jueves, 16 de octubre de 2008

Diario de Leonard Powell (Sesión 11-10-08) - REQUIEM POR UN FRIKI



Pocas veces no consigo lo que quiero.
Pero sin duda esta es la vez que peor me siento.

Para que me entendáis debería empezar desde el principio.

Fred Fesster era el friki del instituto.
Alguien con quien normalmente los matones del instituto, e incluso yo cuando tenía la oportunidad, nos metíamos constantemente, hacíamos bromas, algunas de ellas incluso pesadas. Era el raro, un pequeño negrito endeble, que nada tenía que hacer con la panda de tiburones y bastardos que pueblan el instituto Mark Twain.

Siempre sacaba unas notas excelentes y nunca se le veía por la calle, excepto por la tienda de esoterismo de Gabrielle Grant. Eso no es que ayudara precisamente a su reputación. Por eso me sorprendió cuando el profesor Marcus Vanister le incluyo entre los suspensos de su asignatura. A día de hoy no sé si de verdad suspendió o si el profesor Vanister quería tener a su lado a alguien que pudiera ayudarle en su experimento. Sobre todo viendo a la larga cual era el verdadero motivo de dicho experimento.

En cada uno de los saltos que hemos dado, todos hemos tenido discusiones, enfrentamientos, momentos en los que casi nos damos de hostias. Pero Fred no. Es más, ni siquiera se molestó cuando lo apodamos Friki Fesster, por las cosas que decía.

Cuando recuerdo quienes empezamos, quienes se nos unieron y cuántos somos ahora, más me reafirmo en mi teoría. "Si quieres sobrevivir a este mundo, tienes que ser el hijo de puta más grande que lo pise". Ahora daré las pruebas de por qué esto es así. En tu mundo, en el mío y en cualquier dimensión en el que nos encontremos.

Todos hemos cometido pecados. Delitos y asesinatos. Defensa propia. Interés, negocios, ciencia... Cada uno pondrá la excusa que mejor le parezca para exculparse a sí mismo. Pero eso no quita que los haya cometido. Pero Fred... Podría casi asegurar que ese chico no había roto un plato en su vida. Ni tenía intención de hacerlo.

Los demás... sólo tenéis que echarnos un vistazo para comprobar que aquel que no es un hipócrita, es un bastardo que no le importa más que si mismo. O un matón del tres al cuarto. Pero nosotros estamos vivos. Y ese hecho confirma mi teoría.

"Casi, Powell"
Nunca había sido así. Cuando alguien me decía algo solía ser "¿Cómo lo has hecho Powell? " "De nuevo lo has conseguido Powell". "Joder, cómo molas Powell".
Pero no. Este puto mundo de mierda quiso que en el momento de salvar a la persona más inocente que he conocido, fuera un jodido "Casi, Powell".

Desde luego Fred, te has ido consiguiendo demostrar mi vulnerabilidad. Que aún puedo fallar. Esas palabras quedaran marcadas a fuego en mi cabeza y no las volveré a escuchar en mi vida, desde este preciso instante.
Atraparemos a cada una de esas jodidas almas.
Las encerraremos de nuevo y destruiremos el maldito libro. Porque este libro ha tenido la culpa de todo.
Y esto, Friki, no va a ser un "Casi Powell".

Ese friki, negrito y endeble, con el que todo el mundo se metía en el instituto, se convirtió en Fred Fesster.

Y luego se sacrificó por salvarnos la vida. Por algo que personas como yo no entienden hasta que es demasiado tarde.
Por amistad.

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