martes, 14 de octubre de 2008

Sesión 11-10-2008 (Parte 2 de 3)

Episodio 2x05.- TWINFIELD (Parte 5)

Tercera Parte
VANISTER


Universo Twinfield.
Cima de la Mina Dalton.
Ahora.

Llueve. Cada vez con menos intensidad.
El profesor Vanister no sabe qué decir. Observa a los dos jóvenes que permanecen al filo del acantilado, tras el helicóptero, mirando al vacío.
Si aun tuviese sus gafas, Vanister estaría limpiándolas. Un gesto nervioso para ocultar lo obvio. Que no sabe qué decir.
O quizá si lo sabe. Sabe que ha sido un error. Una equivocación.
En el fondo todo empezó a torcerse…
… desde el accidente.

Universo Twinfield.
Algún punto de la carretera interestatal, a pocos kilómetros de Dry Rock.
Dos horas antes.

El profesor Vanister nota el asfalto contra su mejilla. Abre los ojos y lo primero que ve son sus gafas. Destrozadas. Se incorpora, con el mono de trabajo rasgado y destrozado. A su alrededor, los cuerpos de Leonard Powell y Fred Fesster. Y unos metros más atrás, la camioneta. Tumbada de costado, con humo saliendo de los bajos y las ruedas aun girando.
Y Vanister va recordándolo todo. El helicóptero del FBI. El accidente. El utilitario rojo. Un utilitario como el que…

Vanister siente que su corazón se detiene por un segundo.
"No. No puede ser".

Al otro lado de la carretera, terraplén abajo, está lo que queda del utilitario. Una columna de humo lo envuelve. Y Vanister corre hacia allí. Sin pensar en los riesgos. El único pensamiento es uno que se repite como un mantra.
"Que no sea ella. Que no sea ella. Que no sea ella."

La puerta cede con un golpe y Vanister se siente morir al verla tendida en el suelo. Una fea brecha en la cabeza. Que no esté muerta. Es lo único que pide a Dios.
Casi se echa a llorar cuando siente que tiene pulso. Vivirá… aunque necesita un médico.
Al darse la vuelta, Vanister se da cuenta de que el helicóptero ha aterrizado. Y dos figuras salen de él. Ambas son el mismo individuo: pero mientras uno es Ben Braddock, estrella del "Springfield Raiders" y héroe local, el otro es una versión grotesca, no-muerta. Se mueve torpemente, gruñendo y mostrando salientes de acero y granito por todo su corrupto cuerpo.

Con el cuerpo de la mujer en sus brazos, Vanister da un par de pasos hacia atrás, alejándose de los dos Ben. Es entonces cuando se da la vuelta y lo ve: sus compañeros accidentados están de pie. Mirándole. Impasibles.

Profesor Vanister (NE) (sujetando a la mujer): No…
Ben, Leonard, Fred y Danny (al unísono): SOMOS UNO. SOMOS MUCHOS. SOMOS EL LIBRO.

Es una ecuación sin respuesta, piensa Vanister. Está rodeado, herido y agotado. De haber sido cualquier otra mujer la que sostiene entre los brazos, el profesor ya se habría rendido. Y entonces, Vanister lo ve. Algo moverse tras la furgoneta. La incógnita de la ecuación. El elemento X.
Ve al Teniente Dalton salir de la furgoneta, aferrándose al Libro de las Sombras… y corriendo desierto a través. Si. Va a conseguirlo. Saldrá fuera de los límites y entonces quizá las Sombras no puedan perseguirle.
Pero las esperanzas de Vanister se desvanecen en cuanto Russell deja de correr. Apenas ha recorrido unos veinte metros. Coincide con el momento en que Leonard, Danny y Fred vuelven en sí. Cualquiera diría que es una coincidencia. Vanister es científico: sabe que eso no existe.

Leonard Powell: ¿Qué…? ¿Qué acaba de pasar? ¿Y por qué me duele hasta respirar?
Danny Dalton: Porque hemos tenido un jodido accidente y… Mierda.
Fred "Fess" Fesster: El Libro. Nos ha vuelto a poseer.
Profesor Vanister (NE): Me temo que no han sido los únicos. (señala a Russell, quien a lo lejos parece estar hablando con alguien invisible)

Mientras Russell regresa con el Libro entre las manos, el grupo vuelve a reunirse y se encaran de nuevo con el poseído Ben.

