Episodio 3x01.- NEVERDALE
(Epílogo - Parte 3 de 3)
P.O.V. - MARCUS VANISTER
Blanco.
Tendido en ese suelo impoluto, Marcus Vanister abre los ojos. Es el suelo más limpio que ha visto jamás. Es banal. Pero es lo primero que puede pensar mientras su cerebro trata de hacer que su cuerpo se incorpore. Su mente trata de montar un collage de retazos con los últimos acontecimientos. Estaban en un tren. Con el joven señor Powell, si... Y aquel agente de Wolfram & Hart, a quien habían enviado a rescatarlo.
Marcus Vanister (NE): Rescatarme de... ¿de donde?
Colocándose sus gafas y acomodándose a su traje de color gris, Marcus miró a su alrededor. Aquel lugar, esa especie de habitación blanca sin muros, sin paredes ni techo... Lo único seguro era que había un suelo bajo sus pies. Por lo demás, aquel lugar podía ser cualquiera.
Marcus Vanister (NE): ¿Hola? ¿Hay alguien... ahí?
Al darse la vuelta, Marcus vio varias figuras que se encontraban en la lejanía. Dos hombres, de espaldas al profesor, lucían trajes oscuros. Junto a ellos, había tres figuras más. Había una mujer, enfundada en un elegante traje gris de ejecutivo. A su lado, una niña pequeña. Y entre ambas, un hombre en mono naranja, de rodillas y con las manos esposadas a la espalda.
Marcus Vanister (NE): ¡Eh! ¡Oigan! (camina hacia ellos) Perdonen, si pudieran...
Marcus apenas había dado dos pasos cuando la niña pequeña se aproximó a los dos hombres que lucían trajes negros... y les hizo entrega de una pistola. Se detuvo en seco, pensando que quizá sería una amenaza.
Mesektet (ND) (a su espalda): Eres tonto.
Marcus se dio la vuelta: tras él, de la nada, se había materializado una niña pequeña vestida con un uniforme de colegio privado. Rubia, con el pelo lacio y la piel lechosa. Moribunda.
Mesektet (ND): Crees que eres muy listo porque has construido una máquina que te lleva de una dimensión a otra... (juega con un yo-yo) Pero para nosotros, los Ra-Tet, no eres más que un tonto.
Marcus Vanister (NE): ¿Quién...? ¿Quién eres tu?
Mesektet (ND): No lo ves... Soy ella.
Marcus Vanister (NE): ¿Quién...? ¿Quién eres tu?
Mesektet (ND): No lo ves... Soy ella.
Marcus vuelve la vista a la otra niña. La que les ha entregado una pistola a esos dos jóvenes enchaquetados. La misma que ahora señala al hombre arrodillado y esposado. No puede oir lo que dicen. Marcus tampoco lo necesita: de alguna forma, intuye lo que está pasando.
Marcus Vanister (NE): Van... ¡Van a matar a ese hombre!
Mesektet (ND): Es posible... (juguetea con el yo-yo) Pero lo hagan o no, tu no podrás impedirlo, tonto.
Marcus Vanister (NE): ¿Por qué? Solo tengo que...
Mesektet (ND): No podrás... porque ya ha pasado.
Mesektet (ND): Es posible... (juguetea con el yo-yo) Pero lo hagan o no, tu no podrás impedirlo, tonto.
Marcus Vanister (NE): ¿Por qué? Solo tengo que...
Mesektet (ND): No podrás... porque ya ha pasado.
Y como una macabra confirmación, el estampido de la pistola llega a oídos de Marcus. Durante una brizna de segundo, la mente del profesor Vanister se entretiene en buscar una explicación científica a por qué las palabras no consiguen llegar a sus oídos y, en cambio, la detonación del arma si lo ha logrado. Quizá porque sólo los acontecimientos clave, aquellos que marcan el inicio o el final de una linea cronológica paralela...
Mesektet (ND): O quizá sea porque tu pequeña mente de humano usa esas absurdas teorías cuánticas para tapar el dolor que te provoca aquello que pasa ante tus ojos.
Aquello no era una niña.
Pero sus palabras eran ciertas.
Su mente había estado elucubrando todo tipo de teorías acerca del lugar en el que se encontraban; sobre qué podía ser el tren del que habían escapado... teorías, teorías, teorías...
Su mente había estado elucubrando todo tipo de teorías acerca del lugar en el que se encontraban; sobre qué podía ser el tren del que habían escapado... teorías, teorías, teorías...
