a las 20:02 (hora de la Costa Oeste), en uno de los despachos de la cuarta planta de nuestro edificio de oficinas en Los Ángeles.

A las 20:06, el portal abierto por nuestro ritual dejó pasar a nuestro universo un vehículo militar acorazado. En su interior, viajaban un grupo de individuos que tenían en su poder el recipiente del (aun desaparecido) agente Goodwin Steele. Los ocupantes del vehículo iniciaron un desesperado intento por escapar, arrasando a su paso la mayor parte de las dependencias de la cuarta planta (para un desglose de los destrozos totales, consultar anexos D y E) Los equipos de asalto fueron puestos en código rojo y, finalmente, consiguieron reducir a los ocupantes del vehículo cuando estos parecían estar a punto de rendirse.

Inconscientes y desarmados, fueron llevados al laboratorio donde se les sometió a un escáner psíquico completo así como un análisis biológico. Ambas pruebas nos confirmaron su naturaleza como viajeros procedentes de otros universos paralelos (dos en concreto) Mientras que los sujetos que responden a las identidades "Marcus Vanister" y "Benjamin Braddock" proceden del paralelo N3v3r-3Nd; los llamados "Daniel Dalton" y "Leonard Powell" proceden de un paralelo fuera de nuestra jurisdicción.

A raíz de la información extraída por nuestros psíquicos, hemos descubierto la (aparente) naturaleza casual de la implicación de estos viajeros con el recipiente (al que ellos conocen como "Libro de las Sombras") Por otro lado, los datos que sobre sus viajes dimensionales consiguieron extraer nuestros psíquicos coincide con el argumento de una serie de televisión, actualmente en antena, conocida como "NEVERFIELD". En ella, un grupo de jóvenes habitantes de un pequeño pueblo llamado Springfield se ven arrojados a una odisea entre mundos paralelos por culpa de un científico local.

Los actores que encarnan a estos viajeros dimensionales, sin embargo, tan solo guardan un parecido leve con aquellos que irrumpieron en las oficinas de nuestra sede. Además, éstos últimos respondían a nombres distintos a los que reciben en la serie de televisión. Siguiendo el rastro, descubrimos los siguientes datos:

* Daniel Dalton y Benjamin Braddock: Estudiantes de la Universidad de Sunnydale, California. Naturales de dicha localidad, habían entrado en las carreras de Economía e Historia, respectivamente. Ambos jóvenes pertenecían a la hermandad Kappa Delta Epsilon. Fallecieron en un accidente de tráfico ocurrido en las afueras de Sunnydale, hace aproximadamente un mes.

* Leonard Powell: Hijo de un antiguo miembro del Consejo de Vigilantes, Devon Powell. Fallecido en un accidente de tráfico hace tres años. (Para más detalles, consultar el caso Devon Powell contra Wolfram & Hart)

* Marcus Vanister: Su nombre es el único que coincide con el personaje de ficción de la serie televisiva "NEVERFIELD". Su identidad física, sin embargo, encaja con Rupert Giles, reconocido ex – miembro del Consejo de Vigilantes y actual protector de la señorita Buffy Summers, la actual "Cazadora" (Para más detalles, consultar los archivos sobre Giles y Summers, así como los informes del Departamento de Previsión y Planificación)

* Russell T. Dalton: Los resultados de las pruebas biológicas realizadas en el sujeto indican que no sólo procede de un universo ajeno a éste, sino que además proviene de otra ubicación temporal. Eso, junto con el precario estado de salud en el que se encuentra, está complicando las labores de rastreo psíquico.

Aunque la división científica al mando del doctor Knox aun sigue analizando el vehículo que los trajo hasta aquí (al que ellos denominan bajo el nombre clave "Margaret 2.0"); es evidente que proceden de un paralelo que aun no domina los viajes entre dimensiones: sus biologías no se han adaptado bien a la reubicación molecular y sus organismos comenzaron a entrar en colapso desde el momento en que llegaron a nuestra dimensión.

Afortunadamente, el jefe científico de nuestra división aquí (el doctor Casey) ha conseguido sintetizar un suero mediante el cual revertir los efectos del desajuste molecular/dimensional. Por otro lado, la naturaleza temporal de este remedio nos ha permitido contar con una importante baza de cara a conseguir la cooperación de estos viajeros.

Situación Actual:
Los viajeros dimensionales han sido debidamente informados de su situación. Se les ha ofrecido un trato de cooperación estándar así como equipamiento completo (traje y coche de empresa, armas cortas y documentaciones de impronta psíquica)

A cambio, deberán viajar a Sunnydale y rastrear el posible paradero del agente Goodwin Steele (cuya fecha de desaparición coincide con las muertes de las versiones en este paralelo de los caballeros Daniel Dalton y Benjamin Braddock)

A la espera de poder transmitirles nuevas incidencias y noticias con respecto al caso, se despide su humilde y fiel servidora.

Sarah Kauffmann
Coordinadora de Operaciones

CONTINUARÁ...

martes, 23 de diciembre de 2008

Sesión 13-12-2008

ANTERIORMENTE, EN "NEVERFIELD"...
Danny Dalton: Vale. Ahora el Libro es un libro y las Sombras... Se han ido.
Profesor Vanister (NE) ¿Y si han ido a otros Springfield?
Leonard Powell: ¿Y si han ido…? (mira Danny) ¿Y si han ido al nuestro?

ATRAPADOS EN UNA ODISEA DIMENSIONAL…
Profesor Vanister (NE): Un mundo paralelo, señor Braddock; no lo olvide. Aunque parezca idéntico al suyo, siempre hay alguna diferencia por pequeña que ésta sea.
***
William Whitehouse (DF): Todo empezó hace un año, cuando el Rey Sullivan IIIcondenó a muerte al Padre Carnahan por herejía contra Amanautor.

UN VIAJE A TRAVÉS DE REALIDADES ALTERNATIVAS...
Lord Powell (DF): Majestad, seré claro: necesitamos la gema del poder eterno.
Maese Dalton (DF): No se la pienso dar a ningún humano. ¡Y mucho menos a un elfo!

TODOS BUSCAN EL CAMINO DE VUELTA A CASA...
Ben Braddock (NE): Lord Powell no quería devolver el alma de Garius Voldan, sino justamente lo contrario. Este es el hechizo…(le entrega el pergamino a Maese Fred) ¿podrías darle la vuelta?

PERO NO TODOS VIVIRÁN PARA ENCONTRARLO.
Danny Dalton (a lomos de Alma Grant... en forma de dragón): Muy bien, tío feo… (quita el seguro del H&K) Vamos a jugar.

Episodio 2x11.- DRAGONSFIELD (Parte 5 de 5)

“No es como montar en una Harley...”

Danny Dalton aun no puede creerse estar donde está: volando a docenas de metros por encima del suelo, a lomos de un gigantesco dragón de escamas plateadas (que en realidad es una chica de apenas diecisiete años... no cualquier chica, sino “la” chica) Definitivamente no era su idea de pasar el verano... pero desde que él y sus amigos se vieron atrapados en este loco viaje entre dimensiones paralelas, la vida no le ha dado muchas opciones.

Y, en ese preciso instante su única opción es agarrarse a su montura mientras vuelan bajo una tormenta de fuego y ácido. Su oponente es un colosal dragón de hueso sobre el que cabalga una especie de hechicero o sacerdote enfundado en túnica roja. Por un momento, Danny cree tener todas las cartas a su favor. A fin de cuentas, el tipo solo lleva una lanza... y él tiene la mejor tecnología alemana en lo que respecta a subfusiles.
O al menos ese es su pensamiento hasta que los proyectiles chocan contra una barrera invisible que rodea al sacerdote.
Y el sacerdote, lanza en ristre, carga contra él a lomos de su dragón.


Mientras en el exterior tiene lugar la cruenta batalla entre dragones, Ben Braddock y Marcus Vanister suben apresuradamente las escaleras de la torre del hechicero de la corte. Un hechicero que es el propio Vanister... en esta realidad de espada y brujería. Junto a ellos, el joven Fred Fesster, un aprendiz de mago que debe poner a prueba sus conocimientos en la materia... para salvar a todo un reino.

Ben Braddock (NE) (mostrando un pergamino): Este es el ritual que Lord Powell quería usar para terminar de dar forma física a Garius Voldan... ¿Crees que podrías darle la vuelta? ¿Invertirlo para encerrarlo de nuevo en el Libro?
Fred Fesster (DF): Es... complicado. Necesitaré algo más... la joya del poder etern...
Profesor Vanister (NE) (viendo venir una bola de fuego por la ventana): ¡CUIDADO!

El muro vuela en pedazos y toda la torre tiembla de arriba abajo. A través del polvo levantado y los restos del derrumbe, Ben y el profesor descubren que el joven Fesster se ha llevado la peor parte del golpe. Ben coge sobre los hombros al aprendiz de hechicero mientras el profesor sale al exterior, esquivando como puede la mortal lluvia de fuego que cae sobre el patio de armas del castillo... cortesía de los dos dragones que luchan en el cielo púrpura del amanecer.

Una vez dentro de la tanqueta, el profesor Vanister intenta llamar la atención de Danny Dalton. Pero incluso el sistema de altavoces de “Margaret 2.0” palidece ante la colosal contienda que tiene lugar en el cielo. Sobre todo cuando ambos dragones se enzarzan en un espectacular combate cuerpo a cuerpo. A duras penas, Danny se mantiene aferrado a su montura y temiendo ser tan insignificante como una pulga a lomos de un sabueso rabioso.

Muchos metros por debajo, Ben consigue llegar a Margaret y pone a salvo al bueno (e inconsciente) de Maese Fesster. Sin embargo, el cuerpo calcinado que encuentra apoyado junto a la tanqueta le recuerda que casi nunca se puede salvar a todos. Con casi total seguridad se trata de los restos de William Whitehouse: un desconocido aquí... pero su mejor amigo en el mundo del que procede.

Pero hay una batalla en progreso y no hay tiempo que perder: tras intentar de nuevo contactar con Danny por megafonía, Ben decide probar algo distinto... y más contundente. A los mandos de la ametralladora, Ben aprieta el gatillo apuntando al gigantesco dragón de hueso. Los disparos ni tan siquiera se le aproximan... pero llaman su atención lo suficiente como para dar a Danny y a su dragona la oportunidad que estaban buscando.

Al mismo tiempo, Danny vacia el cargador de su Heckler & Koch contra el sacerdote. Todas las balas impactan contra el escudo de fuerza que lo proteger... y sólo una consigue atravesarlo. No necesita más: el impacto no lo matará. Pero la caída, sí. El retroceso es lo bastante fuerte como para que el sacerdote pierda el equilibrio... y caiga a plomo sobre el suelo del patio de armas. Justo antes de ver como cae, Danny contempla el rostro al descubierto del hombre al que acaba de condenar... Su tio Russell.

