ANTERIORMENTE, EN NEVERFIELD
"Perro Loco" Washington: ¡Sin el prisma, ésto no es más que una simple furgoneta!Danny Dalton (sujetándose la herida del cuello, provocada por una vampiresa): Joder… Es una Volkswagen T3, un jodido clásico, ¿vale? Me he jugado el cuello por recuperarla… ¡trátala con algo de respeto!
CUATRO JÓVENES EMBARCADOS EN UN EXPERIMENTO SIN CONTROL…
Marcus Vanister: La prioridad es reparar la "Alfombra Mágica" y regresar a nuestro mundo, procurando no alterar aún más el curso de los acontecimientos de esta realidad paralela…
UN VIAJE A TRAVÉS DE DIMENSIONES ALTERNATIVAS…
Leonard Powell: Un Neverfield con vampiros. Vale. Un Neverfield controlado por militares. De acuerdo. Pero... ¿un Neverfield donde Friki-Fess está liado con la segunda tía más buena del condado?
UN OCÉANO DE MUNDOS POSIBLES…
Marcus Vanister (WF): Nuevo Springfield es un lugar donde conviene no mencionar nada relacionado con lo "sobrenatural".
ENTRE ELLOS Y SU HOGAR.
Episodio 17.- WITCHFIELD (Parte 3)
Su nombre es Leonard Gibbons. Bordea los cuarenta, complexión media, pelo rizado negro y mostacho. En el Neverfield original se gana unos pavos haciendo chapuzas en el taller de Charlie Dalton, en la trastienda pseudoilegal de la chatarrería. En éste las cosas le han ido un poco mejor: trabaja bajo las órdenes de la alcaldesa Wayne, haciendo chapuzas en el gigantesco rancho de su propiedad.
Hoy, Leonard (o Leo como lo llaman sus colegas) se dispone a iniciar el turno de noche en el matadero. Piensa que será una jornada tranquila y piensa en la juerga que se correrá al día siguiente con sus colegas, Jackie y "Big" Timmy.
Sin embargo, en cuanto aparca su furgoneta junto al matadero industrial se da cuenta de que no será un turno corriente: toda la tropa se encuentra reunida en torno a las compuertas de acceso al matadero. Todos llevan ya sus capuchas puestas. Eso solo puede significar una cosa.
Problemas.
Hace veinte años de aquello. Y Leo aun tiene cicatrices por las quemaduras de aquel día.
Leo es un Capucha Roja. La mayor parte de la gente, la gente de fuera, los vería como una versión a pequeña escala del Ku-Kux-Klan. Pero esa gente no ha vivido en Springfield. No han visto como se fue literalmente al infierno hace veinte años por culpa de las brujas. Las brujas, sí. Ellas y sus prácticas fueron las que casi acabaron con el pueblo. Por supuesto, Leo y la mayor parte de sus colegas apenas si recuerdan nada de lo que pasó ese día. La mayor parte del tiempo estuvieron luchando contra los pavorosos incendios que se cebaron con los campos y con el centro del pueblo.
Hace veinte años de aquello. Y Leo aun tiene cicatrices por las quemaduras de aquel día.
Junto a Timmy, Jackie y los demás, Leo aguarda tras las puertas de la sala de matanza. Dentro, por lo que le han contado, los tres cabecillas tienen una charla privada con un grupo de chavales. Leo pregunta por ellos y Jackie le cuenta lo poco que sabe: no parecen ser de por aquí. Los han encontrado los ayudantes del sheriff Dalton en las inmediaciones de la mina. Tiene toda la pinta de tratarse de alborotadores. Uno de sus colegas comenta que uno de ellos, el único adulto, parece el puñetero gemelo del director Vanister.
En ese momento, las puertas se abren y otro grupo de capuchas rojas salen llevando a rastras al susodicho doble de Vanister. Leo apenas si puede creerlo: ¡es una copia exacta! Leo y sus dos colegas acompañan al resto de la tropa hasta el exterior, escoltando a ese misterioso doble de Vanister. Por unos instantes Leo esta a punto de preguntar "¿estáis seguros de que no es el director Vanister?". Cuando salen al exterior, la respuesta llega por si sola: los ayudantes del sheriff esperan ante las compuertas del matadero. Y el director Vanister está con ellos.
