lunes, 30 de junio de 2008

Sesión 28-06-08


Driving with the Top Down
"Iron Man" - Ramin Djawadi

ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
"Perro Loco" Washington: ¡Sin el prisma, ésto no es más que una simple furgoneta!
Danny Dalton (sujetándose la herida del cuello, provocada por una vampiresa): Joder… Es una Volkswagen T3, un jodido clásico, ¿vale? Me he jugado el cuello por recuperarla… ¡trátala con algo de respeto!

CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL…
Marcus Vanister: La prioridad es reparar la "Alfombra Mágica" y regresar a nuestro mundo, procurando no alterar aún más el curso de los acontecimientos de esta realidad paralela…

UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS…
Leonard Powell: Un Neverfield con vampiros. Vale. Un Neverfield controlado por militares. De acuerdo. Pero... ¿un Neverfield donde Friki-Fess está liado con la segunda tía más buena del condado?

UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES…
Marcus Vanister (WF): Nuevo Springfield es un lugar donde conviene no mencionar nada relacionado con lo "sobrenatural".

ENTRE ELLOS Y SU HOGAR.

Episodio 16.- WITCHFIELD (Parte 2)

Doce años atrás. En el Neverfield original.
Cae la noche en la zona de "Woods Hill": el haz de las linternas rasga la oscuridad mientras los equipos de búsqueda comandados por el sheriff "Rayo" Thompson llegan a los alrededores de la mina abandonada. Entre los recovecos de la misma, uno de los ayudantes del sheriff encuentra a quien andaban buscando. Un joven Danny Dalton, acurrucado entre las rocas de la mina, permanece en silencio, con los ojos apagados y la cara llena de tierra.

Más tarde, en la oficina del sheriff, "Rayo" Thompson intentará que el chico le cuente lo que ha ocurrido. Es inútil: Danny jamás dirá nunca una palabra. No es un chivato. Quizá porque no quiere que le odien más de lo que ya le odian en ese pueblo. O quizá porque ya todo le da igual.

Tiene 11 años y sus compañeros de clase han intentado enterrarlo vivo.

Su tío Charlie acude a recogerle: pide disculpas al sheriff "por las molestias que el crío haya podido ocasionarle". Danny sabe que el tío Charlie esperará hasta que lleguen a la chatarrería para castigarlo. Y así lo hace: propinándole una fuerte bofetada, las palabras de Charlie Dalton duelen aun más que el propio golpe...

Charlie Dalton: Por culpa de tu padre ahora estamos jodidos. ¿Y que haces tú? Seguir jodiendo... Joder. Eres igual de mierda que él...
Las palabras de Charlie rebotan en las paredes de los recuerdos de Danny Dalton...

Otro Neverfield. En la actualidad.

Danny Dalton despierta súbitamente. A su lado, comprobando sus heridas, encuentra a un sobresaltado profesor Vanister. Danny necesita un par de segundos para recordar que, pese a su idéntico aspecto y modales, éste profesor no es el mismo que los metió en este lío (y, paradojicamente, si que lo es)

Abriendo la compuerta lateral de la furgoneta, Danny y el profesor descubren la cámara subterránea en la que se encuentran: no hay ni rastro del resto de sus compañeros y, a juzgar por los golpes en el chasis y la transmisión estropeada, la llegada a este mundo tuvo que ser movidita.

Apenas si han tenido tiempo de inspeccionar la caverna y descubrir la presencia del prisma clavado en la pared, cuando escuchan pasos procedentes del tunel (aparentemente, la única salida de esa cámara subterránea) Es así como Danny y el profesor Vanister se topan con Ben Braddock, a quien el resto de sus amigos dejaron montando guardia. Ben no tarda en poner al día a sus dos compañeros de viaje dimensional.

Ben Braddock: ... después de salvar a ese chico Wakane, ese tal "Perro Loco", Fred y Leonard se marcharon con Billy Whitehouse. O al menos su versión de éste mundo. Hace ya casi seis horas que se fueron.
Danny Dalton: Espera, Capi. Rebobina hasta la parte en la que dices que eso de ahí es un dragón petrificado...

ENTRE TANTO...

Fred "Fess" Fesster y Leonard Powell aun permanecen atónitos ante las pintadas cabalísticas que cubren los muros desnudos del sótano de Marcus Vanister. El Marcus Vanister de esta realidad, claro: un Springfield donde las prácticas pseudomágicas están perseguidas... y se castigan con la hoguera.