Por su parte, la gigantesca Alma Grant alza una de sus garras y corta la cabeza del enorme dragón de hueso. Ésta se estrella contra el suelo, estando a punto de aplastar al pobre profesor Vanister que intentaba regresar al castillo. Decapitado y desprovisto de su jinete, el dragón de hueso inicia una torpe retirada, volando sin control como una gallina sin cabeza.

Alma desciende dejando que Danny vuelva a pisar tierra firme. Y lo hace completamente destrozado, con sus ropas chamuscadas y consumidas por el ácido, mostrando un cuerpo marcado por las cicatrices de ésta y otras contiendas. Y pese a todo, aun tiene fuerzas para mantener su eterna pose de tipo duro.

Maese Dalton (DF) (acercándose a su “hijo”): No ha estado mal... para un humano.
Ben Braddock (NE): Maese Dalton, me temo que hemos podido acabar con el sacerdote... pero aun hay que frenar a Garius Voldan. Y para eso necesitaremos la joya que su pueblo guarda en las minas.

Así, con la promesa de entregarles a cambio la vida de Lord Powell (el traicionero elfo al que tienen retenido en el interior de “Margaret 2.0”); nuestros amigos se disponen a partir de camino a las minas enanas.

Danny Dalton: Muy bien, tíos... (poniendo en marcha a “Margaret”) Agarraos a...
Leonard Powell (interrumpe, aparenciendo por la puerta): Me parece que ya has conducido demasiado durante mi ausencia, ¿no, Danny?
Profesor Vanister (NE): Es la primera vez que me alegro de ver a un Powell...
Ben Braddock (NE): Bueno, creo que no habeis sido presentados... Leonard, éste es Maese Dalton, señor de los enanos.
Leonard Powell: Un momento... (mirando a Danny y al enano) es tu... ¿es tu padre? ¿Tu padre es un enano?

Las risas de Leonard duran la mayor parte del viaje, casi eclipsando a la música en mp3 que suena a través de los altavoces de “Margaret 2.0”: en este caso, otra de las pistas que los programadores debieron dejar en memoria durante su construcción.

Profesor Vanister (NE): Señor Powell, ¿podría apagar ese ruido infernal?
Danny Dalton: ¿Ruido infernal, profe? Es peor: es música disco... ¡APAGA ESO, PIJO!
Leonard Powell (para sí mismo): Un enano... Su padre es un enano... ¡Esto es buenísimo!

Apenas una hora después, con el sol de la mañana en el cielo, “Margaret 2.0” llega al campamento minero de los enanos, el rodea el acceso a las montañas: una formación algo más grande que la que nuestros amigos pudieron conocer en las otras versiones de Neverfield que han visitado.

El trato con Maese Dalton es claro: el prisma a cambio de la vida de Lord Powell. El cabecilla de los enanos invita a nuestros viajeros a adentrarse en las cavernas de la montaña, donde se guarda la joya. Sin embargo, Ben Braddock no se fia de dejar a alguien tan peligroso como Devon Powell sin vigilancia. Junto con Leonard, Ben permanece en la tanqueta mientras Danny y el profesor siguen a Maese Dalton al interior de la mina.

Los túneles del gigantesco entramado subterráneo están decorados con bajorrelieves que cubren las paredes. Muestran diversas escenas de la historia del pueblo enano. Mientras, carretas y vías metálicas recorren los túneles transportando un mineral extraño, oscuro y al parecer muy resistente. Incluso el profesor Vanister se siente tentado de coger un poco para examinarlo...

Finalmente, Danny y el profesor llegan a una enorme gruta natural. Allí, el camino acaba dejando paso al más absoluto de los vacíos. Una caída aparentemente infinita y, a varios metros de distancia, la única porción de suelo que permanece en pie dentro de la gruta. Sobre él, un pequeño altar del que brota un haz de luz que ilumina la estancia. Por supuesto es allí donde reposa el prisma.

Maese Dalton (DF): Cuando excavamos, toda la gruta se vino abajo... menos ese trozo de ahí.
Profesor Vanister (NE): Dijo que no podían darnos la joya... Pero no nos dijo que no eran capaces de cogerlo.
Maese Dalton (DF): ¡Claro que puedo! Sólo que... aun no lo he intentado.

Danny sonríe: fisicamente, las piernas cortas de los enanos les impiden dar un salto lo bastante amplio como para alcanzar el prisma. Pero él no tendrá ese problema. Atándose una cuerda a la cintura, Danny se dispone a saltar. El profesor Vanister no deja de hacer complejos cálculos sobre trayectorias, velocidades y aceleración. Danny se preocupa por algo más importante: no quedarse a medio camino.

Y sin pensarlo dos veces, Danny salta. Las buenas noticias son que consigue llegar al otro lado. Las malas es que el nudo se deshace nada más poner los pies en suelo firme. De haber llegado de un solo salto, no lo habría contado.

Danny Dalton (observando el prisma con atención): Imagino que si cojo el prisma, el suelo caerá bajo mis pies... Así que tengo que ser lo bastante rápido como para coger el prisma y saltar. Vale... (lanza la cuerda al profesor) Agarre fuerte, profe...

Si hubiera tenido razón, Danny habría conseguido saltar al otro lado del abismo, con el prisma en su poder. Pero no la tuvo. El suelo no se vino abajo. Aun está en el aire cuando el rugido de las llamas que brotan del abismo llega a sus oidos. La cuerda se quema y Danny cae al vacío.
El profesor Vanister es lo bastante rápido como para aferrarle del brazo... pero no es lo bastante fuerte como para mantenerlo cogido mucho más tiempo.

Profesor Vanister (NE): Señor... Dalton... (apenas puede respirar) Trepe... por encima mía.
Danny Dalton: Profe... No puede con mi peso... Caeremos... los dos...

Por desgracia para ambos, Danny lleva razón... y el cuerpo del profesor no da más de sí, precipitándose hacia el abismo. Danny tiene que soltar el prisma para poder agarrarlo antes de que caiga al vacío. Pero los dos están al límite: el profesor ha invertido todas sus fuerzas en sostenerlo. Y él… él puede que tenga el hombro dislocado.

Profesor Vanister (NE): Señor Dalton… márchese…
Danny Dalton: Ni… de… coña, profe… Aun tiene una… promesa que cumplir. Tiene… que… llevarnos… ¡a casa!

Un último esfuerzo está a punto de arrancarle el brazo del lugar que Dios y su anatomía le dieron. El grito es de auténtico dolor. Pero funciona. Y ambos acaban tendidos en el suelo de aquella caverna, agotados y destrozados. Por un momento recuerdan el motivo por el que se han jugado la vida y lo contemplan: en el suelo, brillante y devolviéndoles una mirada imposible. El prisma.

De regreso al exterior, ante “Margaret 2.0” y con un Fred Fesster recuperado de sus heridas, el grupo de aventureros se reúne para seguir adelante con aquello que los trajo aquí…

Maese Fesster (DF): Según las leyendas, se dice que el elfo sacrificará su inmortalidad. El enano, aquello que más apreciaba, el mineral mithril. Y el humano la mitad de su larga y próspera vida.
Ben Braddock (NE): ¿La… mitad?
Profesor Vanister (NE): Debe referirse a la esperanza de vida. Si un cuerpo está programado para morir con ochenta años…
Leonard Powell: No llegarías a los cuarenta. Cojonudo…
Danny Dalton: Vale, aquí Lord Powell va a ceder su inmortalidad le guste o no. Los enanos tienen ese mithril a patadas… ¿Quién sacrificará la mitad de su vida?

Por extraño que parezca, la discusión entre los aventureros no es por evitar ocupar el puesto sino por todo lo contrario. Cada uno por sus propios motivos, ninguno de ellos quiere que sus compañeros ocupe ese lugar. Finalmente, es el azar quien decide el destino.
Y es el azar el que designa a Ben Braddock.

En el interior de una de las casas de piedra que rodean la entrada a las minas Dalton, nuestros héroes presencian como Maese Fesster ultima cada uno de los detalles para llevar a cabo el ritual. Lord Powell, atado y amordazado, asiste impotente al rito que le privará de su codiciada inmortalidad. Los enanos allí presentes se mofan de él a sus anchas.

Ben Braddock (NE): Leonard… (preocupado porque, en el fondo, Lord Powell es el padre de Leonard) ¿Estas bien? No tienes por qué ver…
Leonard Powell: Por mí como si lo matan.

Habiendo terminado de lanzar una extraña y larga letanía, de las manos de Maese Fesster brotan tres haces de luz que envuelven respectivamente a Lord Powell, el pequeño montón de mithril enano que reposa en el suelo… y a Ben Braddock. Éste siente como sus entrañas arden durante unos breves pero a la vez largos segundos. Finalmente, cae de rodillas, agotado… y con un leve hilo de sangre cayendo por su nariz. Por su parte, el montón de mithril es ahora un puñado de piedras negras sin valor. Y Lord Powell yace inconsciente en el suelo.

Danny Dalton (ayudando a Ben a incorporarse): Capi, ¿Estas bien?
Ben Braddock: Si… Estoy bien, estoy bien.
Leonard Powell: ¿Qué es esto? (arranca una prematura cana del pelo de Ben) Joder…

El profesor Vanister toma entre sus manos el Libro de las Sombras. Al abrirlo, encuentra un nombre grabado a fuego en la primera de sus páginas. “Garius Voldan”. Antes de poder tan siquiera sonreír por su triunfo, el Libro se cierra por sí solo, guiado por una fuerza a todas luces sobrenatural.

Profesor Vanister (NE): Va… vaya… (sobresaltado)
Ben Braddock (NE): Me parece que ha funcionado, ¿no, profesor?
Profesor Vanister (NE): Eso parece, señor Braddock… (mira al Libro con evidente inquietud) Eso parece…

Con el alma de Garius Voldan de nuevo encerrada, nuestros aventureros dejan atrás las minas Dalton donde Lord Powell se enfrentará a la ira del pueblo enano. La tanqueta atraviesa los campos mientras las luces del atardecer van llegando al reino de Springfield. Ante las puertas de la fortaleza del Rey Sullivan les aguarda una comitiva presidida por el propio rey, Sir Edward Braddock, Nora Thompson y varios soldados.

Rey Sullivan III (DF): Gracias por todo… Por vuestra victoria sobre el pérfido Garius Voldan, os declaro libre de los cargos de engaño contra el reino.
Sir Edward Braddock (DF): El juicio del pueblo lo has evitado, quien quiera que seas… (se aproxima a Ben) Pero el mío, no. Si volvéis… yo mismo me encargaré de vosotros.
Profesor Vanister (NE): Eso me recuerda… Majestad, debéis estar preparados. Es muy posible que lleguen más viajeros como nosotros. Pero ellos… Ellos no tendrán buenas intenciones.
Rey Sullivan III (DF): ¿A qué os referís?
Danny Dalton: A que es posible que nos estén persiguiendo, majestad. Tened cuidado, ¿vale?
Ben Braddock (NE): Fred… Cuida de Nora.
Maese Fesster (DF): No, Ben. Esta vez debes dejar que vaya con vosotros.
Ben Braddock (NE): Me temo que te aguarda una aventura aun mayor que la que me espera a mí… la de ser padre.
Maese Fesster (DF): Un momento… (mira a Nora) ¿voy a…? Oh, Dulce Amanautor…

La mayor parte del grupo está ya en el interior de “Margaret 2.0”, en donde también aguarda un inconsciente Russell T. Dalton. Ben lanza una última mirada al enorme castillo del Rey Sullivan. Y es entonces cuando escucha la voz de su padre.