Leo y sus colegas están demasiado lejos como para escuchar lo que hablan. A juzgar por sus gestos, el director Vanister está tan sorprendidos como ellos. ¿Se trata de alguna clase de broma? El director Vanister niega con la cabeza varias veces: no conoce a ese doble suyo.
Siguiendo órdenes, devuelven a esa copia de Vanister de nuevo al sótano, a uno de los almacenes de carne. No pasan ni veinte minutos cuando el resto de los jóvenes son llevados de vuelta. Mientras los meten dentro del almacén, uno de sus colegas le pone al día: al parecer, uno de esos críos asegura ser el hijo de Devon Powell. Y hay otro que dice ser el hijo del Diácono Dalton. Leo niega con la cabeza: sin duda alguien está intentando provocar alguna clase de alboroto. "Big" Timmy tiene su propia teoría: dice que es cosa de brujas. Leo niega con la cabeza: no es que él no crea en todo eso. Diablos, estuvo en Springfield cuando el fuego estuvo a punto de devorarlo todo.
Pero seguro que tiene que haber una respuesta mejor a todo esto...
Apenas los han dejado dentro, cuando dos de los chicos comienzan a irritar a "Big" Timmy con sus bromas. Leo y Jackie intentan frenarlo pero conocen a su colega: Timmy entra en el almacén llevando el garfio de trabajo, dispuesto a dejar claro que ningún niño rico de ciudad va a tocarle los huevos. Jackie tiene la escopeta y encañona a los demás mientras Timmy se dispone a dar cuenta de ese que asegura ser hijo del Diácono Dalton.
Y es entonces cuando todo se va al diablo. Todo ocurre demasiado deprisa: cuando Leo quiere darse cuenta, está encerrado en el almacén junto con los forasteros. Jackie grita y encañona su temblorosa escopeta hacia el supuesto hijo de Devon Powell. El crío negro, al que llaman Fred, intenta poner (aun más) nervioso a Jackie. Y la jugada sale espantosamente mal: Jackie dispara su arma y la sangre del crío salpica por doquier, manchando la pared del almacén. Todos se quedan paralizados por un segundo. Un solo segundo.
Leo reacciona sacando su navaja y se enfrenta a ese doble del director Vanister. Antes de que pueda darse cuenta, "Big" Timmy está en el suelo, intentando estrangular a Dalton Jr mientras el supuesto heredero Powell se apodera de la escopeta de un cuasi-catatónico Jackie. Sollozante y tembloroso Jackie. La navaja de Leo se mueve nerviosa y, de repente, nota movimiento a su espalda: el crío negro se ha levantado e intenta atacarle con el garfio de Timmy. Raja su hombro y Leo reacciona de forma instintiva: con un potente derechazo que lo deja fuera de combate. En ese momento se escucha un disparo de escopeta y todos se quedan petrificados. El arma, que hace unos segundos estaba en manos de Powell Jr, yace ahora en el suelo, humeante. Todos se miran, buscando algún agujero en sus cuerpos. Y, de inmediato, vuelve la pelea. "Big" Timmy sigue dispuesto a patear a los alborotadores. Pero el director Vanister se lanza sobre Leo, quien aun siente el resonar del disparo de escopeta.
Leo siente la hoja de la navaja en su cuello y mira a "Big" Timmy mientras ese doble de Vanister amenaza con seccionarle el gaznate si el grandullón no se rinde. Por suerte para Leo, Timmy le aprecia lo bastante como para no apostar el cuello de un colega.
Leo siente la hoja de la navaja en su cuello y mira a "Big" Timmy mientras ese doble de Vanister amenaza con seccionarle el gaznate si el grandullón no se rinde. Por suerte para Leo, Timmy le aprecia lo bastante como para no apostar el cuello de un colega.