Marcus Vanister (WF): Como les decía, hay una forma de devolverles a su hogar... Pero no tenemos mucho tiempo: el sheriff Dalton viene para acá (les entrega las llaves de su furgoneta) Llévense a "Margaret": quizá no salte entre dimensiones como la suya, pero podrán volver con sus amigos y permanecer ocultos hasta que pase el temporal...

Fred y Leonard salen del garaje de Marcus Vanister justo a tiempo: una pareja de coches patrulla se detiene en ese momento ante las puertas de su casa. Mientras Vanister hace el papel de "víctima de robo", corriendo y vociferando tras su furgoneta; Fred y Leonard dan esquinazo a las autoridades y consiguen llegar hasta las inmediaciones de la mina Dalton.

Sin embargo, una vez allí, deben internarse en el bosque para evitar a la pareja de agentes que el sheriff Dalton ha dejado vigilando el acceso a la mina abandonada. Sin saberlo, y pese a sus intentos por ser sigilosos, nuestros héroes acaban siendo descubiertos por los ayudantes del sheriff Dalton.

Una vez de vuelta a la mina, el grupo vuelve a estar reunido: Danny y Fred se dan un fuerte abrazo mientras Leonard deja las provisiones que saquearon de la nevera del profesor Vanister. Mientras reponen fuerzas, los dos recién llegados ponen sobre aviso a sus compañeros acerca del mundo que hay ahí afuera.

Leonard Powell: ...Así que el profesor Vanister de este mundo es una especie de brujo y nos puede enviar de vuelta a casa.
Danny Dalton: Porque si usamos ese prisma, el dragón se despertará ¿no?
Ben Braddock (NE): ¿Ves? A ti también te parece una chorrada, ¿verdad, Daniel?
Danny Dalton: Capi... (le muestra la marca de dientes de vampiro en su cuello) He aprendido a tomarme muy en serio algunas "chorradas".

Antes de que puedan tomar una decisión, Leonard escucha un ruido extraño procedente de la boca del tunel: ¡alguien esta quitando los tablones que bloquean la entrada! Se trata de los ayudantes del sheriff Dalton. Éstos han llegado a las inmediaciones de la mina y acorralan a nuestros protagonistas, quienes los mantienen a raya con un par de disparos.

Finalmente, y tras unos minutos de incertidumbre, Danny Dalton es el primero en salir al exterior... entregándose con las manos en la nuca y un cigarrillo en los labios. Leonard no tarda en seguir su ejemplo.

Ben Braddock (NE) (apartando a Fred): No voy a dejarles solos, ¡voy con ellos!
Fred "Fess" Fesster: Pero, ¡¿estas loco?!
Ben Braddock (NE): Fred, yo...

El disparo de uno de los ayudantes del sheriff Dalton alcanza de refilón a Ben, quien pierde el conocimiento con una herida en la cabeza. Colocándose uno de los cascos de guardia de seguridad que se trajeron del anterior mundo, el profesor Vanister se hace el inconsciente. Junto a Fred, los cuerpos de Ben y el profesor son sacados al exterior.

Ayudante del Sheriff #1 (WF): Joooder... (descubriendo a "Margaret" dentro de la cámara subterránea) Sheriff, no va a creerse lo que hay aquí dentro.

En el exterior, mientras, el sheriff Dalton pasea junto a sus prisioneros. Apenas si presta atención a Fred o a Danny (a quien, sin embargo, mira como si su cara le resultase familiar...): el sheriff Dalton camina hasta colocarse a la altura de Leonard Powell. Y tres golpes dejan al chico de rodillas, al borde de la inconsciencia... pero aun con el suficiente aliento como para decir una última palabra.

Leonard Powell (haciendo acopio de sus últimas fuerzas): Te... Te las verás con mi padre. Devon Powell.

Antes de que vuelva a propinarle un golpe más, los ayudantes del sheriff llaman su atención: han quitado el casco al profesor Vanister y, por supuesto, le han identificado como tal. El sheriff lo despierta...

Sheriff Charlie Dalton (WF): ¿Director Vanister? ¿Qué está haciendo aquí?
Profesor Marcus Vanister (NE): Yo, er... (imita acento alemán) Yo serr herrmano de Marcus Vanisterr, ¿ja?
Los ayudantes del sheriff Dalton ríen el comentario como si fuese un chiste: Charlie Dalton, no.
Sheriff Charlie Dalton (WF): Señor Vanister, más vale que me vaya diciendo que está haciendo con estos o de lo contrario...
Ayudante del Sheriff #2 (WF): Señor... (con el walkie en la mano) Es la central. Dicen... Dicen que el director Dalton está allí esperandolo, señor.