Sir Edward Braddock (DF): ¡Tú, extranjero! (se acerca a Ben) Hay una última cosa que debo pedirte.
Ben Braddock (NE): ¿Qué deseáis?
Sir Edward Braddock (DF): Nunca pude despedirme de mi hijo.

Ben apenas tarda un segundo en comprenderlo: ambos son de mundos diferentes. Y al mismo tiempo, ambos se han perdido mutuamente en ambos. A fin de cuentas, él tampoco pudo despedirse de su padre. El abrazo es breve, intenso y triste. Como lo hubiese sido de haber sido su auténtico padre.

Cuando Ben regresa al interior de “Margaret 2.0”, lo hace con las lágrimas a punto de brotar de sus ojos. Los sistemas comienzan a ponerse en marcha y Leonard pisa el acelerador de “Margaret 2.0”

Profesor Vanister (NE): Muy bien, coordenadas para el salto al paralelo Neverend establecidas. Caballeros… abróchense los cinturones.
Ben Braddock (NE): Volver a casa… De repente no parece tan mala idea.
Danny Dalton: Si, Capi. Y nosotros estaremos más cerca de volver a nuestro mundo.
Leonard Powell (acelerando): Muy bien, agarraos.
Margaret 2.0: SISTEMA DE SALTO ACTIVADO. INTEGRIDAD MOLECULAR 99%, 98%, 97%...
Ben Braddock (NE): ¡¡Profesor!! (señala el libro) ¡Mire!

Y todos lo ven. El prisma dentro de la cámara de contención no es lo único que brilla cuando las luces de la tanqueta se apagan. El Libro de las Sombras reluce con una energía rojiza y levita en el aire. Paradójicamente, es lo único dentro de esa tanqueta que no vibra como si fuese a estallar en cualquier momento.

Y con un destello, “Margaret 2.0” vuelve a dar un salto al infinito.

EPILOGO

Universo Twinfield.
Hospital Powell, dependencias privadas.

“¿Qué ha pasado? ¿Y qué demonios hago en un hospital?”

Eran el tópico de las preguntas que haces cuando despiertas de un accidente de tráfico. Pero el cerebro de Rayna, pese a su elevadísimo coeficiente intelectual, aun trataba de ubicarse. Ordenaba las piezas de sus recuerdos como un confuso puzzle: iba camino de Springfield, a más velocidad de la recomendada… pero no había sido eso lo que la había sacado de la carretera. No. Y recordaba a Marcus. Le recordaba sosteniéndola en brazos. ¿O esa parte la había soñado?

Rayna miró a su alrededor, en torno a las sombras que poblaban la habitación de hospital en la que había despertado. Una voz en la oscuridad dejó claro que no estaba todo lo sola que deseaba estar.

- Espero que se encuentre mejor, señorita Saint Johns.

El hombre, sentado en un cómodo sillón, se incorporó y caminó lentamente hasta su cama. A Rayna le pareció que cojeaba levemente.

- ¿Quién es usted? – Rayna hizo ademán de incorporarse.- ¿Es médico?
- No soy médico, señorita St.Johns… - Devon Powell dejó que la joven pudiera ver su rostro bajo la luz que se filtraba por las rendijas de la ventana. – Soy un admirador de su trabajo.

De repente y antes de que Rayna pudiera responder a su insólito comentario, unas carpetas cayeron sobre el regazo de la joven. Sobresaltada y aterrada, Rayna descubrió que había un hombre más con ellos: sobresaltada porque era lo bastante silencioso como para haber permanecido en las sombras junto a ella sin que se diese cuenta. Y aterrada porque, además de su intimidante presencia, lucía un rostro atrozmente desfigurado por el fuego. Quizá por eso Rayna tardó unos segundos en darse cuenta de cual era el contenido de aquellas carpetas. Un contenido que no tardó en reconocer…

- Un momento… Son mis notas de trabajo. ¿Cómo han…?
- El señor Kyle es un hombre de muchos talentos, señorita St. Johns. Pero comprendo su indignación… A fin de cuentas, yo también he sido víctima de un robo.
- ¿Y qué tiene eso que ver con…?
- ¿Con usted?
– Devon Powell esbozó una sonrisa.- Todo, señorita St.Johns. Porque es usted la que me ayudará a dar con los ladrones.

CONTINUARÁ…

domingo, 14 de diciembre de 2008

Sesión 06-12-2008


ANTERIORMENTE, EN "NEVERFIELD"...
Danny Dalton: Vale. Ahora el Libro es un libro y las Sombras... Se han ido.
Profesor Vanister (NE) ¿Y si han ido a otros Springfield?
Leonard Powell: ¿Y si han ido…? (mira Danny) ¿Y si han ido al nuestro?

ATRAPADOS EN UNA ODISEA DIMENSIONAL…
Profesor Vanister (NE): Un mundo paralelo, señor Braddock; no lo olvide.
Aunque parezca idéntico al suyo, siempre hay alguna diferencia por pequeña que ésta sea.
***
William Whitehouse (DF): Todo empezó hace un año, cuando el Rey Sullivan III
condenó a muerte al Padre Carnahan por herejía contra Amanautor.


UN VIAJE A TRAVÉS DE REALIDADES ALTERNATIVAS...
Lord Powell (DF): Majestad, seré claro: necesitamos la gema del poder eterno.
Maese Dalton (DF): No se la pienso dar a ningún humano. ¡Y mucho menos a un elfo!

TODOS BUSCAN EL CAMINO DE VUELTA A CASA...
Danny Dalton (dándose cuenta): Este niño... Eres tú, ¿verdad?
Leonard Powell: Te está engañando, Danny. Es un demonio del inframundo, disfrazado como yo... Si te lo llevas, ocupará mi cuerpo.

PERO NO TODOS VIVIRÁN PARA ENCONTRARLO.
Danny Dalton (ante la dragona en la que se acaba de convertir Alma Grant): Vale. Vas a comerme, ¿verdad?

Episodio 2x10.- DRAGONSFIELD (Parte 4)
"King Arthur" - Hans Zimmer.

Ben Braddock (NE): Hay algo que todos deben saber… No somos quienes ustedes creen.

Todos los presentes en el salón del trono guardaron silencio.

Incluso los murmullos constantes de la interminable discusión entre Maese Jak Dalton y Lord Powell se vieron apagados por la revelación del joven Braddock. Todo lo que vino a continuación fue la repetición de lo que, para Leonard Powell y los demás viajeros dimensionales se había convertido ya en una costumbre: explicar de donde venían, qué eran los mundos paralelos. Ben agradeció tener a su lado al profesor para poder aclarar los detalles más confusos. Sin embargo, las explicaciones técnicas y racionales no podían aplacar el temor irracional hacia lo desconocido.

Y por eso, el Rey Sullivan ordenó a la guardia rodear a Ben y al profesor como si de una amenaza se tratasen…

William Whitehouse (DF): ¡Majestad! ¡Escuchadme! (se interpone entre las lanzas y Ben y el profesor) ¡Sé que no me consideráis digno de confianza… pero todos hemos oído hablar de las profecías. ¡Las que dicen que los héroes volverán y acabarán con la maldición! ¡Y lo han hecho! (los señala) Sean o no quien dicen ser… en el fondo… son ellos.

Ben miró a Billy. Había sido arriesgado dejarlo entrar con ellos en la sala del trono. Lo habían perdido de vista durante la aparición del dragón pero tanto Ben como el profesor suponían que había regresado al pueblo, a cuidar de sus padres. Lo que no esperaban era verlo regresar… con tan malas noticias.

Sir William Whitehouse (DF): Majestad, os lo ruego… La maldición ha cambiado. A peor. Ahora ya no afecta a las gentes de Springfield durante la noche. Han cambiado estando el sol aun en el cielo. ¡Me temo que se nos acaba el tiempo!

Ben no pudo evitar pensar en lo parecido que ese Billy lo era del amigo al que había dejado atrás, en su mundo natal. Era diferente… y al mismo tiempo, era la misma persona. Como Nora. Como su padre. Todo era tan parecido que incluso su hermano Eddie estaba a punto de morir. No lo haría en el Golfo y por una herida de bala. Pero lo haría encerrado en una catacumba, ejecutado por los propios hombres a los que comandó una vez… y antes de que pudiera convertirse en un monstruo. Uno de esos seres en los que se convertían los habitantes de esta versión de Springfield.

La posibilidad de que la profecía fuese cierta hizo que la corte al completo se replantease las opciones más drásticas (como ejecutar a los impostores) Pero eso no evitó algunas de las consecuencias más dolorosas.

Ben Braddock (NE): Esto no me pertenece… (arroja su espada al suelo) No soy digno de ella.
Sir Edward Braddock (DF) (la recoge y golpea la cara de Ben con su guantelete) Por supuesto que no.

Ben aun nota la sangre en su labio cuando un apurado Danny Dalton irrumpe en la sala del trono.

Danny Dalton: Vale, ¿qué me he perdido?
Profesor Marcus Vanister (NE): El señor Braddock ha revelado nuestra auténtica identidad como viajeros dimensionales. Pero… (nota el nerviosismo de Danny) ¿Le ocurre algo, señor Dalton? Ni que hubiese visto un fantasma…
Danny Dalton: Ni se lo imagina, profe…

Y Danny, advirtiéndoles de que nadie en la corte puede saberlo, lo cuenta en voz baja a sus compañeros. Una historia sobre jóvenes hechiceras que leen el pensamiento… y que se convierten en dragones. Casi tan alucinante como la explicación de cuanto nuestros amigos descubrieron en su visita al mausoleo.

Profesor Marcus Vanister (NE): En conclusión, caballeros… (tras haber explicado a grandes rasgos la situación) Garius Voldan está empleando el alma del difunto Padre Carnahan para, ahora que fue liberado del Libro, tomar forma física en este universo. Y es el mausoleo el lugar que ha servido de cubil al sacerdote de Garius Voldan, el hombre al que en nuestro mundo llamamos… Russell T. Dalton.

Y con esas palabras, Danny y Ben vuelven a entrar en la sala del trono llevando a un inconsciente Russell. La sorpresa de la corte es casi tan grande como la de nuestros héroes al conocer el nombre que recibe su compañero de fatigas en este universo.