Pasan unos minutos. Timmy yace inconsciente en el suelo por cortesía del tal Danny (el supuesto hijo del Diácono) Leo intenta conservar la calma pero sabe que en cuanto la jefa sepa de todo esto las cosas solo podrán empeorar. Trata de advertir a los chicos. Y en ese momento se apagan las luces. La oscuridad del pequeño almacén se ve rota por las chispas del soplete. Están intentando abrir la puerta desde fuera.
El tal Danny, ayudado por el supuesto hijo de Devon Powell, se coloca ante la puerta, con la escopeta del inconsciente Jackie entre manos. Los minutos pasan interminables, uno tras otro, hasta que cesan las chispas y la oscuridad vuelve a envolver la estancia. Segundos de silencio, de tensión, aguardando el momento...
La puerta se abre de golpe. Las escopetas abren fuego. Son como flashes en la noche. Uno de los colegas de Leo acaba con un disparo en el pecho, agonizante en el pasillo. El segundo tiene mejor suerte y consigue quitarse de la línea de fuego, gritando "tienen un arma, tienen una jodida escopeta". Danny y su colega no lo tienen fácil, piensa Leo: como los otros, aun van con esposas y tienen que hacer un ortopédico tandem para poder disparar con el arma.
Leo sabe como va a terminar todo esto. Mientras ese doble de Vanister lo utiliza como escudo humano ante sus propios compañeros, Leo casi puede imaginarse la ira de la señora Wayne: casi puede imaginarla movilizando a todos sus hombres, tomando posiciones en torno al matadero. Lo cierto es que los chicos tienen iniciativa y consiguen llegar hasta el exterior. Pero allí se cumple la previsión de Leo: el matadero está literalmente rodeado por los capuchas rojas.
Los chicos se saben acorralados y deciden rendirse. Leo no lo duda y corre en cuanto el falso Vanister lo deja libre. En el exterior, el resto de sus colegas rodean a los supuestos alborotadores y los suben a bordo de varios todoterreno. Todo ha pasado muy deprisa pero, en realidad, está amaneciendo. El cielo es de color púrpura oscuro. Sus colegas rodean a Leo y comienzan a bombardearle a preguntas. ¿Qué ha pasado ahí dentro? ¿Dónde están Timmy y Jackie? Leo apenas si puede articular palabra: incluso en la distancia, ha podido ver la mirada de la señora Wayne mientras miraba como subían a esos críos a bordo de los todoterreno. Leo siente un escalofrío: una extraña mezcla de temor y lástima. Esos críos... Han provocado la ira de la jefa. Y eso no es bueno.
Leo no necesita ser un genio para saber para qué usarán las latas de gasolina que van en la parte de atrás de uno de los todoterrenos. No necesita ser un genio para saber a donde los llevan.
Leo Gibbons intenta pensar que hacen lo correcto: que esos críos y esa copia del director Vanister son alborotadores. Incluso puede que "Big" Timmy tenga razón y que sean brujos. ¿Qué otra explicación hay? Pese a todo, Leo no puede evitar pensar en que esos críos podían haberle matado. Y no lo hicieron. Sencillamente, se rindieron.
Los todoterrenos salen de la propiedad, perdiéndose en el horizonte. Leo Gibbons sabe que es la última vez que verá con vida a esos forasteros.
Y no se siente mejor por ello.
18 comentarios:
Jajajajaja, muy bueno que hayas tomado como referencia a uno de los secundarios para resumir el capitulo. Al menos una manera nueva y fresca de relatar la historia.
Eh, que yo no intenté provocar al de la escopeta!
Bueno, mas o menos, no recuerdo si fue que lo provocastes, o te lanzastes hacia el, cualquier cosa, que te salio la tirada mal, y disparo.
Por cierto, para la proxima partida, vayamos rezando:
Padre Powell que estas en Witchfield, Santificado sea tu nombre, vamos nosotros a tu reino, hagase tu voluntad, tanto en witchfield como en springfield, Danos hoy la solucion de cada dia, perdona nuestras ofensas, como tambien nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la hoguera, y libranos de los capuchas rojas....AMEN.