Lo que fuese para no percatarse de lo obvio.
Y lo obvio era que aquellos dos jóvenes enchaquetados eran sus compañeros de viaje en esa desquiciada odisea dimensional en la que estaban atrapados.
Lo obvio era que aquel joven que yacía en el suelo, con los sesos esparcidos, era Leonard Powell.
Y lo obvio era que aquellos dos jóvenes enchaquetados eran sus compañeros de viaje en esa desquiciada odisea dimensional en la que estaban atrapados.
Lo obvio era que aquel joven que yacía en el suelo, con los sesos esparcidos, era Leonard Powell.
Marcus Vanister (NE): No... Esto no puede suceder. Ese agente de Wolfram & Hart... ¡Le arrebatamos el billete! ¡Debería....!
Mesektet (ND): Al humano que conoces como Leonard Powell se le ofreció un trato... y él tomó su decisión. Y debe pagar por ello.
Marcus Vanister (NE): Pero, yo... Yo también tomé una decisión, yo...
Mesektet (ND): Al humano que conoces como Leonard Powell se le ofreció un trato... y él tomó su decisión. Y debe pagar por ello.
Marcus Vanister (NE): Pero, yo... Yo también tomé una decisión, yo...
Y mientras lo decía, Marcus lo comprendió. Comprendió cuando había ocurrido. Comprendió por qué había tenido un extraño deja-vu al recordar su viaje a Sunnydale. Comprendió por qué, mientras estuvo en el tren, sus recuerdos solo llegaban hasta el Motel Gates.
...tres orificios en su pecho dejan claro que la vida se le escapa por momentos. Las manos de Leonard se empapan de sangre...
Leonard Powell (tratando de contener las hemorragias): No. Usted no, ¿me oye? Esto no va a pasar otra vez...
Profesor Vanister (NE): Señor Powell... Llévelos de vuelta... Llévelos... a casa...
Comprendió que había muerto.
En el pasado.
Sobre el suelo del Motel Gates.
En el pasado.
Sobre el suelo del Motel Gates.
Marcus Vanister (NE): No sobreviví... (mira a la niña) Pero si que lo hice... El señor Finn logró detener la hemorragia. Lo recuerdó...
...el secuestro por parte de los agentes de "La Iniciativa"; la alianza con Devon Powell y su plan de dar un golpe contra Wolfram & Hart desde dentro…
... la mirada de Sarah Kauffmann al descubrir la traición...
Marcus Vanister (NE): Lo recuerdo todo. Oh. Dios. Mío... Recuerdo todo lo que ha pasado...
Mesektet (ND): El tiempo es una noción que empleais las criaturas tontas como los humanos... Antes y después carecen de significado para los Ra-Tet (hace una cabriola con el yo-yo) ¡Anda! ¿¡Has visto que chuli!?
Marcus Vanister (NE): Pero, ¿por qué me habéis traido de vuelta? ¿Por qué a mi y no a otro...?
Mesektet (ND): Porque puedes ser tonto... pero eres un tonto necesario.
Marcus Vanister (NE): ¿Necesario...?
Mesektet (ND): Por él.
Mesektet (ND): El tiempo es una noción que empleais las criaturas tontas como los humanos... Antes y después carecen de significado para los Ra-Tet (hace una cabriola con el yo-yo) ¡Anda! ¿¡Has visto que chuli!?
Marcus Vanister (NE): Pero, ¿por qué me habéis traido de vuelta? ¿Por qué a mi y no a otro...?
Mesektet (ND): Porque puedes ser tonto... pero eres un tonto necesario.
Marcus Vanister (NE): ¿Necesario...?
Mesektet (ND): Por él.
Y señala a Danny Dalton. Un Danny Dalton como jamás antes lo había visto Marcus Vanister. Es un Danny Dalton roto. Sólo por primera vez en toda su vida.
Mesektet (ND): Aquel al que llamais Leonard Powell tomó su decisión. Tú... hubieses tomado otra muy diferente.
Marcus Vanister (NE): Si... Yo no habría dudado.
Marcus Vanister (NE): Si... Yo no habría dudado.
El profesor Vanister se sorprende de la frialdad de su propia voz. Es sincera y dura. Es la verdad: ante aquella misma decisión, no habría dudado en sacrificar a una alimaña como Devon Powell...
Y eso no le hace sentir mejor.
Y eso no le hace sentir mejor.
Mesektet (ND): Ahora debes marcharte... Tienes trabajo que hacer.