Sir Edward Braddock (DF): No puedo creerlo… Russell Braddock.
Danny y Ben (a la vez): ¿¿Braddock??
Profesor Marcus Vanister (NE): Claro… Eso explica porque su padre es un enano y él era un humano. Fascinante.

Su majestad el Rey Sullivan III explica a los presentes que Russell Braddock era un infame miembro de la familia Braddock, el cual había sido acusado de emplear ritos prohibidos de magia negra… para prolonga de forma antinatural su vida. Un adorador de los Profetas de Garius Voldan, una orden de adoradores de aquel pérfido hechicero.

Sin embargo, no hay mucho más tiempo para largas historias: quedan pocas horas para que se cumpla el ultimátum dado por Russell Braddock a bordo de su dragón de hueso.

Ben Braddock (NE): No nos queda tiempo para discusiones… Maese Dalton, Lord Powell… les hemos contado la verdad sobre nosotros. Hemos confiado en ustedes. Es hora de que ustedes lo hagan por nosotros.
Maese Jak Dalton (DF): Pero, nos han mentido y…
Ben Braddock (NE): Y podríamos haberlo seguido haciendo. Pero eso no hubiera ayudado en nada. Como tampoco lo hará que ustedes sigan discutiendo. Eso solo ayudará a alguien…
Profesor Vanister (NE): A Garius Voldan.

Consiguiendo que dejen aparcadas sus diferencias por un momento, Maese Jak Dalton acepta entregar la joya del poder eterno para llevar a cabo el ritual que puede volver a encerrar el alma de Garius Voldan en el Libro. Por su lado, Lord Powell acepta en escoltar a nuestros héroes (y al lider de los enanos) hasta la ciudadela de los elfos.

Profesor Vanister (NE): Yo me quedaré en el castillo, junto al señor Whitehouse… Puede que entre los libros de mi versión en este paralelo pueda encontrar algo de utilidad. Y, Ben…(en voz baja) Tenga cuidado con Lord Powell.

"MARGARET 2.0" se pone en marcha con el rugido de sus motores. Mientras Danny Dalton aprieta con fuerza el acelerador, conecta un programa de mp3 en el ordenador de a bordo del vehículo. La música resuena atronadora a través de la megafonía de la tanqueta, mientras deja atrás el castillo.

Maese Jak Dalton (DF): Montañas de Mithril… (alucinado) ¿Qué clase de artefacto de metal es este?
Danny Dalton: Y lo que es peor… ¿Qué clase de friki pone en un playlist la banda sonora de "Piratas del Caribe"?
Lord Powell (DF): Señor Braddock, cuando lleguemos a las Torres cogeremos el pergamino que necesito. El que contiene el conjuro para…

Un golpe seco en el lateral de la tanqueta los pilla a todos por sorpresa.

Ben Braddock (NE): ¡Tenemos compañía!

Ben abre la compuerta superior de la tanqueta y contempla la escena: atraviesan a toda velocidad los prados, rumbo al sur. Pero la noche ya había caído cuando dejaron el castillo… y las criaturas salvajes, parecidas a extraños monstruos de piel verde y fibrosa, salen al encuentro de lo que para ellos es poco más o menos que comida enlatada.

Ben intenta ponerse a los mandos de la ametralladora pero uno de los más rápidos consigue saltar sobre la tanqueta, hiriéndole de gravedad en el hombro. Cae al interior del vehículo… ¡y la criatura entra con él! Sin tiempo a pensar, Ben aferra uno de los subfusiles que había en el arsenal de "Margaret 2.0" y aprieta a ciegas el gatillo. Sólo un milagro impide que las balas reboten contra las paredes del reducido compartimento. En su lugar, el pecho de la criatura se convierte en un surtidor carmesí que cubre a Ben de carne y sangre.

Cuando cae al suelo una vez muerta, la bestia recupera su forma original… mostrando a un anciano con aspecto de vagabundo.

Ben Braddock (NE): El… el viejo Phil… (suelta el arma, aun humeante)
Maese Jak Dalton (DF): Extraño artefacto, ¡por Mithra! (contempla el arma)
Lord Powell (DF): Déjeme ver esa herida, Sir Braddock… (una imposición de manos y una oración hacen que, con un leve haz de luz curativa, las heridas de Ben se cierren) Ya está.
Danny Dalton (aminorando la marcha): Muy bien, gente. Creo que hemos llegado…

Cuando salen, Ben y Danny no pueden evitar dejar fija su mirada sobre las dos inmensas torres de marfil blanco que, rodeadas por pasarelas, ascienden en la noche, iluminadas por el brillo de la luna llena. No son rascacielos… Ninguna mano humana podría construir algo así.

Maese Jak Dalton, al ser un enano, se ve obligado a permanecer dentro de "Margaret 2.0". Danny y Ben, sin embargo, tienen el privilegio de acompañar a Lord Powell hasta sus dependencias privadas, en lo más alto de una de las torres. El interior de la misma resplandece con la misma luz y aura de limpieza que el resto: muy diferente a la suciedad que imperaba en la fortaleza humana. Sin embargo, lo más sorprendente es ver caras conocidas entre la guardia elfa que circula por los pasillos. Tyler Crow, enfundado en una impresionante armadura dorada, hace un intento por impedir el acceso de dos humanos al interior de la última planta.

Y es allí, en lo más alto de la torre, donde Danny Dalton contempla la inmensidad del reino de Springfield. En la noche, se pueden ver las luces del castillo del rey Sullivan. Y un escenario sacado de un cuento de hadas… que no deja de ser, en el fondo, su propio hogar.

Mientras, pulsando un resorte en una de las estanterías que hay en la estancia, Lord Powell accede a un compartimento secreto. Allí, seguido por Ben Braddock, rebusca entre unas estanterías aun más llenas de libros y secretos. Lord Powell apenas si tarda unos segundos en encontrar lo que busca. Están a punto de abandonar la estancia cuando algo llama la atención de Ben. Es un símbolo. Una calavera gravada en la piedra, rodeada de lágrimas talladas en bajorrelieve. Intenta recordar.
Pero no puede hacerlo. De hecho, no es lo único que de repente no puede hacer.
No puede moverse. Literalmente, está paralizado.

Ben contempla impotente a Lord Powell, quien sonríe… dejándole encerrado en aquel cubil secreto. Danny aun está fuera, ensimismado por la vista de pájaro del reino de Springfield. Es entonces cuando la puerta del despacho se abre… dejando paso a un grupo de guardias armados con arcos y encabezado por Tyler Crow.

Por si necesitara alguna prueba más de su traición, Lord Powell regresa del cubil secreto con una sola palabra en los labios.

Lord Powell (DF): Matadlo.
Danny Dalton: Vale.

Es una locura y lo sabe. Como si tuviese otra opción. Esquiva el primer intento de ensartarlo con una espada y, con el mismo movimiento, agarra un busto de piedra que Lord Powell tiene en su mesa. Y mientras corre hacia el ventanal… lo arroja contra él.

Mientras los arcos se tensan y las flechas se preparan para volar hacia él; el busto abre la primera brecha en el ventanal. El resto tiene que hacerlo el propio Danny… atravesando lo que queda de cristalera con su cuerpo. Eso no evita que una de las flechas se clave en su costado. Casi de milagro, Danny consigue aferrarse a una de las pasarelas decorativas que recorren en espiral el exterior de la torre. Se desliza como si fuese el tobogán de un parque temático… pero con una flecha clavada en el costado, la diversión se convierte en dolor.

Aunque son más de diez pisos de bajada, Danny llega al suelo antes de que la guardia de Tyler Crow llegue allí. "Otra de las ventajas de que en este mundo no haya ascensores" piensa Danny mientras mete el código de acceso en la compuerta de "Margaret 2.0".

Maese Jak Dalton (DF): ¡¡Por Mithra!! (saliendo del blindado, empuñando su enorme hacha)
Danny Dalton: Es una trampa… (subiendo a la torreta y disparando contra los balcones de la torre, desde los que disparan flechas varios elfos) … ¡Póngase a cubierto!

Mientras tanto, en lo más alto de la torre, el hechizo de Lord Powell deja de tener efecto: Ben consigue salir del cubil secreto del hechicero elfo y, habiendo atraído Danny toda la atención, no le resulta difícil escabullirse empleando el mismo "tobogán improvisado" que utilizó el propio Danny.

Para cuando Ben llega al nivel del suelo, el estampido de la calibre cincuenta ha cesado por un segundo. Al ver la escena lo comprende todo: Tyler Crow y el resto de la guardia elfa permanece ante las puertas de la torre. Y unos pasos por delante está Lord Powell, con su mirada fija en Danny. El cual… está paralizado.

Lord Powell (DF): Muy bien… Y ahora quiero que utilices ese artefacto y acabes con ese miserable enano.
Danny Dalton (resistiendo el control mental): Ni… de… coña…
Ben Braddock (NE): ¡¡Danny!!

Y Ben sale de su escondrijo, corriendo como si fuesen las yardas más importantes del partido clave de la temporada. Aunque lo suyo no es el baseball, se desliza por la tierra consiguiendo hacer que Lord Powell pierda el equilibrio y, lo que es más importante, la concentración.

Tyler Crow (DF): Maldita escoria humana… (pisa la cara de Ben Braddock, dispuesto a aplastarle) ¡Muere!
Danny Dalton (libre de la parálisis): Tu primero, colega...

Los proyectiles atraviesan la armadura élfica de Tyler Crow como lo hacen con su carne. Su cuerpo cae pesadamente sobre el suelo, convertido en picadillo de carne. De nuevo, en menos de dos horas, Ben vuelve a encontrarse cubierto de sangre ajena. Pero no hay tiempo para quejarse o para mostrar repugnancia…

Lord Powell (DF): ¿Qué…? (intentando incorporarse)
Ben Braddock (NE): A dormir, amigo. (y, aun en el suelo, le propina una fuerte patada en la cara que lo deja inconsciente)

Cogiéndolo como rehén, a nuestros héroes no les resulta muy difícil salir con vida de la ciudadela élfica. Una vez en marcha, la travesía hasta el castillo les obliga a volver a cruzar los prados infestados por los monstruosos habitantes de Springfield.

Danny Dalton: Muy bien, capi… (a los mandos de la ametralladora) Voy a despejarte el camino.

Bajo la luz de la luna, el fuego automático mantiene alejados a los monstruos que osan acercarse más de la cuenta al vehículo. Mientras, con el cielo púrpura del alba, la fortaleza del castillo comienza a perfilarse en el horizonte.

Ben Braddock (NE) (a través de la megafonía) ¡LOS DEL CASTILLO! ¡EN NOMBRE DE BENJAMIN BRADDOCK, ABRID LAS PUERTAS!
Danny Dalton: ¡Capi!¡Estos bichos se acercan muy deprisa! ¡Acelera!
Ben Braddock (NE): ¡Agárrate!