De intentar calmarle (y fallar la tirada) a provocarle hay un trecho...
bueno, puede que tu intento de calmarle, al fallar la tirada, el tio lo tomase como una provocación.
Ismael, te ha quedado muy bien contar la partida desde el punto de vista de un secundario.
mmmmmm, aqui huele a chamusquina... ;P
suerte en la próxima, la vais a necesitar.
Me alegra que os mole :) La verdad es que como no se avanzó mucho en la trama, si lo hubiera contado de la forma habitual apenas si habría dado para un par de párrafos.
Gon: sacaste una pifia a la hora de calmar a Jackie... eso explica que le fallasen los nervios a la hora de apretar el gatillo.
Y, Darrell, si crees que huele a chamusquina... ¡es porque no sabes como acabó de verdad el capítulo! XD XD XD (chan chan CHAAAAAN)
Por supuesto, no me quejo de que el tio me disparase, lo que digo es que el narrador también lo viese como provocación quizá sea excesivo.
Que divertido, que cuando estas cerca de arder en la hoguera, te hagan chistes como "OYE TIO HUELE A CHAMUSQUINA" jajajaja. Leo Gibbons me caia bien, pero empatize mas con Jacky y Timmy. Timmy porque durante todo el tiempo queria darme un abrazo cariñoso con su garfio. Y Jacky porque el pobre le disparo a Fred y le dio el patatus...si no fuera por la jodida situacion en la que estabamos le habria dicho.
"Tio no te preocupes, es un friki y encima negro, no es tan grave" jajajajajajaja.
Bueno, ahora vamos a ver a Darth Vader, y le dire "Señor Devon, yo soy tu hijo"...pero seguro que con la suerte que tenemos...lo castraron para que no procreara engendros como yo en un futuro, opcion con la que mas de uno estaria de acuerdo alli de donde venimos jajajajaja.
Totalmente de acuerdo en lo de engendro. Te lo estás currando tela.
No se pueden editar comentarios?
Ya lo que faltaba, es que el pijo milloneti se ponga en plan racista. Lo siguiente será unirse a los capuchas rojas.
Jajajajajajaja....ya sabes que todo lo que diga es con un cariño especial...en verdad os quiero a todos.
por cierto, comentario especial a la foto del principio... merece todos los honores y alabanzas ;P
si todos los capuchas rojas son asi.... dadme un mechero para quemar brujas!!!
Quemarla, pero tu la puedes mirar a la cara, y prenderle fuego, si todas las capuchas rojas fueran asi, entonces si que estaria en un autentico dilema en Neverfield.
Que por cierto, creo que la imagen es del anuncio de hace milenios de caperucita roja.
Caramelito de menta para Raul: la imagen es del anuncio realizado por Luc Besson para Channel numero cinco.
Era esa imagen o meter la de un cazurro con pasamontañas. Al final, triunfó el sentido común.
Por cierto... ¡Nuevo record de posts! XD
Bueno, si no dejo un post caracteristico de mi pj, no soy feliz.
Leonard Powell: Nos ha costado, pero finalmente nos llevan a la mansion Powell, esperemos que mi padre sea mas razonable, que el diacono Jacob Dalton...aunque claro, eso es como esperar que una boa constricto sea menos peligrosa que un hamster.
oidme chicos creo que la guia springfield interdimensional esta equivocada, la habitacion era pequeña, que la cocina y el salon esten comunicados estilo americano es una cosa, pero que los sumideros tambien, y lo peor el servicio de habitaciones. creo que no se van ha llevar propina.
por cierto la directora del "hotel" es una pedazo de pu... ritana en todos los sentidos.
A este paso creo que va a hacer falta una GUIA REPSOL del MULTIVERSO. :P
Y sobre la encargada del hotel... je je je... ¿hay algo más que se pueda decir de tan insigne señora?
Anda ya, aqui en la guia campsa del multiverso habria que poner "PORQUE LA GENTE DEL PUEBLO ES MU ANIMAAAA...PORQUE LA GENTE DEL PUEBLO ES MU ANIMAAAA"
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