La evidencia de que algo muy extraño está ocurriendo lleva al sheriff a tomar una decisión: hace una señal a sus hombres y éstos llevan a nuestros esposados protagonistas a los coches patrulla. Y una vez dentro de ellos... ¡los amordazan y les colocan sacos en la cabeza!

Por supuesto, la comitiva del sheriff Dalton no tiene la comisaria como destino: en su lugar, nuestros protagonistas son trasladados a uno de los sótanos del matadero industrial Powell & Wayne. Con el sonido de maquinaria de fondo, nuestros héroes se encuentran encerrados en una de las salas de matanza, con paredes de azulejo y sumideros en el suelo. Fred y el profesor consiguen abrir las esposas del primero con la hebilla de su cinturón. Pero a pesar de los muchos intentos por librarse de sus esposas, las de Fred son las únicas que caen.

Fred "Fess" Fesster (tras romper los cinturones del profesor y de Danny Dalton): Bueno... Intentémoslo otra vez. Leonard, tu cinturón.
Leonard Powell: ¿Estas de coña? Es Armani, Friki Fess.

Pasan un par de horas y, tras escuchar la sirena que pone fin a la jornada laboral, el silencio se apodera de la fábrica. Es entonces cuando vienen a por nuestros protagonistas: un tropel de lugareños (todos ellos luciendo inquietantes capuchas rojas) los sacan a empujones de la sala de matanza y los llevan hasta uno de los rediles de la factoría.

Allí, rodeados por una docena de encapuchados, nuestros protagonistas son observados desde lo alto de unas pasarelas metálicas por tres inquietantes personajes: los tres van vestidos con túnicas y capirotes, al estilo Ku-Kux-Klan, pero de color rojo.

Cabecilla #1 (WF): "Nuevo Springfield" es un buen pueblo. Un pueblo de gente honesta, decente... Un pueblo de buenos cristianos. Y queremos que siga siendo así. Pero vosotros... Vosotros habéis agredido a nuestros hijos. Os habéis burlado de nuestra autoridad. Habéis alzado vuestra mano... contra nuestra gente.

Mientras los demás "capuchas rojas" sujetan a Danny, Fred y Leonard, forzándolos a extender las manos; un nuevo encapuchado hace acto de presencia: caminando sobre el suelo encharcado de sangre... y portando una motosierra.

Cabecilla #1: Ya lo dice el buen libro: pagaréis vuestras faltas. Ojo por ojo. Diente por Diente... Mano por mano.
Fred "Fess" Fesster: ¿Mano? ¡Pero si nosotros no hemos cortado ninguna!

En ese instante, y llevado por el miedo, Fred deja al descubierto que sus esposas no están cerradas. Durante un instante, los encapuchados apenas si pueden reaccionar... momento que aprovecha Fred para lanzarse contra uno de los que sujeta a Danny. Éste no desperdicia la ocasión y forcejea como un jabato por librarse de sus captores. Pero son demasiados: no tardan en acorralarlos mientras el tipo de la motosierra camina lentamente hacia ellos.

Y es entonces cuando un desesperado Leonard Powell juega su última baza.

Leonard Powell: ¡Jacob Dalton! ¿Dejarás que tus pecados sean limpiados... (señalando a Danny) ...por la sangre de tu propio hijo?

Al escuchar eso, el segundo de los tres líderes encapuchados grita un "¡alto!" ante la mirada de sorpresa de los capuchas rojas y la propia cabecilla número uno. Antes de que ésta pueda decir nada, el tercero de los líderes parece interceder a favor de detener la "ceremonia". Entonces, la cabecilla número uno se da la vuelta ante nuestros protagonistas y se despoja de su capucha.

Alcaldesa Lucille Wayne (WF): En el nombre de Dios... ¿Quiénes sois?

CONTINUARÁ...

5 comentarios:

Darrell dijo...

eiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, Sr. Powell muy buena jugada!!! ;P

Unknown dijo...

Si es que...para que luego digan que un personaje con carisma, no vale para nada... tienen que reconocer que mis tiraditas de carisma, han salvado mas de una vez el culo...O LAS MANOS.

Pero a ver como salimos del marron el sabado.

Unknown dijo...

Leonard Powell: Bien, el plan ha salido tal y como esperaba. Pero ahora viene lo realmente dificil, espero que los demas sepan, que esto es lo que se me da bien, y cierren el pico. Aunque por destrozarme el cinturon de Armani para nada, a mas de uno deberian cortarle las manos.

Gonny dijo...

A mi cogido, lo que se dice cogido no me tienen...aunque la cosa está chunga

Preacher dijo...

Ja ja ja... Creo que voy a recordar el momento "no tengo puestas las esposas" de Gonzalo durante mucho tiempo...