Ben recuerda por un instante aquella vez, cuando aun estaba aprendiendo a conducir la furgoneta de su padre. Aquella noche de invierno en la que derrapó por la carretera. Aquella vez en la que por poco se matan su padre y él. Lo más probable era que volcasen y entraran en la fortaleza dando vueltas de campana.

Los frenos chirrían y la tanqueta traza un giro de ciento ochenta grados mientras de los bordes de las puertas principales saltan chispas y esquirlas de piedra. Las voces de los guardias gritando "cierren las puertas" resuenan por toda la muralla mientras "Margaret" hace su entrada triunfal en el patio de armas de la fortaleza.

Danny Dalton: Capi… No ha estado mal.
Ben Braddock (NE): ¿Qué…? (aun alucinado) Ah… Gracias.

Habiendo dejado a un inconsciente Lord Powell atado a la camilla de "Margaret", Danny y Ben, junto a Maese Jak Dalton, salen al exterior. Allí, docenas de guardias y soldados corren de un lado para otro, preparándolo todo para la lucha final. El color púrpura en el cielo es solo un aviso de que el amanecer llegará de un momento a otro. Y con él, los problemas.

Ben y Danny ven salir de una de las torres al profesor Marcus Vanister acompañado de Billy Whitehouse. Ambos tienen marcas evidentes de haber sufrido una dura pelea…

Danny Dalton (viendo el estado en que se encuentran): Vale. Imagino que ya sabéis que era una trampa.
Ben Braddock (NE): Profesor, ¿qué…?
Profesor Marcus Vanister (NE): Morgan Kyle, señor Braddock. O su versión en este mundo al menos… Intentó matarnos mientras estaba investigando en la biblioteca de mi alter-ego mago. Por suerte… (señala a Billy)
Danny Dalton: La constante Whitehouse, ¿no, profe?
William Whitehouse (DF) (sin entender de lo que hablan): Mi... ¿qué?
Profesor Marcus Vanister: ¿Y ustedes?
Ben Braddock (NE): Otra constante. La de que los Powell son escoria traicionera…

Ben extrae de su cinto el pergamino que le arrebató a Lord Powell y acude a los establos, de los cuales sale un visiblemente agotado Fred Fesster.

Maese Fesster (DF): Sir Braddock… Su hermano ha sido enviado a las catacumbas y encadenado, como dijo.
Ben Braddock (NE): De acuerdo… (le entrega el pergamino) Lord Powell no quería devolver el alma de Garius Voldan, sino justamente lo contrario. Este es el hechizo… ¿podrías darle la vuelta?
Maese Fesster (DF): ¿Invertir los efectos? No lo sé…
Ben Braddock (NE): Fred, no tenemos mucho tiempo…

Como si necesitase una confirmación de ello, un escalofriante alarido surca el cielo púrpura del amanecer. Durante un segundo, todos los guardias y soldados quedan paralizados por el miedo. Es justo lo que necesita el dragón de hueso para hacer su aparición, sobrevolando la fortaleza ¡y arrojando una lluvia de ácido sobre el patio de armas!

Ben Braddock (NE): ¡Vamos! (ayudando a Maese Fred) ¡Profesor, conmigo!
Profesor Vanister (NE): ¡Señor Braddock! (corriendo como él hacia la torre) ¿Dónde está el señor Whitehouse?
Ben Braddock (NE): ¿Billy? (se da la vuelta, apenas con el tiempo justo de ver como Billy queda atrapado entre la lluvia de ácido y Margaret) ¡¡¡Billy!!!

En mitad del caos que impera en el patio de armas, Danny Dalton apenas si puede reaccionar cuando el vómito de ácido cae sobre él. Se aferra instintivamente a su subfusil, como si aquello fuese a salvarle.
Pero no es eso lo que le salva.
El ácido, como una ola de dolor y muerte, salpica y quema el ala plateada de la gigantesca dragona. Pero no llega a tocar ni un solo ápice de la piel de Danny Dalton.

Danny Dalton: Alma…
Alma (DF) (telepáticamente): Sube, Daniel Dalton.

Y mientras el fuego provocado por el ácido, entre los gritos de los soldados y el humo de la batalla que acaba de comenzar, Danny Dalton sube a lomos de un gigantesco dragón plateado.

Recostado contra la chapa metálica del extraño carruaje que trajo a estos falsos héroes a su mundo, Billy Whitehouse sonríe mientras muere lentamente. Las quemaduras lo matarán en cuestión de minutos. Pero no le importa. La profecía se ha cumplido: el jinete y el dragón se alzan en el cielo, dispuestos a acabar con el mal que infecta a su pueblo.
Aunque quizá no es el jinete que había imaginado.


Y mientras su oponente encapuchado sostiene una lanza sobre su dragón de hueso y muerte; Danny Dalton se acomoda a lomos de Alma… y quita el seguro de su subfusil Heckler & Koch.

Danny Dalton: Muy bien, tío feo… Vamos a jugar.

CONTINUARÁ…

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Sesión 29-11-2008

ANTERIORMENTE, EN "NEVERFIELD"...
Danny Dalton: Vale. Ahora el Libro es un libro y las Sombras... Se han ido.
Profesor Vanister (NE)
¿Y si han ido a otros Springfield?
Leonard Powell: ¿Y si han ido…? (mira Danny) ¿Y si han ido al nuestro?

ATRAPADOS EN UNA ODISEA DIMENSIONAL…
Profesor Vanister (NE): Un mundo paralelo, señor Braddock; no lo olvide.
Aunque parezca idéntico al suyo, siempre hay alguna diferencia por pequeña que ésta sea.
***
William Whitehouse (DF): Todo empezó hace un año, cuando el Rey Sullivan III
condenó a muerte al Padre Carnahan por herejía contra Amanautor.

UN VIAJE A TRAVÉS DE REALIDADES ALTERNATIVAS...
Rey Sullivan III (DF): El Libro. El Libro de las Sombras.
El único objeto que, según sus palabras, podría detener para siempre a Garius Voldan.

TODOS BUSCAN EL CAMINO DE VUELTA A CASA...
Danny Dalton (intenta ayudarlo): Tío Russell, ¿qué ha pasado? ¿Dónde esta Margaret?
Russell T. Dalton: La oculté… en donde siempre estuvo la reserva india… junto a la mesa rocosa de Dry Rock

PERO NO TODOS VIVIRÁN PARA ENCONTRARLO.
Profesor Vanister (NE): ¿Señor Powell? (le toma el pulso) Oh. Dios. Mío…
Ben Braddock (NE): No tiene pulso…

Episodio 2x09 DRAGONSFIELD (Parte 3)

Lord of the Rings: The Two Towers
(Howard Shore)

"Es científicamente... imposible."
El pensamiento se repite una y otra vez en la cabeza del profesor Marcus Vanister mientras contempla el inmenso dragón de hueso que sobrevuela el castillo. Una parte de él le dice que haría bien en apartarse de la ventana de la torre, ceder al mismo pánico que marca los gritos de las gentes del castillo. Por otro lado en los aposentos de Maese Fesster (el joven hechicero de la corte) las voces que resuenan son las de sus compañeros...

Danny Dalton: Tiene que haber alguna manera Fred.
Fred Fesster (DF): Vuestro amigo ha cruzado la frontera entre la vida y la muerte, señor. Traer su alma significaría cruzar esa línea. Y tendría que ser alguien de confianza. Alguien capaz de convencerle para regresar... Pero es peligroso. El alma de esa persona también podría verse arrastrada por la del joven Leonard... Puede que para siempre.
Danny Dalton: Vale. ¿Qué tengo que hacer?

Sobre las voces de pánico que resuenan por todo el patio de armas, sobresale el grito de batalla de Sir Edward Braddock, llamando al mismísimo dragón de hueso. Éste responde a su desafío, descendiendo hasta pisar el suelo. Entre el polvo levantado, la criatura extiende su cuello como un puente de huesos a través del que desciende su jinete: el siniestro hechicero encapuchado que nuestros amigos pudieron ver en Dry Rock.

Sacerdote (DF): Rendid el castillo o todos sucumbiréis.
Sir Edward Braddock (DF): Criatura infernal... ¡Ni tú ni tu dragón podréis hacer frente a la vengadora sagrada!

Pero el impetu de la carga con la que Sir Braddock se lanza contra el sacerdote se ve bloqueado por un gesto de sus manos: un hechizo arroja al valiente caballero varios metros hacia atrás, estrellándolo contra las maderas de un establo. Nuestros amigos, que habían bajado al patio de armas cubiertos por un hechizo de invisibilidad de Maese Fesster, contemplan la escena.

Ben Braddock (NE): ¡¡¡Papá!!! (el profesor lo retiene, impidiendo que el Dragón pueda escucharlos)
Sacerdote (DF): Tenéis dos noches para rendir el castillo.

Y con un gesto del sacerdote, el gigantesco dragón de hueso vuelve a inclinar su cabeza. Una vez a lomos de semejante monstruo, la criatura alza de nuevo el vuelo, perdiéndose en el horizonte. Con la amenaza lo bastante lejos, Maese Fesster retira el hechizo de invisibilidad...

Ben Braddock (NE): Papá... (ayudando a su padre a incorporarse) ¿estas bien?
Sir Edward Braddock (DF): Tenemos que hablar con el Rey Sullivan...
Ben Braddock (NE): Papá, necesitamos un lugar seguro donde escondernos. Es imprescindible que salvemos al hijo de Lord Powell.

De regreso a los aposentos de Ben Braddock en el castillo, con vigilancia armada custodiando las puertas; el joven Maese Fesster lee los libros que ha cogido de forma apresurada de su torre.

Danny Dalton: Vamos Fred. No tenemos tiempo y sé que puedes hacerlo… Sé que eres un gran tipo, confío en ti.
Fred Fesster (DF): Pero, señor… ¡apenas me conoce!
Danny Dalton: Hazme caso, Fred. Eres una de las mejores personas que he conocido.

Nuestros protagonistas no tardan en ser llamados a la reunión de emergencia que ha convocado el Rey Sullivan III. Y una vez allí, tras las oportunas reverencias ante su majestad y sus consejeros...

Rey Sullivan III (DF): Joven Braddock... Me ha comentado tu padre que estas intentando salvar la vida de Leon Powell.
Ben Braddock (NE): Asi es majestad.
Rey Sullivan III (DF): No hay tiempo para eso, tenemos que decidir que plan vamos a seguir...
Profesor Vanister (NE): Es simple y complicado a la vez, majestad. tenemos que prepararnos para atacar o defendernos.
Ben Braddock (NE): Pero el hijo de Lord Powell es fundamental, es nuestra arma secreta, como cuando el entrenador decía antes del partido que…
Rey Sullivan III (DF): ¿Entrenador?
Profesor Vanister (NE): Majestad, (llamando la atención del rey) se refería a su instructor de armas...
Rey Sullivan III (DF): Entiendo. Bien Benjamin, espero que realmente sea importante como para perder el poco tiempo que nos queda antes del ataque.