Marcus Vanister (NE): Ir... ¿a dónde?
Marcus Vanister (NE): Ir... ¿a dónde?
La niña no se molesta en responderle: tan solo se aleja enfrascada en el vaivén de su yo-yo. Con un "ping", las puertas de un ascensor se abren a su espalda, emergiendo de un muro blanco como la nieve. Un muro que nadie hubiese podido distinguir en todo aquel fondo blanco y eterno.
Marcus entra en el ascensor. Cuando las puertas se cierran, pulsa de forma mecánica un botón blanco que hay en el extremo inferior del panel. Nota el leve efecto de la gravedad mientras el ascensor comienza a subir. El único acompañante a sus pensamientos es un insípido hilo musical.
Al menos, hasta que su reflejo en los espejos del ascensor le dirige la palabra.
Marcus Vanister (¿?): Hola, genio.
Trenes imposibles. Habitaciones Infinitas. Niñas con la mirada de un demonio. Que tu propio reflejo te hable desde el otro lado del espejo comienza a ser una de las cosas que no te sorprenden...
Marcus Vanister (NE): Eh... Bien... (se ajusta las gafas) Imagino que esta es otra...
Marcus Vanister (¿?): ...¿triquiñuela de Wolfram & Hart? Joder... "Triquiñuela". Ibas a decir eso, ¿verdad? No cabe duda, como versión mía eres un completo nenaza...
Marcus Vanister (NE): Bueno, en términos exactos, tú serías una versión mía... Dios, no puedo creer que esté hablando...
Marcus Vanister (¿?): ¿Contigo mismo? Mira, ¿crees que me gusta ser tu piloto automático?
Marcus Vanister (NE): ¿Piloto...?
Marcus Vanister (¿?): Asi que no te lo han contado... Vale. ¿De verdad creías que Wolfram & Hart iba a tomarse tantas molestias para sacarte del Otro Lado... sin asegurarse de que ibas a ser un perrito obediente?
Marcus Vanister (NE): ¿Qué eres tu?
Marcus Vanister (NE): Soy tu, genio. O lo era, al menos hasta que en mi dimensión un bastardo llamado Carnahan me... (hace un gesto de cortar el cuello) En fin, ya sabes lo que viene después...
Marcus Vanister (NE): ¿Un tren?
Marcus Vanister (¿?): EL tren, genio. El último tren que todos tomamos. Y a mi me iba a dejar en un lugar muy cálido. Eh, no me quejo: sabía lo que me esperaba habiendo llevado una vida como la mía. Lo que no esperaba era que un tipo de Wolfram & Hart me sacase de ahí... Y me hizo una oferta que no podía rechazar.
Marcus Vanister (NE): Esto es ridículo...
Marcus Vanister (¿?): No voy a darte más detalles, genio. Pero escúchame con atención... Si no haces lo que los jefes quieren, si te sales un poco de lo que te marquen... Bueno, entonces... (sonrie) digamos que sabré lo que es estar en tu pellejo.
Marcus Vanister (¿?): ...¿triquiñuela de Wolfram & Hart? Joder... "Triquiñuela". Ibas a decir eso, ¿verdad? No cabe duda, como versión mía eres un completo nenaza...
Marcus Vanister (NE): Bueno, en términos exactos, tú serías una versión mía... Dios, no puedo creer que esté hablando...
Marcus Vanister (¿?): ¿Contigo mismo? Mira, ¿crees que me gusta ser tu piloto automático?
Marcus Vanister (NE): ¿Piloto...?
Marcus Vanister (¿?): Asi que no te lo han contado... Vale. ¿De verdad creías que Wolfram & Hart iba a tomarse tantas molestias para sacarte del Otro Lado... sin asegurarse de que ibas a ser un perrito obediente?
Marcus Vanister (NE): ¿Qué eres tu?
Marcus Vanister (NE): Soy tu, genio. O lo era, al menos hasta que en mi dimensión un bastardo llamado Carnahan me... (hace un gesto de cortar el cuello) En fin, ya sabes lo que viene después...
Marcus Vanister (NE): ¿Un tren?
Marcus Vanister (¿?): EL tren, genio. El último tren que todos tomamos. Y a mi me iba a dejar en un lugar muy cálido. Eh, no me quejo: sabía lo que me esperaba habiendo llevado una vida como la mía. Lo que no esperaba era que un tipo de Wolfram & Hart me sacase de ahí... Y me hizo una oferta que no podía rechazar.
Marcus Vanister (NE): Esto es ridículo...
Marcus Vanister (¿?): No voy a darte más detalles, genio. Pero escúchame con atención... Si no haces lo que los jefes quieren, si te sales un poco de lo que te marquen... Bueno, entonces... (sonrie) digamos que sabré lo que es estar en tu pellejo.
Su reflejo se acerca aun más. Marcus da un paso hacia atrás, temeroso como si su otro yo pudiera salir del espejo...
Marcus Vanister (¿?): Y apuesto a que imaginas lo primero que haré en cuanto esté en tu pellejo, ¿verdad? (sonríe maliciosamente) Oh quizá no... porque tú serías incapaz de hacerle esas cosas a Rayna...
El ascensor se detiene. Parece que pasa una eternidad antes de que las puertas se abran...
Marcus Vanister (¿?): Esta es tu planta, genio. Ya nos veremos...
Las puertas se abren y Marcus Vanister sale del ascensor como a quien persigue un fantasma. Varios oficinistas y secretarias lo miran desde sus escritorios. Vanister mira a su alrededor, contemplando el ajetreo cotidiano de una oficina cualquiera. Una oficina de Wolfram & Hart.
Sin despegar su mirada de las puertas del ascensor, Marcus tropieza con alguien. A punto está de disculparse cuando, al darse la vuelta, reconoce al joven trajeado que lo mira con gesto prepotente...
Marcus Vanister (NE): Usted. (mira con desprecio) De todas las personas que esperaba encontrar aquí... usted es la última a quien esperaba encontrarme.
James Roth (ND): ¿Por qué? (se quita las gafas de sol) ¿Porque me arrebató el billete? Me temo que sabrá mucho de ciencia o de aquello de lo que usted sea profesor... Pero en lo que respecta a cómo trabajamos aquí, aun le queda mucho por aprender.
Marcus Vanister (NE): ¿Y usted me las va a enseñar?
James Roth (ND): Sé que me culpa por la muerte de ese chico... Leonard, ¿verdad?
Marcus Vanister (NE): Si le queda un mínimo de decencia, no vuelva a pronunciar su nombre, señor...
James Roth (ND): Roth... (le tiende la mano) James Roth.
James Roth (ND): ¿Por qué? (se quita las gafas de sol) ¿Porque me arrebató el billete? Me temo que sabrá mucho de ciencia o de aquello de lo que usted sea profesor... Pero en lo que respecta a cómo trabajamos aquí, aun le queda mucho por aprender.
Marcus Vanister (NE): ¿Y usted me las va a enseñar?
James Roth (ND): Sé que me culpa por la muerte de ese chico... Leonard, ¿verdad?
Marcus Vanister (NE): Si le queda un mínimo de decencia, no vuelva a pronunciar su nombre, señor...
James Roth (ND): Roth... (le tiende la mano) James Roth.
Marcus Vanister mira la mano que le tiende el joven. En su rostro no hay ni un ápice de compasión. Ha dejado que un crío de diecisiete años vaya de cabeza al infierno. Y ahora espera que le estreche la mano...
Antes de pronunciar unas palabras duras y cargadas de rencor, el pitido de un busca resuena en el bolsillo del profesor Vanister. Es el mismo pitido que suena también en el bolsillo del joven James Roth.
Marcus Vanister (NE): ¿Qué demonios...?
James Roth (ND) (mirando el busca): En fin, parece que la señora Kauffmann nos llama...
James Roth (ND) (mirando el busca): En fin, parece que la señora Kauffmann nos llama...
El joven camina con paso firme a través del pasillo. Se detiene y lanza una mirada divertida al profesor Vanister.
James Roth (ND): Anímese profe. Éste no es solo su primer día en Wolfram & Hart... (se calza las gafas de sol y sonríe) Bienvenido al primer día del resto de su vida...
CONTINUARÁ...
2 comentarios:
Personaje nuevo, vida nueva...me lo pase pipa con esta partida...estuvo muy muy bien, y al menos por mi parte nos divertimos mucho. Como siempre rescatado perfectamente por Preacher en el resumen ^__^
¡¡¡QUIERO MAS!!!
si la verdad es que tuvo que ser genial... por lo menos por lo que ha parecido en el resumen, se ve que estuvo de puta madre...
esto es de los capitulos que si fuera una serie seráin recordados por los siglos de los siglos...
a ver si este finde puedo jugar :_(
Publicar un comentario