Russell T. Dalton (mostrando el parpadeo transparente que sufre su mano): No sé que me está pasando, chicos.
Ben Braddock (NE): TODO ESTÁ CAMBIANDO.
Fred "Fess" Fesster: ¿Profesor?
Profesor Vanister (NE): Claro… Si el teniente Dalton vino de este pasado, quizá debía regresar. Y nosotros… Nosotros hemos cambiado el curso de la historia.
Ben Braddock (NE): EL ELEMENTO AJENO. NOSOTROS LO SOMOS. SOMOS UNO. SOMOS MUCHOS. SOMOS EL ELEMENTO AJENO. EL ELEMENTO AJENO DESTRUYE EL MUNDO. NOS PROPAGAMOS. NOS HACEMOS MUCHOS. PERO SEGUIMOS SIENDO UNO.
Leonard Powell: Mierda… Friki Fess, en esas pelis malas de zombis, cuando uno muerde a alguien, ¿qué es lo que pasa?
Fred "Fess" Fesster: Contagio. Oh, Dios… Casey. El agente Casey.
Ben Braddock (NE): NOS PROPAGAMOS. SOMOS MUCHOS. PERO SEGUIMOS SIENDO UNO. TODO ESTÁ CAMBIANDO.
Leonard Powell: Tíos… Me parece que nos hemos quedado sin opciones. (a Ben) Muy bien, Libro: tú ganas.

Mientras los dos Ben Braddock se alejan de la carretera en dirección al helicóptero, un camión de ganado hace acto de presencia. Lo conducen dos jornaleros y viejos conocidos de nuestros amigos: Big Timmy y su amigo de gesto nervioso. Gracias a Leonard Powell, ambos acceden a llevar a la joven herida al hospital.

Profesor Vanister (NE): Su nombre es Rayna St.Johns. (ayudando a subirla a la cabina del camión) 24 años. Ha perdido mucha sangre y necesitará una transfusión. Es donante universal. (cierra la puerta) Tengan cuidado con ella, por favor.
Leonard Powell (mientras el camión se va y se acercan al helicóptero que arranca el rotor): Profe… ¿Quién es la chica?
Profesor Vanister (NE): ¿Ella…? No es asunto…

Vanister aun está pensando en qué excusa dará mientras pasa por el lado del coche siniestrado. Es entonces cuando escucha el sonido de un móvil. Viene del interior del utilitario. Un escalofrío recorre a Vanister. Es el móvil de Rayna.

Profesor Vanister (NE): ¿Si?
Secretaria (por teléfono): ¿Señorita St.Johns? Le llamo del despacho del señor Devon Powell…
Profesor Vanister (NE): La señorita St.John no puede ponerse. Pero dígale al señor Powell…
Secretaria (por teléfono): Lo siento, pero el señor Powell me ha pedido que contacte exclusivamente con la señorita St.Johns. Si lo desea puedo concertarle…
Profesor Vanister (NE): Soy Marcus Vanister. El profesor…
(apenas ha dicho su nombre, alguien por otra línea le dice algo a la secretaria: su voz cambia, casi asustada)
Secretaria (por teléfono): No cuelgue, por favor.

Vanister mira a los demás, quienes estaban a punto de encaminarse al helicóptero. Les acerca el móvil, poniéndolo en manos libres. Durante unos segundos solo se escucha una molesta música de "llamada en espera". Y entonces…

Devon Powell (por teléfono): Profesor Vanister…
Leonard Powell: ¿Papá?

Cuarta Parte.
LEONARD.

Universo Twinfield.
Cima de la Mina Dalton.
Ahora.

Llueve. Cada vez con menos intensidad.
Leonard contempla lo que hay más allá del acantilado. A su lado, arrodillado, está Danny. No sabe qué decirle. Siente el peso de la pistola en su mano. Pero pesan más las palabras que no puede pronunciar.
Leonard lo sabía. O al menos debía haberlo sabido.
Aquella no había sido la primera vez que Fred lo había intentado.
Había sido la primera vez que lo había conseguido.
Ahora solo hay unas palabras que resuenan en la cabeza de Leonard como un oscuro epitafio.
"Casi, Powell."
Fueron sus últimas palabras.

Universo Twinfield.
Algún punto de la carretera interestatal, a pocos kilómetros de Dry Rock.
Noventa minutos antes.


Devon Powell (por teléfono): Escúchame, Leonard. Me has puesto en una situación muy delicada. Pero aun podemos salir de ésta. Dime donde está tu posición y enviaré a un equipo en tu búsqueda. Todo va a salir bien, Leonard. Pero tienes que hacer lo que yo te diga y…
Leonard Powell: ¿Papá?
Devon Powell (por teléfono): ¿Si, hijo?
Leonard Powell (cuelga): Vete a la mierda. (mira al resto de sus compañeros) Bueno, ya podemos irnos. Aunque… (se da cuenta de algo) … ¿Dónde está Fred?
Danny Dalton: Joder… (sale corriendo)

Leonard tarda unos segundos en reaccionar. Debe ser el subidón de adrenalina. Y no por todo lo que está pasando. No porque vayan a hacer otro pacto con una entidad sobrenatural conocida como "Libro de las Sombras" (y que ahora mismo posee a Ben "Neverend" Braddock)
O porque hayan sobrevivido a un accidente de tráfico letal.
O porque vayan a impedir que otro Sprinfield vaya a irse a la mierda (esta vez, cortesía de una epidemia zombi)
No. Leonard sabe que no hay nada que suba la adrenalina tanto como mandar a la mierda a su padre.