En ese momento, la doble puerta de roble de la sala se abre y hacen su entrada Lord Powell y Maese Dalton: elfo y enano discuten entre sí, echándose las culpas el uno al otro, sobre lo que le ha pasado a sus hijos. Después de unas cuantas puyas por parte de cada uno, Lord Powell zanja el asunto y habla directamente al rey Sullivan.

Lord Powell (DF): Majestad, seré claro: necesitamos la gema del poder eterno. Puede ser decisiva en nuestro enfrentamiento, pero este... (contiene un insulto) este enano no lo entiende.
Maese Dalton (DF): No se la pienso dar a ningún humano. ¡Y menos aun a un elfo! Es una reliquia familiar, nos pertenece a nosotros. ¡Y seguirá siendo asi!
Ben Braddock (NE): Si no lo hace, tendrá la culpa de la destrucción de sus minas y de todo el reino...
Maese Dalton (DF): Descarada cría de humano... (echando mano de su hacha)

Ante la amenaza, Sir Edward Braddock y el resto de la guardia real se interponen entre él y el joven Ben Braddock. Por suerte, Danny Dalton trata de calmar a su padre, tratando de convencerle de que, pese al supuesto hechizo, sigue siendo su hijo...

Maese Dalton (DF): Todavia no sé si eres mi hijo... pero vamos a averiguarlo ahora mismo. Maese Fesster, lance una plegaria a Amanautor para ver el verdadero rostro de aquel que dice ser mi hijo...

Nuestros protagonistas comparten una misma mirada inquieta: si Jak Dalton descubre que Danny no es su auténtico hijo, las cosas se pondrían muy difíciles para todos. Por la mente de Ben Braddock cruza una idea fugaz. Es una locura y lo que es peor una mentira. Otra más. Antes de decirla en voz alta, Ben se plantea lo fácil que le resulta mentir. Y no le gusta.

Ben Braddock (NE): ¡Sabemos la identidad del sacerdote! (todos se giran y lo miran con expectación) Esta noche revelaremos su identidad.
Lord Powell (DF): ¿Esta noche? ¿Y porque no Ahora?
Profesor Vanister (NE): Todo a su tiempo, Lord Powell. Todo a su tiempo.

Pese a las diferencias que parece haber entre enanos y elfos, ambos se sienten igualmente contrariados por la situación de sus hijos. Y así, tanto Jak Dalton como Lord Powell abandonan la estancia, nada contentos: el primero porque aún duda de la identidad de su supuesto hijo. El segundo porque lo cree muerto.

Rey Sullivan III (DF): Muy bien. Aguardaremos su revelación. Mientras tanto, hagan lo que puedan para recuperar al joven León Powell. Quizá si salvamos su vida podamos garantizar la cooperación de los elfos ante la amenaza que se cierne sobre nosotros.
Ben Braddock (NE): Si, Majestad. Pero... vamos a necesitar un lugar seguro.
Rey Sullivan III (DF): ¿Mas seguro que el castillo?
Danny Dalton: Con todo respeto, "Majestad"... (se enciende un cigarrillo ante el asombro de los presentes) Hemos dicho que descubriremos al sacerdote que empezó todo esto. Le aseguro que van a intentar matarnos.

Pocos minutos después, con el rey retirándose a sus aposentos, todos los presenten abandonan la sala del trono. Todos... menos Danny Dalton y Alma Grant.

Alma Grant (DF): Antes de que intentes mentirme a mi también, debo advertirte que he leído tu mente. Sé quien eres realmente, Daniel Dalton. Y debo pedirte un favor. Hay algo oscuro encerrado en el viejo mausoleo...
Danny Dalton: Y quieres que nosotros echemos un vistazo. Vale. Pero antes tengo que salvar a un amigo...
Alma Grant (DF): No te hagas el duro. Recuerda que puedo leerte como un libro abierto, Daniel Dalton.
Danny Dalton: Pues si vuelves a hacerlo tal vez el libro se cierre de golpe, cariño.

Danny regresa a los aposentos de Ben Braddock, donde explica la situación a sus compañeros.

Danny Dalton: Vale, la cosa es así. Hace bastante tiempo, unos misteriosos guerreros encerraron el alma de ese tal Garius Voldan en un libro. Los antepasados de Braddock ayudaron a conseguirlo pero el libro y esos guerreros desaparecieron sin dejar rastro.
Ben Braddock (NE): ¿Alma te ha contado todo eso?
Danny Dalton: Y aun hay más, Capi. Dice que el alma del tal Voldan ha vuelto y que puede utilizar el cuerpo del padre Carnahan para sus fines. Al parecer, el bueno de Carnahan lanzó una maldición al pueblo hace cosa de un año...
Ben Braddock (NE): Y quiere que vayamos al mausoleo... Muy bien. Vamos, profesor...
Danny Dalton: Yo debo quedarme, Capi. Si hay alguien que puede traer de vuelta al pijo... ese soy yo.

Dejando en sus aposentos a Maese Fesster y Danny Dalton realizando el ritual para salvar a su amigo; Ben Braddock y el profesor Vanister acuden en busca de Sir Edward, a quien encuentran en sus aposentos, preparando su armadura para la batalla.

Sir Edward Braddock (DF): Así que queréis adentraros en el mausoleo...
Ben Braddock (NE): Padre, sé que es peligroso pero necesitamos comprobar nuestras sospechas antes de revelar la identidad del sacerdote y...
Sir Edward Braddock (DF) (interrumpe): No voy a detenerte, Benjamin... Pero antes de que te marches... Ya estás preparado para ésto (coge su arma más preciada, una impresionante espada consagrada a Amanautor) Arródillate.
Ben Braddock (NE) (susurrando): ¿Qué...? ¿Qué va a hacer, profesor?
Profesor Vanister (NE): No se preocupé, señor Braddock. (sonríe) Va a nombrarle caballero.
Danny Dalton
MALO CONOCIDO y BUENO POR CONOCER

Hace un segundo estaba en aquella habitación. Fred había terminado de pintar esa especie de círculo satánico en el suelo, como los de la portada del disco aquel de Black Sabbath. Pensar en las cosas que he dejado atrás ayuda. No mucho, pero ayuda. Había colocado el cuerpo de Leonard en ese círculo cuando Fred comenzó a entonar esa especie de canción.

Fue entonces cuando todo se volvió... sicodélico.

Con sicodélico quiero decir que cuando quise darme cuenta estaba en otra parte. Un pasillo de... bueno, no podría decirte la distancia exacta. Era largo, ¿vale? Y había un montón de puertas a ambos lados. Todas cerradas. Iba a abrir la que tenía más cerca cuando apareció ese crío asustado. No debía tener más de ocho años.
Y apareció de la puta nada, ¿vale?

Niño: ¡Señor! ¡Señor! ¡Necesito su ayuda, señor! ¡Quiere matarme!
Danny Dalton: ¿Quién quiere matarte, chaval?
Niño (señala una figura que aparece al final del pasillo): Él.

Y ahí estaba el pijo. El mismo Leonard al que ni le habría dirigido la palabra de no habernos metido en todo este fregado dimensional. El mismo al que había venido a salvar.

Leonard Powell: Venga, Danny... ¿En serio crees que haría daño a un crío?
Danny Dalton (cogiendo al crío en brazos): Entonces, ¿por qué le persigues?
Leonard Powell (sonríe): Porque está en mi mente. Y me pertenece. Entrégamelo.
Danny Dalton: Ni de coña.
Leonard Powell: Tsk, tsk, tsk... Estás en mi terreno, Danny. Aquí, mando yo.

Y entonces lo hizo. Leonard estaba aun ahí delante, de pie, mirándome. Y de repente aparecieron varios Leonard más. Era como en la peli esa de "Matrix", ¿vale? Pero yo no iba a quedarme a que me diesen una paliza. Agarré al crío con fuerza y entré por una de las puertas. Pensé encontrar un refugio pero...

... es invierno. Mamá está en el despacho de papá. Papá le grita por un maletín. Le dice que no debía haberlo abierto. Le dice cosas feas. Mamá llora. Mucho. Entro en la habitación y le doy un abrazo para que no esté triste. Pero papá sigue gritando. Grita hasta que se va...

La sensación se va tan rápido como llegó. Es como colarte en el garito de alguien... sin que te hayan invitado. Para cuando quiero darme cuenta, vuelvo a estar en el pasillo. El crío sigue en mis brazos. Y Leonard también sigue aquí.

Leonard Powell (enfadado): Deja de urgar en mi cabeza, Danny. Y Dame al niño.
Danny Dalton (dándose cuenta): Este niño... Eres tú, ¿verdad?
Leonard Powell: Te está engañando, Danny. Es un demonio del inframundo, disfrazado como yo... Si te lo llevas, ocupará mi cuerpo.
Danny Dalton: Demuéstralo.
Leonard Powell: Vale... ¿recuerdas a N´Goth?

Me deja de piedra. Aun estoy barajando que tenga razón cuando le veo hacer el primer movimiento. Pero soy más rápido, pijo. Descargo mi puño contra su mandíbula y no pierdo el tiempo en darle una segunda oportunidad. De un salto me cuelo por otra de las puertas...

... Es primavera. No me gusta estar en el recreo. Pero los médicos dicen que estoy mejor. Mienten. Puedo verme en el espejo. Estoy flaco. Demasiado. Las niñas se ríen. Me llaman "cadáver". Me llaman "monstruo". Me llaman cosas peores. Y luego vuelven a reir...

Vale, así que el pijo ha tenido una vida jodida. Bienvenido al club, colega. Sabía que eras más fuerte de lo que pareces. Pienso en ello cuando vuelvo al pasillo. Y de nuevo, la historia se repite... Pero esta vez no es una puerta lo que encuentro. Es un jodido arco, con una jodida luz blanca...

Niño: ¡Rápido!, ¡tenemos que cruzar! ¡O nos cogerá!
Leonard Powell: Si cruza ese niño, moriré. Y será tu culpa, Danny.
Niño: ¡No le hagas caso! ¡Quiere matarme porque soy debil!
Danny Dalton: ¿Y si os hago cruzar a los dos?
Leonard Powell: No funciona así, Danny. Uno se va. Y otro se queda. Para siempre.
Niño: ¡Por favor! ¡No me dejes aquí! ¡Seré bueno! ¡Si me quedo aquí moriré!
Leonard Powell: Todo cuanto has visto son imágenes creadas por ese demonio. ¡Quiere que te compadezcas de él, Danny! ¿Crees que yo haría algo así?
Niño: ¡Es mentira! ¡Le hiciste daño a esa...!

Y Leonard salta sobre nosotros. Por suerte soy más rápido y puedo apartarlo de un empujón antes de que ponga sus manos sobre el crío. Lo veo incorporarse y entonces comienzo a comprenderlo.

Danny Dalton (dejando al crío en el suelo): Lo siento... (Danny ayuda a Leonard a levantarse) Pijo, te vienes conmigo.
Niño: ¡No! ¡No sabes lo que haces!…¡voy a morir!…Él... ¡él es malo!
Danny Dalton (antes de cruzar): Ya sabes lo que dicen: mejor malo conocido…

Lo último que recuerdo es que sonrío maliciosamente. Pero, ¿por qué sonrío? ¿Soy yo quien sonríe... o es Leonard?
Entonces me doy cuenta que es la primera vez que lo llamo así.
Y ahí acaba el sueño.

Ben Braddock y Marcus Vanister
¿QUIEN ES… GARIUS VOLDAN?

Profesor Vanister (NE): Todo caballero debe velar las armas, señor Braddock.
Ben Braddock (NE): ¿Velar las armas? ¿Qué significa eso?
Profesor Vanister (NE): Bueno... (sonríe) Pronto lo averiguará.

La mirada entre sorprendida y asustada del señor Braddock es casi tan divertida como la reacción de los habitantes de este mundo ante el paso de nuestro blindado. Sigo pensando que no es buena idea que estas gentes contemplen tecnología ajena a su mundo. Pero también es cierto que debemos llegar al mausoleo y examinarlo antes de que anochezca. El resto del viaje lo paso enfrascado en la fascinante lectura de los libros que encontré en los aposentos de mi alter-ego de esta dimensión. Reconozco mi caligrafía en unos textos que me son del todo incomprensibles… ¿qué extraño sistema de símbolos es este?

Para cuando me doy cuenta, el señor Braddock frena bruscamente la tanqueta: hemos llegado a nuestro destino. El mausoleo: un gigantesco edificio del tamaño de una colosal catedral, en el que según Alma Grant se guarda algo más que cadáveres. Sea como sea, vamos a averiguarlo.

El señor Braddock y yo nos encaminamos hacía el interior del fascinante edificio, luciendo atuendos medievales ante los que, como brutales anacronismos, destacan las nuestras linternas halógenas.

El hedor a muerte y podredumbre nos golpea en la cara, junto con el polvo y las telarañas que anidan dentro del santuario. La luz de las linternas alumbra filas y filas de sepulcros, asustando a las bandadas de murciélagos que salen del lugar al sentir nuestra llegada. En el centro, se alza una orgullosa estatura, de varios pisos de alto, en el que está representado Amanautor, el dios al que rezan los habitantes de este mundo.

Subimos lentamente las escaleras que llevan al piso superior. Allí, salvo por la continuación de la estatua de Amanautor, el cambio es radical: no hay ni rastro de polvo. Para empeorar las cosas, encontramos dos grandes estancias cuyas puertas son recientes. Mientras el señor Braddock examina, espada en mano, la otra estancia; me encamino al interior de la segunda: sostengo sin convicción el subfusil mientras sopeso lo fácil que se puede llegar uno a acostumbrar al tacto de un arma. La habitación resulta ser una biblioteca: libros y libros decoran las paredes de la estancia. A punto estoy de avisar de mi hallazgo al señor Braddock cuando escuchó ruidos.

Bajando las escaleras que llevan a la última planta… Pasos.

Consigo esconderme a tiempo pero el señor Braddock no tiene tanta suerte: incluso yo escucho su puerta al cerrarse. Los misteriosos intrusos cesan su conversación. ¡Han descubierto al señor Braddock! Por poco que me guste usar un arma, no puedo permanecer al margen…

Salgo de la habitación con el arma entre las manos. Ante un sorprendido Braddock, puedo ver dos figuras. Una de ellas, encapuchada, la reconozco de inmediato: es el sacerdote que cabalgaba a lomos del dragón de hueso. El otro hombre… Al principio no le identifico pero entonces caigo en la cuenta. Es el padre Callahan.

Profesor Vanister (NE): ¡Señor Braddock! (quita el seguro) ¡Yo le cubro!

El subfusil se despierta en cuanto aprieto el gatillo. Las balas salen una tras otra, trazando su mortal recorrido y levantando astillas de roca por doquier. Varias balas impactan contra el cuerpo del sacerdote, que pierde el equilibrio y cae al suelo… ¡dejando al descubierto su rostro!

Ben Braddock (NE): ¿Russell? (extrañado) ¿Russell Dalton?

Impasible, el padre Carnahan (o quien sea en realidad) alza las manos y murmura un par de palabras. De sus palmas veo generarse sendas llamaradas de fuego azul. Y como dos incandescentes pelotas de tenis, salen disparadas en dirección a Ben. Éste salta hacia la estatua, aferrándose con fuerza… aunque no la suficiente, quedando colgado de una sola mano. Una de las llamaradas impacta con su espalda, haciéndole apretar los dientes de dolor.

Estoy acabando de bajar las escaleras cuando Ben se deja caer hasta el primer piso. Salimos de allí como alma que lleva el diablo. Es tal el miedo que se apodera de nosotros que apenas si prestamos atención al sonido del roce de piedra contra piedra, proveniente de los sepulcros.

Ben Braddock (NE): Profesor… (subiendo a "Margaret 2.0") Dígame una cosa, los Dalton de este universo, ¿no eran enanos?
Profesor Vanister (NE): Ya aclararemos eso convenientemente, señor Braddock. Ahora conduzca y llévenos de vuelta a casa. Antes de que salgan el señor Dalton y el padre Carnahan.
Ben Braddock (NE): Profesor, mi espada atravesó su cuerpo como si fuese un fantasma. Y Russell... Russell lo llamó Garius.
***
Las primeras antorchas iluminan el patio de armas del castillo cuando "Margaret 2.0" irrumpe de nuevo allí. Pese a que ya la han visto antes, las miradas de temor y sorpresa aun siguen en las caras de todos los habitantes del castillo. Ben y el profesor no pueden ocultar su alivio al encontrar a Danny, sano y salvo, aguardándoles ante la escalinata de la fortaleza. Una vez se cuentan sus respectivas experiencias, un soldado interrumpe la conversación: Alma Grant ha pedido entrevistarse de nuevo con el joven Dalton.

Danny Dalton: No os preocupéis. Volveré pronto… Cuidad del pijo.

Apenas si se ha marchado Danny cuando se escuchan trompetas de aviso: desde las almenas, varios soldados anuncian la llegada de Sir Ed Braddock.

Ben Braddock (NE): Si mi padre está reunido con el rey, entonces… (se da cuenta) Oh, Señor… (y sale corriendo para salir al encuentro de la comitiva que se aproxima al castillo)
Profesor Vanister (NE): Pero, ¿qué sucede?
Ben Braddock (NE): ¡Mi hermano Eddy! ¡Ha vuelto!

Los temores del profesor Vanister de que se trata de alguna trampa o conjuro de ilusionismo fraguado por Garius Voldan chocan de bruces con una realidad… que es aun peor.

Los soldados llevan a un malherido Eddy Braddock hasta los establos. Allí, Ben recibe a su hermano como si fuese el de su mundo. Pide a voces un médico, un curandero… lo que sea. Pero mientras llega la voz de su hermano Eddy se debilita a cada palabra…

Eddy Braddock (DF): No hay tiempo, Benjamin. Tenéis que acabar conmigo.
Ben Braddock (NE): ¿De que estas hablando? Te vas a poner bien.
Eddy Braddock (DF): Eso… (sonrisa triste) Eso le dije al primer soldado al que hirieron esos monstruos.
Ben Braddock (NE): ¿Qué quieres decir?
Profesor Vanister (NE): Que si no le matamos… se convertirá en una de esas bestias.

Los alaridos que llegan con el anochecer resuenan por todo el pueblo.
Más que un aviso, una profecía de lo que está aun por llegar.

***
Danny Dalton es guiado por el soldado que, antorcha en mano, lo lleva a través de angostos pasadizos. Finalmente, su guía se detiene ante un muro que, al girar una antorcha, se aparta con el gruñir de la roca… mostrando el acceso a una gruta secreta. Y allí, en una caverna excavada en roca viva, cubierta de montañas de monedas, gemas y cofres; justo en el centro está Alma Grant. El soldado se marcha dejando a Danny a solas con ella.

Alma Grant: Nadie suele venir a la sala del tesoro del castillo. Veo que completasteis vuestro cometido.
Danny Dalton: Joder… (intuyendo que, de nuevo, le ha leído la mente) Déjalo ya, ¿vale?
Alma Grant: Lo siento, es la costumbre. Llevo siglos vigilando el reino junto a mi madre. Es ya algo… natural en nosotras.
Danny Dalton: Bueno, Entonces ya sabes quienes están detrás de todo esto… ¿Y ahora que hacemos?
Alma Grant: Antes deja que te revele un secreto. Como compensación por inmiscuirme en los tuyos.

Si le pidiesen que describiera cómo sucede, Danny sería incapaz de hacerlo. Al principio, Alma se limita a darle la espalda. Y luego… Luego su túnica comienza a cambiar, a transformarse. La seda deja paso a un material que, bajo la luz de las antorchas, brilla como la plata. Pero no es su ropa, porque allí donde había piel, ahora hay escamas. Donde había una joven de apenas veinte años, se alza ahora majestuoso un gigantesco dragón plateado.

Es entonces cuando aquella figura colosal gira su cabeza para contemplarlo desde las alturas. Sus fauces comienzan a abrirse y Danny da un par de titubeantes pasos hacia atrás.

Danny Dalton: Vale. Vas a comerme, ¿verdad?

CONTINUARÁ…

martes, 2 de diciembre de 2008

Unisystem - MARGARET 2.0

Imagina por un momento que eres un magnate industrial con importantes vínculos políticos y fructíferos contratos con el ejército de los Estados Unidos. De repente cae en tus manos los planos para lo que, a todas luces, parece ser la primera máquina de teletransporte funcional de la historia. ¿En serio instalarías ese cacharro en una furgoneta sementera?

Devon Powell tampoco. Por eso dio instrucciones a sus científicos e ingenieros para que adaptasen los diseños del desaparecido Profesor Vanister a una APC: un vehículo blindado todoterreno, diseñado para el transporte de tropas en el campo de batalla. Una elección mucho más acorde de cara a su explotación militar. Y si al final esa máquina en la que trabajas resulta ser un vehículo de desplazamiento dimensional… ¿qué mejor que una tanqueta para llevar a cabo la exploración de un mundo paralelo potencialmente hostil?

Es posible que entre tus jugadores haya algún romántico que añore el saborcillo "retro" de dar tumbos dimensionales a bordo de una Volkswagen T3 (un jodido clásico, para qué negarlo) Sin embargo es más que posible que el último salto, el mismo que los habrá llevado a conocer a esta militarizada versión de "Margaret", lo hayan realizado mediante el Libro de las Sombras, dejando atrás su adorada furgoneta en el vientre de la mina Dalton, en "Witchfield". Sin más opciones para seguir su viaje en busca del hogar perdido, nuestros PJ se verán obligados a tomar prestado el prototipo diseñado por el Devon Powell del universo "Twinfield".

Además de las ventajas que un vehículo militar y armado proporciona a los PJ, este cambio de look tiene un valor simbólico. Han cambiado una furgoneta que era emblema de una época de paz y amor por su antítesis: un vehículo de guerra. ¿Captan la ironía? ¿No? Bah. Da igual.

Lo que NO ha cambiado:
Antes de mencionar los nuevos trucos y sistemas de los que dispone "Margaret 2.0", convendría dejar claro que el sistema que permite saltar de dimensión en dimensión sigue siendo el ideado por el profesor Marcus Vanister. Aunque ahora no tenga el aspecto de un montón de viejas CPU conectadas a un monitor fósforo verde (de un añejo "MSX"); lo cierto es que la "Alfombra Mágica" sigue teniendo un pequeño-gran problema: aun consume el prisma en cada uno de los saltos. Eso seguirá obligando a nuestros amigos a buscar la versión de dicho prisma en cada uno de los mundos que visiten.
Las buenas noticias son que ahora el ordenador dispone de memoria: el banco de datos archiva las coordenadas dimensionales a las que se efectúa el salto. Si: eso permitiría a nuestros amigos regresar a un mundo que ya hayan visitado. Por desgracia, eso no garantiza que una vez allí puedan encontrar un segundo prisma con el que dar un nuevo salto.

* Datos de Juego:
Peso: 12 toneladas.
Valor de Blindaje: 85
Dureza: 5
Aceleración: 23 Velocidad: 68/45
Capacidad de Daño: 300
Maniobrabilidad: 2

- Ordenador de Abordo: Junto a un sistema GPS (útil unicamente en mundos en los que el desarrollo de la tecnología sea idéntico al nuestro: olvídate de conectar vía satélite en el mundo de Cimmeria); el ordenador de abordo tiene un limitado sistema de piloto automático (capaz de conducir por él solo si se le asigna una ruta programada a través del GPS)

Por otro lado, dispone de una inteligencia artificial a pequeña escala (que se manifiesta a través de una agradable voz femenina) El ordenador controla los sistemas básicos del vehículo (motor, refrigeración, aire acondicionado…) como si de una casa domótica se tratase.
Es posible hackear el sistema aunque para hacerlo es necesario conseguir al menos tres éxitos con esa habilidad concreta (y no menos de 6 si se hace con la habilidad de "Informática")

- Comunicaciones: Además de un sistema de radio de onda corta (con un alcance efectivo de 200 kilómetros), "Margaret 2.0" está capacitada para establecer comunicaciones vía satélite así como para conectarse a Internet vía wireless (de nuevo, siempre que exista una infraestructura compatible en el universo alternativo de llegada) Una vez se efectúa un salto, "Margaret 2.0" activa un protocolo automático de rastreo, buscando posibles conexiones y/o comunicaciones.

Debido a su naturaleza militar, el vehículo también dispone de un sistema de cifrado para todo tipo de comunicaciones electrónicas. El problema es que para manejarlo de forma correcta es necesario superar chequeos de Vigilancia Electrónica (y obteniendo al menos dos éxitos: los éxitos posteriores a esos dos primeros contarán como la dificultad del oponente a la hora de descodificar el mensaje enviado)

- Medidas de Seguridad: Aunque no es sumergible como esos molones coches de James Bond; "Margaret 2.0" dispone de un sistema de cierre hermético, sellando las ventanillas con placas de acero (con idéntico grosor y resistencia que el resto de su chasis) Dispone de un sistema de filtrado de aire y de un pequeño generador que recicla el aire para seis ocupantes adultos (garantizando el suministro para un máximo de 5 horas en caso de plena ocupación: cada adulto de menos, asegura una hora más de aire)

El cierre de la puerta principal y la escotilla superior requiere un código alfanumérico de hasta 10 caracteres. Si nadie cierra cualquiera de esas puertas, pasados tres minutos, el ordenador las cierra de forma automática. Desde dentro no es necesario introducir código alguno para abrirlas: desde fuera, el código es necesario siempre. Al tercer intento fallido de introducir el código, la tanqueta queda sellada y solo puede volverse a intentar 10 horas después. Así que más les vale a nuestros amigos memorizar bien la clave que introduzcan.

Para intervenir la cerradura electrónica será necesario un chequeo de Vigilancia Electrónica con al menos dos éxitos. Se podría intentar con otras habilidades como Demoliciones, Abrir Cerraduras y Electrónica: sin embargo, se hace necesario obtener como mínimo tres éxitos. Y un fallo activará la alarma de inmediato (sellándose por completo como se mencionó en el párrafo anterior) Por otro lado, estos procedimientos (más toscos y directos) dejarán inutilizada la cerradura. Y son más ruidosos.

- Sensores: "Margaret 2.0" dispone de un sistema de radar de corto alcance (unos trescientos metros de diámetro) Dentro de ese alcance, el ordenador puede captar señales de calor, movimiento y analizarlas con un porcentaje de acierto… directamente proporcional al talento que tenga el operador que controle el sistema, claro (es decir, que si los PJ quieren ver si algo o alguien se mueve por ahí afuera, tendrán que superar chequeos de Vigilancia Electrónica)

Ante elementos no catalogados (que puedan dar pie a confusión al ordenador: como por ejemplo un hombre-lobo), es muy posible (de 1 a 3 en un d10) que la computadora lance un juicio erróneo sobre la naturaleza de ese movimiento o señal captada (en el caso del hombre-lobo, el sistema podría confundirlo con un animal grande y de forma humanoide... como un gorila)

- Fuente de Energía: Aunque funciona a gasolina (con una autonomía de unos 480 kilómetros), "Margaret 2.0" dispone de dos sistemas auxiliares de energía. Por un lado, un conjunto de placas solares que acumulan energía destinada al movimiento del vehículo. Esto significa que por cada 12 horas de exposición al sol, "Margaret 2.0" almacena suficiente energía como para moverse otras 12 horas… a un quinto de la velocidad máxima, claro. Si se viaja a más velocidad, el consumo aumenta y el vehículo se quedará sin energía en apenas dos o tres horas. Pese a todo, la bateria solar tiene un límite de 48 horas de autonomía.


Por otro lado, la tanqueta tiene una pequeña pila nuclear para nutrir los sistemas electrónicos y los de "soporte vital" (como refrigeración o calefacción… ¡nunca se sabe cuando acabarás atrapado en una dimensión paralela en la que la glaciación nunca llegó a su fin!) En términos generales se puede considerar que a los PJ nunca les faltará luz y calor en el interior de "Margaret 2.0" A menos que decidan trastear con la pequeña pila, cosa que no les recomiendo a menos que quieran exponerse a una (divertida) fuga radioactiva...

- Equipo: Además de los asientos para la tripulación (incluyendo uno para el encargado de supervisar y controlar la "Alfombra Mágica"), hay dos camillas para casos de emergencia (con correas: de nuevo, para casos de emergencia) Bajo las mismas, hay dos compartimentos. El más grande, el que se encuentra junto al servicio, es donde se guardan herramientas para reparaciones mecánicas, piezas de repuesto, linternas y, por supuesto, un pequeño polvorín. Éste incluye cuatro pistolas M1911 con sus correspondientes cargadores, dos subfusiles Heckler & Koch MP5 (más dos cargadores por cabeza), dos paquetes de explosivo plástico militar C-4 (cuatro porciones de medio kilo cada una, con detonadores electrónicos) y dos rifles de asalto M16 (con dos cargadores completos cada uno)

En lo que respecta al otro compartimento, en él se guardan medicinas (dos botiquines de campaña completos, incluyendo analgésicos, vendas y todo tipo de instrumental para atender cirugía de campaña) También hay un pequeño refrigerador en el que poder guardar muestras de laboratorio (o comida fresca si la necesidad así lo exige) También hay numerosas latas de conserva y botellas de agua. A grandes rasgos podría decirse que hay comida y agua suficiente para una semana contando seis personas. Durarán el doble si se raciona adecuadamente.

Entre otras cosas de interés que el DJ encuentre oportuno incluir, "Margaret 2.0" dispone además de un traje completo NBQ (si, sólo uno: era un prototipo, maldita sea...) Además, hay hasta seis uniformes completos: monos integrales confeccionados en un tejido sintético similar al neo-preno. Son de color gris y negro, no ofrecen blindaje alguno (aunque conservan bien el calor corporal) y luce distintivos de la Corporación Powell en el hombro izquierdo.

- Armamento: La principal baza con la que cuenta "Margaret 2.0" en lo que respecta a potencia de fuego es una hermosa ametralladora calibre 50. Por desgracia, para poder manejarla será necesaria la habilidad de Armas Pesadas (de lo contrario, sólo aquellos con Armas de Fuego podrán hacerlo… y con un hermoso -4; -6 si el usuario no tiene Fuerza 3 o superior) Aunque el retroceso es devastador, la potencia de fuego también lo es: el daño por esta preciosidad es de 30 puntos (x2 al ser daño balístico; x3 si impacta contra un ser humano: estas armas pesadas están diseñadas para ser usadas contra blancos mayores) El alcance efectivo es el doble que el asignado para un rifle de asalto. ¿Hace falta decir que se puede disparar en automático? Ya lo imaginaba… En fin, mencionar que la munición es limitada: considera que en cada ráfaga se disparan entre veinte y treinta proyectiles. Y que "Margaret 2.0" dispone de hasta 1000 proyectiles.

- ¿Tiene usted licencia para un vehículo como este?: Una vez conocemos las capacidades de nuestra preciosidad, ¿a quien no le apetece dar un paseo? Para ponerse a los mandos de "Margaret 2.0" es necesaria la habilidad Conducir, a ser posible con la especialidad "Maquinaria Pesada" o "Vehículos militares pesados". De lo contrario, la mera habilidad de Conducir recibirá un -4 en todas sus pruebas, por sencillas que sean.

Aunque no es sumergible (como ya mencionamos antes), "Margaret 2.0" es un vehículo anfibio: sí, eso significa que puede atravesar un río... aunque yo antes comprobaría la profundidad del mismo. Sólo por si acaso.

- La Voz de su Amo: Antes hemos mencionado que el sistema de abordo es domótico. Esto significa que basta con que se pronuncien en voz alta las ordenes para que la propia "Margaret" desempeñe tal o cual función. Desde el típico "luces" y que se conecten los faros y focos externos hasta personalizar la activación de la "Alfombra Mágica" al grito de "Beam me up, Scotty". Lo cierto es que el ordenador reconocerá como voces autorizadas hasta tres que podrán ser grabadas en su memoria. En realidad podría almacenarse hasta cuatro… pero el caso es que la cuarta ya ha sido grabada. Y los PJ no tienen autorización para que "Margaret" les diga a quien pertenece dicha voz.