Pero eso ya es historia.
Ahora, mientras corre a través del desierto, intenta alcanzar a Danny. Pero es imposible: Leonard tiene media costilla rota y al menos un centenar de moratones por todo el cuerpo. Pero eso no impide que, nada más ponerse a la altura de Danny y Fred, interrumpa la conversación de ambos… asestando un buen puñetazo a Friki-Fess.

Leonard Powell (resollando): ¿Se puede saber qué cojones estás haciendo? ¿Qué quieres? ¿¡Morir!?
Fred "Fess" Fesster: No lo entiendes, Powell… Nos necesita a todos para el ritual. Me necesita. Tengo… (parece a punto de romper a llorar… o reír) Lo tengo en mi cabeza, ¿vale? Parte de ese ritual. Y es… Es oscuro. Maligno.
Danny Dalton (notando su nariz sangrar): Vale. Vamos a seguir esta conversación en un sitio en el que no nos muramos.
Fred "Fess" Fesster (intenta incorporarse y volver a escapar): ¡No! ¡No lo entendéis!
Danny y Leonard (agarrándolo y llevándolo de vuelta… ¡a rastras!): ¡¡Ni de coña!!

Minutos después están todos en el helicóptero. Russell a los mandos, el profesor de copiloto. Danny permanece en silencio, al fondo. Leonard y Fred permanecen sentados en un lateral. Frente a ellos, apoyados contra la compuerta, los dos Ben. Es difícil no fijar la mirada en la versión zombi. Pero la otra… La poseída es quizá peor. Con sus ojos en blanco y su gesto frío. Distante. Inhumano.
"Es oscuro… maligno."

Leonard Powell: Es una locura. Deberíamos dar media vuelta y volver a Industrias Powell. Cogemos la tanqueta y…
Profesor Vanister (NE): No funcionará.
Leonard Powell: ¿Por el prisma? Seguro que mi padre lo tiene en la habitación del pánico de la mansión. Podemos ir, cogerlo y…
Profesor Vanister (NE): Es la tanqueta. Lo que ha construido tu padre no es una máquina de salto dimensional. Es una máquina de teleportación.
Danny Dalton: Bueno, profe… la suya también lo era, ¿no?
Profesor Vanister (NE): Sólo en teoría, señor Dalton. La diferencia con la de su mundo y el mío es que la de este mundo funcionó. Se teleportaba.
Fred "Fess" Fesster: Así que si hubiera funcionado en nuestro mundo…
Leonard Powell: Sí, Friki-Fess… Ahora estaríamos muertos. Pero siendo optimistas, profesor, usted podría arreglar la máquina, cambiar esto y aquello y…
Danny Dalton: De todas formas no podemos irnos, pijo. Los zombis, ¿recuerdas?
Profesor Vanister (NE): Ahora mismo estarán propagándose por todo Springfield. Y si la única forma de salvar este mundo es pactando con el Libro…
Leonard Powell: Claro. Como nos ha ido tan bien… (acusador, a Danny) Quizá si alguien nos hubiese dicho lo que era realmente el Libro, no hubieramos…
Danny Dalton (plantándole cara): ¿Qué cojones estás insinuando, pijo?
Leonard Powell (respondiendo): Yo no insinúo nada: lo digo bien claro.
Russell T. Dalton (poniendo orden desde la cabina): Muy bien, niños: dejad las peleas para luego… Hemos llegado.

El helicóptero sobrevuela la cima de la mina Dalton y, tras varias vueltas asegurándose de que no hay nadie (ni nada) esperándoles allí abajo, el aparato comienza a descender. Las aspas traseras destrozan lo poco que quedaba en pie del cobertizo. Al ver la cara de Danny viendo los restos del mismo, Leonard casi sonríe.

Leonard Powell: Eso es lo que yo llamo una señal de mal agüero.
Danny Dalton (advirtiendo): Pijo…
Leonard Powell: Vale, vale…

Los primeros en pisar tierra firme son los dos Braddock. El poseído se da la vuelta y mira a Danny. Su versión zombi se limita a moverse torpemente, siguiendo sus pasos como una sombra grotesca.

Ben Braddock (NE): EL RECIPIENTE (y tiende la mano en dirección a Danny, quien sostiene aún el Libro de las Sombras) AHORA.
Danny Dalton (entregándolo): Joder…

Los dos Ben se alejan del helicóptero y se colocan en el centro justo de la cima. El poseído, con sus ojos aun en blanco, se sienta con las rodillas cruzadas. El Libro reposa a pocos centímetros de él. Y comienza a recitar unas palabras. Palabras oscuras y siniestras. Palabras de poder.

Leonard Powell: Bueno. ¿Y ahora? ¿Nos sentamos y esperamos a que destruya el mundo?
Danny Dalton: ¿Cuánto dices que tarda el ritual, Friki-Fess?
Leonard Powell (irónico): Si, Fred… ¿Cuánto nos queda de vida?
Fred "Fess" Fesster (mortalmente serio): Una hora. Puede que menos.

Leonard miró a Fred: había algo en su mirada que no supo descifrar en ese momento.
Pero Lo haría un poco más tarde.
Menos de una hora después.

CONTINUARÁ

No hay comentarios: